Monseñor Centellas: Jesús nos invita a ser generosos con nuestra vida y tener manifestaciones y expresiones gratuitas
Prensa CEB 28.08.2022.- “Jesús nos invita a ser generosos con nuestra vida y tener manifestaciones y expresiones gratuitas. Y creo que siempre podemos buscar espacios para que el voluntariado dentro de la iglesia y en la sociedad siga creciendo para mostrar que es posible seguir a Jesús como signo de quien busca una nueva manera de vivir”, reflexionó el arzobispo de la Arquidiócesis de Sucre, monseñor Ricardo Centellas, en su homilía dominical desde la Catedral Metropolitana de la capital del país.
“El humilde lucha para que cada persona viva con dignidad, lucha para que el bien común sea de todos y no solo de algunos”, destacó y añadió que en los últimos domingos se meditaron las condiciones del seguimiento a Jesús y que en esta ocasión las lecturas invitaban a practicar la humildad y la gratuidad.
La humildad
“La humildad no quiere decir que uno sea callado, sumiso, dominado, que no pueda reclamar ni expresar su pensamiento; no es pasividad, no significa que no puede hacer nada ni decir nada, sino reconocernos como hijos de Dios y discípulos de Jesús que practican esta virtud”, señaló.
Además, manifestó que el humilde siempre trabajará por el otro, no se quedará en el desarrollo de sí mismo, sino que luchará para que cada persona viva con dignidad y para que el bien común sea de todos y no solo de algunos. “Y creo que cuando pasamos por este mundo lo que quedan son los buenos ejemplos y el testimonio de haber colaborado al otro”, añadió.
“Y hay tantas familias, jóvenes y niños en el país que necesitan de nuestra ayuda. Hay grupos comunidades e instituciones que sí trabajan por los más necesitados, pero es insuficiente. Necesitamos trabajar en esta virtud de la cual nos habla Jesús, y si profundizamos nuestra condición humilde en la vida cotidiana, siempre seremos personas que aportan solución a la vida, no que la dificultan”, recalcó.
También se refirió a que Bolivia celebrará 200 años como país libre y soberano, pero habrá que preguntarse si son 200 años de inclusión porque la mayoría no vive bien.
La gratuidad
“Cuando Jesús pide que al almuerzo que hagas no invites a tus amigos o parientes, sino a los pobres, lisiados, paralíticos y ciegos, se refiere a que no entremos en la lógica del mundo de la retribución, buscando la conveniencia de qué me conviene y qué no, cuánto recibiré y cuánto me reconocerán”, cuestionó.
Sostuvo que es fácil entrar en ese estilo de vida, por lo que convocó a apostar por la gratuidad, por la generosidad, “por este plus en la vida que es el desprendimiento, que no solo es material, sino espiritual y mental”.
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