Monseñor Centellas: Cuaresma es el tiempo para acercarse a Dios y vencer la tentación del dinero, con claridad en la mente y ética
Prensa CEB 18.2.2024.- Monseñor Ricardo Centellas, Arzobispo de Sucre y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en la celebración de la eucaristía realizada hoy en la Catedral Metropolitana de Sucre, exhortó a evitar la tentación del dinero y su manipulación que pueda ejercer en nuestras vidas, con claridad en la mente y ética.
“Por eso Cuaresma es un tiempo especial para acercarse a Dios, para escuchar su palabra, para alimentarnos de su Espíritu, si nos acercamos a Dios podremos vencer la tentación. Hoy en el mundo y en la sociedad boliviana es tan común dejarnos tentar por el dinero, dejar manipular nuestra vida por la economía, normalmente la economía tendría que estar al servicio del hombre, pero no es así… el hombre está al servicio de la economía”, transmitió.
Advirtió que la tentación es muy sutil y se debe cuidar la ética moral y la dignidad personal. “Debemos tener claridad en la mente, seguridad en el corazón, hay que tener ética en la vida para no caer en esta gran manipulación que hace la economía o el sistema de la economía en el hombre de hoy”, subrayó.
Por otra parte dijo que otra de las grandes tentaciones actuales es el poder, especialmente el político y público que tiene como responsabilidad el bien común pero en el mundo no es así. “En nuestro país tenemos tantas deudas sociales y no es un problema de ahora es de generaciones, entonces que Cuaresma sea un tiempo para descubrir cuáles son las grandes tentaciones que no nos permiten crecer, como persona, como familia, como institución, como sociedad…”, señaló.
En la homilía de hoy citó el Evangelio de San Marcos, en la que dice que Jesús fue llevado al desierto, donde fue tentado por satanás durante 40 días, vivía entre las fieras y los ángeles lo cuidaban. “Este relato es precisamente una invitación para detenernos en las tentaciones que cotidianamente tenemos…en el mundo hay grandes tentaciones en la sociedad, familias, a nivel personal tenemos muchas tentaciones…”
“Jesús cuando enseña a sus discípulos el Padre Nuestro, les enseña a orar en la parte final… no nos dejes caer en tentación, eso nos da a entender que nuestra invocación continúa a Dios, a Jesús al Espíritu Santo es pedirles que nos acompañen, para no nos quedemos en la tentación…”dijo Monseñor.
Señaló que la fuerza de Dios realmente transforma al hombre, por el resto de su vida,
“Que Dios nos conceda la gracia de vernos tal cual somos, para crecer al estilo de Dios como personas sencillas, generosas, solidarias y fraternas que tanto necesita el mundo actual “, finalizó.
Texto: Esther Rojas-Periodista CEB