El Papa: Siempre hay que recibir al pobre, acompañarlo e integrarlo
Prensa CEB 6.09.2022.- Con gran alegría el Santo Padre recibió en audiencia a un grupo de representantes de Cáritas España, con motivo del 75 aniversario de la fundación de esta institución, que “se ha ganado el respeto de la sociedad española, más allá de sus creencias e ideologías” – les dijo – puesto que “la Caridad, el Amor con mayúsculas, es el rasgo más esencial del ser humano, creado a imagen de Dios, y por ello el lenguaje que más nos acomuna”.
Retos de Cáritas España
Francisco les manifestó que su realidad es muy importante, pues permite ver cómo “el modo de amar divino puede ser pauta del trabajo de Cáritas”, a lo que añadió textualmente:
“En verdad, si Cristo nos llama a la comunión con Dios y con el hermano, su esfuerzo se encamina precisamente a reconquistar esa unidad a veces perdida en las personas y en las comunidades. Y me parece que esto es algo que ustedes ya proponen, cuando plantean algunos retos en este esfuerzo”
El primero de los retos a los que el Pontífice aludió fue “la necesidad de trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”. No son los resultados los que nos mueven o cumplir objetivos programados, les dijo, sino:
“Ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, y acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma, siendo capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su sitio y de abrirse a los demás y a Dios”
El Papa recordó la existencia de un libro pequeño publicado en España, que se titula “Hermanito”, que relata la vida de un migrante con todo lo que sufrió y cómo fue recibido con caridad en esa nación, en la pudo rehacer su vida. De ahí su recomendación, por ser una obra inspiradora.
El segundo reto necesario, prosiguió diciendo el Papa, es “realizar acciones significativas. No bastan gestos que buscan ‘salir del paso’, pero que no promueven un verdadero cambio en las personas”.
“Jesús nos lo dice claramente, con su vida y con su obra, que no basta ‘dar’, hay que ‘darse’. La caridad supone siempre una donación oblativa de la propia vida”
Puerta abierta hacia una vida nueva
Este reto será significativo – añadió el Obispo de Roma – “más allá de la acción concreta, cuando ofrezca a la persona una puerta abierta hacia una vida nueva”.
“Parafraseando el Evangelio de Juan, si se nos buscara y se nos alabara sólo porque la gente comió pan, y nos sintiéramos como reyes por esa razón, estaríamos traicionando el mensaje de Jesús”
Además, Francisco les recordó: “El Señor nos propone ser fermento de un reino de justicia, de amor y de paz. Nos pide que seamos nosotros los que demos de comer a su Pueblo ese pan partido que es Él mismo, enseñándonos que el que quiere ser verdaderamente grande debe hacerse servidor de todos”.