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Prensa CEB 08.05.2022.- Este domingo 8 de mayo, la Iglesia Católica celebra el Domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con este motivo Mons. Basilio Mamani, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, reflexionó sobre la imagen del Buen Pastor, que cuida de sus ovejas, las conoce por su nombre y las santifica. Frente a las distintas realidades de separación, pandemia y guerra, el Buen Pastor invita a amar la vida, la verdad, la justicia y llama a hacer el bien y dar lo mejor de cada uno.

Dando como ejemplo su testimonio, al celebrar 14 años de Ordenación Sacerdotal, este 8 de mayo, Mons. Basilio invitó a las familias a continuar rezando por nuevas vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa.

Domingo IV Semana de Pascua

Queridos hermanos y hermanas, este cuarto Domingo de Pascua, celebramos el domingo del Buen Pastor y así también la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales. A la luz de la Palabra de Dios juntos queremos reflexionar para descubrir estas enseñanzas del Buen Pastor para cada uno de nosotros.

Quisiéramos nosotros ver cuáles son esas características de este animal como es la oveja, seguramente conocemos, o podemos imaginarnos. La oveja es frágil, se desorienta con mucha facilidad, es indefensa, por si misma no puede vivir, tampoco puede correr mucho se cansa rápido, depende del pastor totalmente su vida.

Y por tanto este Dios de la vida a quien nosotros seguimos conoce nuestro corazón, conoce nuestra vida y por tanto nosotros como seres humanos, somos frágiles, a veces no sabemos que decisiones tomar, cómo encontrar un sentido profundo a nuestra vida, todos queremos ser felices, pero quizás no encontramos caminos para ser feliz frente a muchas ofertas para ser felices. Y por tanto conociendo este Buen Pastor este corazón frágil que nosotros tenemos, Él Jesús el Buen Pastor, Él viene a nuestro encuentro, quiere caminar con nosotros, quiere fortalecernos nuestra vida. Justos caminaremos, “las ovejas escuchan mi voz, me siguen”.

Y por tanto nosotros queridos hermanos y hermanas tenemos que ser tan conscientes de esto porque solos no podemos, la felicidad, el amor, tiene nombre de otras personas. “Yo soy feliz por mi mamá, soy feliz porque me ha colaborado, etc.”, solos no podemos nosotros caminar y que tan bonito que diga Jesús “Yo soy el Buen Pastor y ustedes mis ovejas”, yo me comprometo, yo los protegeré, yo caminare con ustedes.  

Quisiéramos destacar algunas características del Buen Pastor:

El pastoreo: Él cuida y tiene esa protección especial con cada uno de nosotros, venda nuestras heridas, nos conoce por nuestro nombre. Esto podemos ver en la historia del Antiguo Testamento: “Abraham sal de tu tierra”, “Moisés, he escuchado el clamor de mi pueblo”, “Tomas, trae aquí tu dedo, aquí están mis manos”, “Simón hijo de Juan ¿me amas más que estos?”. Él nos conoce pro nuestro nombre y por tanto nosotros cuando el Hijo de Dios, el Buen Pastor, nos muestra a nosotros cuanto nos ama, somos hijos tan amados por el Buen Pastor y por eso nosotros queremos tenernos en el corazón así como Él nos tiene en el corazón y por tanto el comparte así con nosotros, nos pastorea mostrándonos caminos de vida, mostrándonos caminos de paz, mostrándonos caminos de esperanza. Él nos pastorea a cada uno de nosotros, pero con nuestro nombre.    

El Anuncio de la Palabra: “Mis ovejas escuchan mi voz” la palabra crea comunión, la palabra renueva el corazón, la palabra abre caminos, la palabra nos lleva al encuentro. Es tan importante el anuncio de la Palabra, así como nosotros tenemos en los Hechos de los Apóstoles, Pablo y Bernabé, predican, comunican la Palabra y como muchos “judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé. Estos conversaban con ellos, exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios. Casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra de Dios”.

Que maravilloso es escuchar, por eso para nosotros es tan importante, también para ustedes los papás, que esta Palabra fortalezca nuestra vida de seguidores de Jesús, porque los únicos, los que pueden acercar a Jesús, los papás a los hijos, son ustedes. Todo pasa por la familia, todo pasa por el testimonio que se comparte en el hogar.

La santificación: El Buen Pastor nos regla también a nosotros la gracia a través de los sacramentos. La Iglesia nos acompaña así a nosotros, para que por medio de ellas alcancemos la santidad de nuestra vida y los sacramentos a nosotros, esto es lo que nos regala, que podamos nosotros al recibir los sacramentos buscar, alcanzar lo que Dios quiere de nosotros, que podamos captar la voluntad de Dios y los sacramentos nos invita a esto.

ALGUNAS CUESTIONES PRÁCTICAS

¿A qué nos invita hoy, Jesús el Buen Pastor?

Vivimos tiempos muy particulares, vivimos en un mundo cada vez más egoísta y nos separamos cada vez unos de otros.

La pandemia nos trae nuevos desafíos a los cuales necesitamos responder, porque mirando no podemos hacer nada, estos nuevos desafíos necesitan una respuesta desde nuestra fe.

La guerra que nos hace pensar la pérdida del sentido de la humanidad al ver al otro como si fuera un objeto, eso es deshumanización. Tenemos que nosotros, invitados de este Jesús el Buen Pastor amar la vida, que es el tesoro más lindo que tenemos nosotros, queremos  amar la verdad, queremos amar la justicia, son los que nos fortalecen a nosotros nuestra vida, para que podamos nosotros encontrar esta paz profunda en donde compartimos nuestra vida.   

Frente a estas realidades el Buen Pastora nos invita a cada uno de nosotros: Hagamos todo el bien que podamos hacer, dar lo mejor de nosotros. Trabajemos juntos por el desarrollo de nuestro país, somos hijos, hijas de un mismo padre, miembros de una comunidad de Jesús.

Son invitaciones tan particulares para cada uno de nosotros queridos hermanos. Así como Jesús el Buen Pastora nos lleva en el corazón, así también nosotros queremos llevar a Él en nuestro corazón.

Hoy también tenemos esta Jornada Mundial por las Vocaciones, y justo hoy como 8 de mayo de 2008, me había ordenado sacerdote, hoy cumplo 14 años de sacerdocio y gracias a la comunidad, gracias a las comunidades parroquiales donde estuve yo, me acompañaron, muchas familias están muy atentos y nuestra vocación se fortalece también con ese apoyo de las familias, cuando las familias te dicen: “hemos rezado por ti”, “hemos ido a Copacabana, hemos prendido una velita por ti”, por eso también queridos hermanos y hermanas, recemos por la vocaciones, para que el Señor nos regale muchas vocaciones a la vida sacerdotal como también a la vida religiosa.

Que el Buen Pastor nos acompañe todos los días de nuestra vida. Que Así Sea.

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