Prensa CEB 19.04.2022.- Jhamir Ticona, de 30 años de edad, es el nuevo Responsable de la Pastoral Juvenil Vocacional del Área de Comunión Eclesial en la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB). A través de este artículo comparte su recorrido pastoral, su testimonio de encuentro con Dios y alienta a los jóvenes a no tener miedo, reconocerse en Cristo y seguir caminando unidos.
Antes de tomar este cargo fue colaborador en el Área de Comunión Eclesial y la Comisión de Hermandad de la CEB.
Jhamir Ticona reconoce a la Pastoral Juvenil Vocacional como su primera escuela, donde recibió formación y un espacio donde conoció a Cristo. También recuerda que cuando conoció la Pastoral Juvenil lo hizo a través de carismas distintos como fueron la Renovación Carismática Católica y los Neocatecúmenos, “de los que rescato lo mejor”, dijo.
Fue en la catequesis de confirmación donde tuvo un encuentro más cercano con Dios, cuando su catequista, el seminarista Nelson le habló y le mostro un Dios humano y cercano, “me sentí identificado con Dios, que es humano, puede llorar y tener amigos, y sigue el camino de santidad”, señala Ticona a tiempo de afirmar que “conocer a Dios ha sido una aventura por completo”, desde entonces aprendió a encontrarlo en la Eucaristía y en la compañía de seis hermanos y hermanas.
Mi sueño es que más jóvenes puedan conocer a Cristo
Para Jhamir la Pastoral Juvenil Vocacional no tiene un carisma propio sino que acompaña a los jóvenes en su proceso de encontrar a Dios, por ello uno de los principales desafíos que tiene como nuevo responsable de esta sección es dar continuidad al proceso de formación y que este acercamiento a Dios sea un proceso actual y cotidiano para los jóvenes.
“Creo que mi sueño es que más jóvenes puedan conocer a Cristo”, señala Jhamir remarcando el documento de la “Civilización del Amor” que tiene por lema: “Hacia el horizonte sí, pero con los pies en la tierra”, es parte de este sueño.
Recalca que “los jóvenes no tienen que tener miedo a nada”, también reconoce que los nuevos miedos, son el miedo al compromiso, pero por encima de esto, alienta a los jóvenes a no tener miedo de aceptar a Dios en su vida y al servicio a los demás, “la Iglesia es una buena opción de encontrarte a ti mismo, reconocerte en Cristo y seguir una vida de rebeldía, pero con causa”, afirma.
Finalmente, asegura que la Pastoral Juvenil, es un techo que acoge a todo movimiento juvenil, a los jóvenes y que más allá de los carismas, es una sola voz, donde el amor a Dios y al prójimo llama a unirse y caminar unidos.