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Monseñor Aurelio Pesoa exhorta a ser personas comprometidas con la justicia y la libertad

Prensa CEB 12.02.2023.- Desde la Catedral de la Santísima Trinidad, el obispo del Vicariato Apostólico del Beni, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, reflexionando sobre el Evangelio de Mateo (Mt 5, 17-37), afirmó que conservar la libertad nos hace responsables del actuar, tanto en lo bueno como en lo malo y señaló que “no es suficiente hablar de la libertad, sino que debe llevarnos a un compromiso con los hechos concretos.  Obrando de esa manera no nos convertiremos en seres indiferentes o cómplices ante la esclavitud y la injusticia”.

El obispo, dijo que, aunque parezca una contradicción, “existen personas en todo el mundo que viven bajo distintas formas del yugo de la esclavitud.  Los gritos son escuchados con indiferencias porque pocas veces son atendidos.  Los gritos de esos hermanos, no solo es por la falta de libertad, sino también por las condiciones para ejercer su libertad”.

Recordó que la esclavitud tiene muchas caras, alentando a cuestionarnos: “¿Cuál es nuestra actitud frente al mundo de las distintas esclavitudes? ¿Qué hacemos en nuestro alrededor para que existan menos tensiones entre las personas y reine la ley de la libertad, que es fruto de la verdad?”.

A su vez llamó a cada cristiano a ser promotor de la libertad de los demás y que “sintiéndonos Iglesia se alimente nuestro deseo de verdadera libertad y nos mueva a ser personas comprometidas con la justicia y la libertad”, finalizó.

Le invitamos a leer la homilía completa a continuación:

Domingo 06 Ordinario

Mt. 5, 17 – 37

12 de febrero de 2023 (A)

La ley del Señor es perfecta

1.- La Palabra de Dios hoy, es una invitación a reflexionar sobre el don y ejercicio de la libertad.  Dios creo al ser humano libre Entendamos que la libertad hace al ser humano responsable de sus actos, aunque puede seguir una u otra opción, ahí radica su voluntad de acuerdo a su razonamiento.  “A nadie le ordenó ser impío” la primera lectura nos recuerda que Dios a todos nos creó libres y con la capacidad de saber la diferencia entre el bien y el mal.

El libro del Eclesiástico, recuerda a la persona de su libertad a la hora de elegir o decidir, si quiere seguir uno u otro camino, “el fuego o el agua, la vida o la muerte” Todo hombre o mujer es quien decide mantenerse fiel o no a los mandatos de Dios.

Dios no creo el mal sino, que el mal y el pecado entraron en el mundo porque el propio ser humano lo permitió, pues bien sabemos que fuimos creado para el bien, porque fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.  No es Dios el que obliga a hacer el mal, tampoco nos da la libertad para hacerlo.  Es el ser humano el que elige y decide que camino recorrer.

2.-  El texto del Evangelio de San Mateo es la respuesta a la pregunta, de un maestro de la Ley, acerca de la validez de la ley de Moisés y el lugar que debería ocupar en el Nuevo Pueblo de Dios.

La respuesta del Maestro no desautoriza ni pone en tela de juicio la ley del Antiguo Testamento y los Profetas.  Vino para que se la entienda y darle la plenitud.  Es decir que la Ley y los Profetas no han quedado superado como alguno pudiera pensar.

El Maestro ayer como hoy, sigue enseñándonos en qué consiste la perfección de la Ley.  Jesucristo va más allá del simple legalismo e interpretación de Ley, ella debe llegar al corazón humano.  Es decir, Jesús va al espíritu de la ley.  Es yendo al corazón o al espíritu de la ley que se podrá vivir según la justicia del Reino de Dios.  Nos dice hoy: “Cuando ustedes digan sí que sea sí, y cuando digan no que sea no” no de acuerdo al que mejor postor.

También debemos saber que la libertad del ser humano es el don que surge desde el gran don de la sabiduría de Dios.  Ninguna opción, cualquiera sea, no puede escapar al conocimiento de Dios, que todo lo ve y todo lo conoce.  El ser humano al conservar su libertad lo hace responsable de su actuar, tanto en lo bueno como en lo malo.

3.- Aunque parezca una contradicción, en este casi cuarto del siglo 21, existen personas en todo el mundo que viven bajo distintas formas del yugo de la esclavitud.  Los gritos son escuchados con indiferencias porque pocas veces son atendidos.  Los gritos de esos hermanos, no solo es por la falta de libertad, sino también por las condiciones para ejercer su libertad.

Recordemos que la esclavitud tiene muchas caras, por eso conviene que nos preguntemos; ¿Cuál es nuestra actitud frente al mundo de las distintas esclavitudes? ¿Qué hacemos en nuestro alrededor para que existan menos tensiones entre las personas y reine la ley de la libertad, que es fruto de la verdad?

En el libro de los hechos de los Apóstoles el Apóstol Pedro dice: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”, ellos pueden tener poder terrenal y temporal, pero ellos también un día tendrán que presentarse ante el tribunal de Dios y ahí recibirán lo que les corresponde.

Cada cristiano con el don que ha recibido debe ser promotor de la libertad de los demás.  No es suficiente hablar de la libertad, sino que debe llevarnos a un compromiso con los hechos concretos.  Obrando de esa manera no nos convertiremos en seres indiferentes o cómplices ante la esclavitud y la injusticia.

Que nuestro encuentro con Jesús el Hijos de Dios hecho Eucaristía nos haga sentir iglesia de Dios y sintiéndonos Iglesia alimente nuestro deseo de verdadera libertad y nos mueva a ser personas comprometidas con la justicia y la libertad.  Amén

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