Mons. Aurelio: Testimoniar con nuestra vida diaria la esperanza del Evangelio hasta los confines del mundo
Prensa CEB 29.05.2022.- Desde la Catedral “Santísima Trinidad”, durante la eucaristía dominical, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, Obispos del Vicariato Apostólico del Beni, alienta a todos los bautizados testimoniar con nuestra vida diaria la esperanza del Evangelio hasta los confines del mundo.
Asimismo con motivo de la 56 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Obispo ha reiterado el llamado del Papa Francisco a saber comunicar los bueno, el bien, siendo portadores de esperanza, sin olvidar que también hay que denunciar aquello que causa desesperanza.
Por otro lado en la fiesta de la Ascensión del Señor, recuerda que la última acción de Jesús es dar la bendición a sus discípulos, bendición que se prolonga y que está presente a través de la historia.
La autoridad eclesial enseña que con la fiesta de Pentecostés, inicia el tiempo de la Iglesia, Jesús ayer como hoy propone un nuevo plan, para que por la acción del Espíritu Santo y por el testimonio de vida, vayamos por el mundo y prediquemos el Evangelio.
La invitación es la de dar testimonio de Jesús Resucitado, siendo hombres y mujeres creyentes, sin dar paso a la maldad y perversidad del hombre actual.
A su vez en la Jornada de las Comunicaciones Sociales se nos invita a la mutua escucha, a escuchar con los oídos del corazón, ser portadores de la verdad y de la esperanza.
Finalmente el Vicario del Beni, invita a todos los creyentes a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, conduciéndonos al respeto y la aceptación de los otros. Pidiéndole al buen Dios, que nos haga ver no solo los defectos, sino también lo bueno que Dios ha sembrado en nuestro prójimo. Mirando al cielo, pero sin perder de vista el mundo donde nos toca vivir.
La tarea que el Señor nos encomienda es, construir el Reino desde la tierra y cada día, mediante los actos de amor al prójimo, sin dar lugar al oportunismo y al egoísmo que no busca el bien, sino sacar ventajas personales.
Testimoniar al Señor con nuestra vida, es la vocación que tenemos como hijos de Dios.