Espiritualidad del Sacerdote para tiempos actuales
Prensa CEB 07.07.2022.- Este 6 de julio, el programa de la 35ª Asamblea del Clero Nacional, ha contemplado dos charlas acerca de la espiritualidad del Sacerdote Diocesano en el contexto de los tiempos actuales.
Una de las charlas estuvo a cargo de P. Juan Esquerda Bifet, vía zoom desde España. En a ocasión P. Bief, señaló que estamos en una temporada de cambio de época entendida como sensibilidad, costumbres, valores y compromisos distintos de un pasado hasta reciente. Es una realidad que requiere prestarle atención y se deja convencer por los signos que encuentra y por las experiencias que se llevan a cabo. Remarcando que, el evangelio no cambia: cambian las personas a las que se dirige.
Los Apóstoles siguen a Jesús construyendo una relación de amistad con Él y de totalidad en la entrega (“¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” – Jn. 6,68). Y de esta manera se vuelven testigos creíbles de esta relación auténtica y aprenden a amar como El ama. Esta profunda amistad con Cristo los hace capaces de gozosa esperanza que, vivida, permite reconocerlos como Pastores auténticos, entusiastas y convincentes. Hace falta proponer a los jóvenes la radicalidad de este seguimiento.
Cuando se manifiesta en la vida del sacerdote el cansancio entonces está llamado a experimentar el consuelo maternal de María que acompañó desde el comienzo el camino de su Hijo y de la Iglesia.
El don del Espíritu que los Apóstoles recibieron en Pentecostés los abre al camino eclesial vivido en actitud de servicio a la Palabra, discernimiento y construcción del camino de la Iglesia con valentía y audacia (“parresia” indica papa Francisco). Se abren al camino de comunión (koinonía) en un proceso que cambia el corazón (metanoia) que los hace capaces de abrirse a los hermanos (misión) sin fronteras. Es camino de santidad vivido en la comunidad eclesial y en la acción pastoral.
Este camino del discípulo reclama aplicación en la fraternidad nacida de la llamada de Jesús y en la constitución de los Apóstoles que fueron elegidos para “estar con El y para enviarlos a predicar” (Mc. 3,14). La oración sacerdotal de Jesús les exige este encuentro de unidad y reclama la urgencia del mandamiento del amor. Palabra, Eucaristía y Caridad son el itinerario permanente que construye el rostro de la Iglesia de comunión, peregrina y sinodal. “Orar”, “Escuchar”, “analizar”, “dialogar”, “discernir”, “aconsejar”, “decidir”, “compartir”, son los verbos que conducen el camino de la Iglesia que encuentra en Cristo el camino, la verdad y la vida: Pentecostés permanente de esta Iglesia sinodal.
Despacho de Mons. Eugenio Coter.