Obispos de Bolivia condenan el abuso en la ocupación y expulsión de la señora Amparo Carvajal
Prensa CEB 25.09.2022.- Así lo ha manifestado el presidente de la Conferencia Episcopal Bolivia, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OMF, la mañana de este domingo en su homilía desde la Catedral de la Santísima Trinidad del Beni, asegurando: “Como obispos de Bolivia condenamos el abuso en la ocupación y la expulsión de la Señora Amparo Carvajal, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) de las oficinas de la Asamblea, una señora de la tercera edad. ¿Dónde queda el respeto a los mayores?”.
Refiriéndose a las lecturas de hoy, el obispo habló sobre la situación de injusticia que se vive en el país, donde la Iglesia Católica toma un rol de profeta, denunciando la ausencia de la justicia, de la atención a la vida, dignidad del ser humano y en los aspectos que deben ser de derecho para todos los ciudadanos.
Asimismo, se refirió al problema de los cocaleros de los Yungas, considerando “la deficiente atención de la salud, el tema de la justicia en nuestro país que es pronta para unos y lerda para otros”, remarcó.
Homilía de Mons. Aurelio Pesoa, O.F.M.
Obispo del Vicariato Apostólico del Beni
Lc. 16, 19 -35
Basta escuchar y practicar la Palabra de Dios
1.- Ayer como hoy el Profeta Amós nos invita a dar una mirada a lo que va aconteciendo en el mundo y nuestro alrededor. Mientras unos están bien otros hacen el esfuerzo para tener lo necesario.
El profeta denuncia esa situación de injusticia, lo mismo haría hoy, y no lo hace por sí mismo, sino por mandato de Dios. La Iglesia Católica en el tiempo y la historia del mundo, ha tomado el rol de los profetas, siempre ha denunciado la ausencia de la justicia, de la atención a la vida y dignidad del ser humano y en los aspectos que deben ser de derecho para todos los ciudadanos.
Sin embargo, el profeta no se queda en la denuncia, sino que trasmite palabras de consuelo y esperanza, porque Dios no se olvida ni se desentiende de sus preferidos los descartados en todos los tiempos y del mundo.
2.- El Evangelio de hoy, en consonancia con el profeta Amós nos pone ante la realidad de la sociedad del tiempo de Jesús, no muy diferente al tiempo que vivimos.
El Evangelio invita a mirar a tres personajes. 1) El pobre Lázaro, que no emite ninguna queja, espera que alguien se preocupe por él. 2) El rico que banquetea todos los días, pero que no tiene nombre, es el que habla mucho y no dice nada, sus pensamientos centrados en su propia persona. 3) Finalmente el Padre en la fe, tanto para el judaísmo como para el cristianismo, Abraham, es el hombre que expresa el pensamiento y el sentir de Dios con relación al hombre.
La lectura no nos habla del más allá, más bien se refiere a la vida presente, del más allá se encarga Dios que lo ve todo, Dios nos dio los mandamientos para que sean puesto en práctica aquí en la tierra, en vista del más allá.
La vida presente está referida a los cinco hermanos del rico, que viven en la abundancia de manera egoísta, no piensan en el sufrimiento de los demás. La lección de hoy es que los que tienen riquezas y poder y la emplean para sí mismos cierran la puerta del futuro.
El poder enceguece y no permite ver la realidad sentida del prójimo. Veamos lo que va sucediendo estos días en nuestro país, el problema de los cocaleros de los Yungas, la deficiente atención de la salud, el tema de la justicia en nuestro país que es pronta para unos y lerda para otros.
3.- El reclamo y queja que le hace al rico es por no haber mirado y cubierto la necesidad del sufriente. En el peregrinar de la vida cuantas veces hemos visto a personas con necesidades o que piden un milagro divino para creer, cuando solamente bastaría escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica, el Señor nos dice: “Ahí tienen a Moisés y los profetas”.
El exceso de deseo de bienes materiales y el afán de poder obstaculiza la gracia de Dios en la persona. Igual que el deseo desmedido de dominio oscurece la vida y desemboca en el resentimiento y amargura.
No, nos olvidemos, todos moriremos. Todo se paga, si no es en este mundo es en el más allá. De nada servirán los lamentos: “si no escuchan a Moisés y los Profetas no escucharan a otros”.
Como obispos de Bolivia condenamos el abuso en la ocupación y la expulsión de la Señora Amparo Carvajal, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) de las oficinas de la Asamblea, una señora de la tercera edad. ¿Dónde queda el respeto a los mayores?
Nos preguntamos: ¿Me asemejo a Lázaro o al rico epulón? En la vida ¿Conozco a personas que se preocupan por los más pobres? Seguro que sí, son personas que tienen a Dios, pero cada vez van disminuyendo estas personas de Dios. Amén.