Mons. Basilio: El Espíritu Santo parte esencial en la evangelización
Prensa CEB 05.06.2022.- Este domingo 5 de junio, en la Solemnidad de Pentecostés, Mons. Basilio Mamani Quispe, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, reflexionó sobre la presencia del Espíritu Santo como parte esencial en la evangelización y alentó a todos los bautizados, pedir los dones del Espíritu Santo para caminar y compartir la alegría, curar las heridas del corazón y tener fortaleza en los tiempos particulares que vivimos.
Pentecostés
“El Espíritu Santo parte esencial en la evangelización”
Hoy es la fiesta de Pentecostés, por tanto como nosotros participamos todos los años, es nuestro cumpleaños. Hoy celebramos el nacimiento de nuestra querida Iglesia.
Vemos una Iglesia que camina, una Iglesia que comparte su fe, una Iglesia que comparte también sus bienes con los que necesitan, una Iglesia que va construyéndose todos los días en el caminar de vida.
Hoy celebramos, el Espíritu de Dios, el aliento de vida, el amor entre el Padre y el Hijo fue entregado a los Apóstoles y por medio de ella, también a todos nosotros.
Este acontecimiento debe llenarnos de alegría porque marca una nueva etapa de la vida de la Iglesia.
El evangelio nos relata que los Apóstoles estaban a puertas cerradas por miedo a los judíos, pero cuando viene el Espíritu Santo, todo ese miedo desaparece. El Espíritu Santo acompaña, fortalece, camina y les quita ese miedo para que ellos puedan comunicar el amor de Dios y este amor de Dios llegue a todas partes del mundo.
Este día que recordamos la fiesta de Pentecostés, nosotros queremos tener en cuenta que este tiempo nuevo debe llegar a la mente y el corazón para comprender, si no llega a nuestra mente, a nuestro corazón no lo podemos comprender. Así, como el coronavirus un pequeño microorganismo puede paralizar al mundo entero.
Dios quiere sacar mayor bien de esta situación que vivimos, valores universales, la globalización del amor. Dios quiere escribir una nueva historia con nosotros. A lo mejor nosotros nos hemos apartado de esta sabiduría de Dios, de estas enseñanzas que Él pone delante de nosotros. Pero nosotros muchas veces queremos irnos por otros caminos. Dios hoy celebrando esta fiesta de Pentecostés nos dice: “quiero escribir una nueva historia”, pero Dios no quiere escribir esta historia solo, quiere escribirla con nosotros que somos sus hijos, que nosotros sus hijos, podamos ser protagonistas de esta nueva historia, que nosotros podamos llevar adelante lo que Dios quiere para nosotros, lo que Dios quiere para la humanidad, pero nosotros tenemos que ser protagonistas, somos sus hijos amados.
Él nos ha dado tanto, Él nos ha regalado abundantes dones, así como los dones del Espíritu Santo, estos dones regalados a la Iglesia no son decoraciones, sino que estos dones son para que la Iglesia florezca, que el Reino de Dios llegue a todas partes del mundo y estén puestas al servicio de nuestros hermanos. Por eso para nosotros es un día tan importante, tan particular para nosotros.
Teniendo los dones de Dios, vemos que el mundo ha crecido tanto tecnológicamente, como científicamente, dando pasos tan importantes, pero también vemos que en esta realidad, Dios sigue siendo Dios y la vida sigue siendo vida, seguimos siendo frágiles. Hay alguien que lleva, dirige, guía nuestra vida.
Guiados por la gracia de Dios queremos compartir nuestra vida.
¿Quién es el Espíritu Santo?
Es la tercera persona de la Santísima Trinidad Padre Hijo y Espíritu Santo, y como persona tiene su ser, su razón y su identidad, por tanto nosotros a través del Espíritu Santo, podamos desde nuestra interioridad conocer a nuestro Dios, que no es solamente una energía, sino una persona con quien puedo relacionarme, con quien puedo compartir, con quien puedo dialogar desde mi ser ser interior.
En la vida de Jesús, es esencial la presencia del Espíritu Santo, juega un papel tan importante en la vida de Jesús, para nosotros también en la vida de la evangelización, que nosotros no estamos solos, no estamos desamparados, hay alguien que nos inspira, fortalece, que está con nosotros.
“Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes.” Al decirles esto, soplo sobre ellos y añadió: reciban el Espíritu Santo.
Como el consolador, el defensor, “yo daré esto”, dice Jesús. En el caminar de nuestra vida todos necesitamos el consuelo, sobre todo cuando pasamos por un momento doloroso, no hay trabajo, hay problemas en el hogar, diferentes consuelos, como puede ser algo muy terrenal que no nos llenara el corazón, mientras que el consuelo del cielo entra a lo más profundo del corazón, este es el consuelo que Dios nos da a nosotros, este consuelo que nos da el Espíritu Santo, nos regalara nuevas fuerzas, nuevas formas de caminar, nuevas estrategias eso es lo que cumple en nuestra vida de fe.
Necesitamos todos los días pedir los dones del Espíritu Santo, para caminar para compartir, para llevar esa alegría, el Espíritu Santo viene a curar las heridas que ha provocado desorden interior en el ser humano, que necesita ser curado.
El Espíritu Santo viene a curar las heridas de nuestro corazón, mientras nos e curen las heridas, vamos a estar vacíos, no encontramos un sentido profundo en nuestra vida. El Espíritu Santo viene a recrear el corazón del ser humano.
Que maravillosos, que alegría para nosotros, todo lo tenemos, qué más nos falta para vivir, lo tenemos todo, tenemos que hacer lo que nos toca como personas, tenemos que comprometernos, todos los bautizados, los que hemos dicho sí a Dios, tenemos que llevar adelante.
Recordando la fiesta de Pentecostés, nos recuerda nuestro compromiso, así como María hemos dicho sí a Dios, así como María queremos colaborar en el proyecto de Dios.
Queridos hermanos y hermanas, recordando esta fiesta tan importante para nosotros, Dios bendiga a nuestra querida Iglesia, Dios fortalezca en estos tiempos tan particulares que vivimos y nosotros todos los días pidamos los dones del Espíritu Santo, necesitamos nosotros para llevar el amor de Dios.
Feliz día de Pentecostés y Dios bendiga a nuestra querida Iglesia.