Mons. Coter: «No nos engañemos, violencia es violencia, es actitud del corazón que mata»
Prensa CEB 12.02.2023. “Después de que Jesús invita a ser luz en el mundo y sal en la tierra, luego explica cómo hacerlo”, dijo Mons. Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de Pando en la eucaristía dominical, donde relata que el evangelio de este domingo marca tres realidades que hacen a la vida humana: la violencia, el deseo y la sinceridad.
Indicó que hoy no basta con decir “no he matado”, pues hay muchas maneras de matar, no solo físicamente: “desde destruir la propiedad, desde ocupar la propiedad, es violencia después se cuelga la tricolor, para defenderse, pero se ha entrado pacíficamente con violencia, pasando encima de las leyes y las normas, no nos engañemos, violencia es violencia, es actitud del corazón que mata”, dijo el obispo señalando los avasallamientos que existen en el país y los casos que se ven en la selva donde también utilizan la violencia hasta llegar a matar, “pero Jesús en el evangelio dice que no se trata de matar, sino que se trata de no hacer crecer en tu corazón el desánimo y desamor”, dijo que lo que debe cuidar todo cristiano es a no dejar que en el corazón crezca el desamor..
La segunda indicación es el deseo, y atención es muy puntual en el evangelio, dijo Mons.: “El que mira a una mujer deseándola, es mucho más que eso, donde empieza todo esto es en la mirada, es desde la mirada del corazón cuando empiezas a ser infiel, yo les digo que el que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio en el corazón”, manifestó que cuando se mira a una mujer con “deseo” ya se reduce a la persona como un “objeto”: ”el que va con prostitutas ¿no la reduce a objetos?, ¿no pisa la humanidad de estas personas, y se justifica con dinero?, así deshumanizas esta relación, la destruyes, la palabra adulterio viene de cambiar falsificar, así cuando la mirada desea al otro eso se reduce a verla como objeto, y esto te hace perder a ti y a tu humanidad”, indicó.
Y en la última realidad se encuentra el “juramento”: “Jesús dice no jurar, aquí en los tribunales vemos como se jura, y cuantas veces sabemos que se miente, el hecho de recurrir al juramento es buscar y afianzar a una persona que no es creíble, entonces hay que hacerla jurar, Jesús dice que no jures por nada, que tu actitud sea de sinceridad siempre, que tu hablar sea, si cuando si, y no cuando es no, no des campo a la mentira en tus palabras y en tu vida, eso no hay que dejarlo crecer porque hasta tu vida se vuelve mentira, un engaño que termina manipulando a la verdad y pierdes tu humanidad”, manifestó Mons.
Finalmente recordó que Jesús ha venido para sanar nuestro corazón, porque es desde ahí que la persona empieza a vivir la plenitud de su humanidad, desde el corazón.