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Mons. Coter: “Pidamos al Señor que no nos deje caer en la tentación”

Prensa CEB 26.02.2023. “Donde sea que estemos siempre es un jardín hay víboras y manzanas, donde sea que estemos siempre hay tentación no hay lugar exento del mal, donde sea que estemos siempre hay algo de la tentación pero es parte de esta historia humana que vivimos, esta es la realidad en la que vivimos”, expresó Mons. Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de Pando, al celebrar la eucaristía desde la Catedral de Riberalta refiriéndose al evangelio de este primer domingo de cuaresma.

En la oportunidad el obispo explicó que el diablo seduce, “es el que se interpone, y te agarra con la tentación, se te insinúa te hace ver lo bonito, te hace ver que no estas rechazando a Dios sino estas aceptando algo que te gusta”, “pero ya de antemano sabes que todo esto no te hará bien, sabes que todo esto romperá algo en ti y quebrará esta integridad que puedes tener, esto es la tentación”, expresó Monseñor exhortando a los fieles a que con la ayuda y la fortaleza que nos da Dios, se puede evitar caer en la tentación.

“Con el mal no se dialoga, porque el mal nunca se presenta como mal, se presenta siempre como bonito, pero en este momento seguir a esto te resuelve un problema, te da tu gusto, porque se presenta como bien, pero es un bien que te lleva después a esconderte, el fin no es el bien”, dijo el obispo aclarando que generalmente las personas que hacen el mal se esconden.

Finalmente señaló las tres tentaciones que menciona san Mateo: “primero, el vivir y hacer de nuestra vida un acumular bienes y cosas, uno bota su vida por la comida y bienes es una tentación que te deja en el vacío”, “la segunda tentación es la relación con Dios, queremos que nos sirva, que esté a nuestro servicio, caemos en esta tentación”, “y la tercera tentación, todo lo que manifiesta poder, la tentación del poder está en el corazón de todo hombre, y vivir para que te guste dominar a los demás, es una tentación diabólica porque falsea tus relaciones y no crea amor, crea esclavitud”, enfatizó Mons. Coter.

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