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Festividad de Corpus Christi revive la fe y tradiciones de los pueblos junto al Cabildo Indigenal

Prensa CEB 17.06.2022.- En la Solemnidad de Corpus Christi la primera autoridad eclesiástica en el Beni, Mons. Aurelio Pesoa, manifestó que: La Eucaristía es el sacramento del amor sin límites de Dios, él que donó a su hijo  y de esa manera ese hijo por ese gran don que recibió y por el amor que tuvo al ser humano quiso quedarse con nosotros bajo la forma de pan y vino.

HOMILÍA DE MONS. AURELIO PESOA RIBERA, OFM  OBISPO VICARIO APOSTÓLICO DEL BENI

Trinidad, 16/06/2022

La palabra «denles ustedes de comer», sigue resonando hoy en la Iglesia, misión que a través del tiempo y la historia ella ha querido hacer realidad aquel mandato dando el pan de la palabra, pero sin olvidar el pan material y esto ha sido siempre a través de las obras de caridad, de solidaridad y compasión que la Iglesia Católica ha tratado de cultivar y en nuestros días algo distinto, el compartir y dar el pan material a pesar de las dificultades y problemas la iglesia sigue firme y realizando estas obras.

En nuestros días queridos hermanos, sigue habiendo hambre en nuestra patria, hambre de diálogo sincero y honesto para superar los conflictos, hambre de trabajo digno para que no falte el pan material cada día en la mesa de los hogares de nuestras familias, hambre de salud para que nadie muera por falta de atención médica, hambre de pan donde todos nos sintamos incluidos y disfrutemos todos de ser iguales, no solamente como un slogan o letrero, sino que fuera de verdad.

La Eucaristía, queridos hermanos debe ser el motor que nos ayude a reconciliarnos con nosotros mismos y con el prójimo. La eucaristía debe ser la fuerza que nos anime a ser hombres y mujeres que luchan para que haya justicia para todos, que la igualdad no quede en simple enunciado.

Por eso en este día, ojala todos los cristianos y católicos particularmente estuvieran dispuestos a defender nuestra fe, esa fe que está amenazada y no hipotecar a dudosos intereses pasajeros y ajenos o por influencias de algunas ideologías.

Debemos recordar queridos hermanos que,  ir a la misa y recibir al Señor no es como ir a la pensión o al restaurante comer, saciarse y seguir haciendo lo mismo, la Eucaristía debe ser la fuerza que nos ayude a cambiar nuestra vida, es ahí que debemos tener bien presente que la Eucaristía debe ser el alimento imprescindible del discípulo del señor.

La Eucaristía es el Sacramento del amor sin límites de Dios, él que donó a su hijo  y de esa manera ese hijo por ese gran don que recibió y por el amor que tuvo al ser humano quiso quedarse con nosotros bajo la forma de pan y vino.

Queridos hermanos, el amor y el perdón al prójimo entre los cristianos debería ser como el carnet que lo identifica, el carnet de identidad,  también quiero recordar  aquello que en una oportunidad el Papa Francisco en una de sus catequesis respecto a la Eucaristía decía: “La Eucaristía no es un premio para los buenos, sino que es la fuerza para los débiles, en ella encontramos el perdón, el auxilio para seguir nuestro camino”.

Hagamos que la Eucaristía nos de la fuerza para seguir nuestra peregrinación por este mundo herido y lastimado por las muchas faltas del ser humano.

Hoy, el señor será encaminado y llevado en procesión por el centro de nuestra ciudad, el centro de nuestra ciudad es la plaza entendida como el corazón de todos los trinitarios, aprovechemos por eso esta oportunidad para pedir a Jesús Sacramentado que siempre tengamos un corazón solidario y compasivo disponible siempre y pronto para socorrer al hermano que está caído a la veda del camino.

La Eucaristía, debe ser ese alimento que todos necesitamos para cubrir, para vivir nuestra vida más cristianamente. Que el buen Dios que es el que nos acompaña, nos conceda de verdad los dones necesario para nuestras vidas.

Amén.

Fuente: Romy Suárez

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