Mons. Huaygua: “La mayor felicidad del sacerdote está en crear fraternidad y juntos hacer misión”
Prensa CEB 13.12.2023.- La Diócesis de Coroico organizó la pasada jornada un almuerzo navideño, en donde se congregaron los sacerdotes de esta jurisdicción. En la oportunidad Mons. Juan Carlos Huaygua, quien presidió la misa de acción de gracias, animó a sus hermanos sacerdotes en, hacer de su vocación, un servicio con alegría, “la mayor felicidad del sacerdote está en crear fraternidad y juntos hacer misión”, señaló.
En ambientes del Seminario San Jerónimo de la Arquidiócesis de La Paz, el obispo de la Diócesis de Coroico, ofreció un almuerzo navideño a más de una decena de Padres, la emotiva reunión fue cerrada con una eucaristía y en su homilía se dirigió a los sacerdotes motivándolos a que, como la Virgen María, sigan el llamado y se pongan al servicio de los demás, pero priorizando a los «hermanos sacerdotes”.
Al inicio de su reflexión Mons. Huaygua citó a los filósofos, Voltaire, Rousseau y Mostesquieu, quienes, a decir del obispo, fueron los que han propugnado la Revolución Francesa bajo el lema: Igualdad, libertad y fraternidad, “tres palabras que han generado mucha muerte en la Revolución, y de estas ideas se han contagiado muchos gobiernos en América Latina”, precisó.
«Voltaire cuando habló de los religiosos y sacerdotes, hizo una exhortación fuerte y que generó mucha reflexión: “los frailes entran sin conocerse, viven sin amarse y mueren sin llorarse» y ciertamente nos juntamos sin conocernos y ahora la pregunta, ¿vivimos sin amarnos?, y más aún cuando alguien muere, ¿no lloramos su muerte?», preguntó Mons. Huaygua.
Acotó que los sacerdotes están llamados a servir a los demás, pero que, en primer lugar, deben estar los presbíteros, “nuestros hermanos sacerdotes que serían los prójimos, el más cercano a nosotros, es el otro sacerdote, que vive conmigo, es parte de mi parroquia y es de mi diócesis”, recalcó.
Por lo que justifica, el obispo de Coroico, que la caridad sacerdotal debe ser una de las primeras misiones y que la reflexión de Voltaire debe llamar la atención, “vivir sin amarse, sabemos que el amor está en la voluntad, tanto el odio como el amor son decisión del ser humano”, reflexionó.
«Decidimos a quien odiar, pero también decidimos a quien amar, está en nosotros y es un imperativo que viene de Dios, “amar al prójimo”, así como amamos a Dios, y él nos da esa orden, porque ese es el camino de la felicidad».
Añade la autoridad eclesial que la felicidad es aceptar la llamada, y hacer de la vocación, un servicio de alegría, ya que la mayor felicidad del sacerdote está en crear fraternidad y “juntos hacer misión”.
“Es lamentable ver a un sacerdote triste, porque nosotros debemos ser alegres, entusiastas y que se transmita esa alegría y esa alegría debe llegar hasta la tumba, nuestro camino no es por un tiempo, nuestra vocación no es por un tiempo, no tiene una fecha de vencimiento, sino es hasta la tumba. Ojalá todos seamos enterrados revestidos como estamos hoy, con la estola sacerdotal, es decir, representando a Cristo”, exhortó.
Dijo además que la sociedad cuestiona la vocación sacerdotal, el ministerio y la razón de ser, es más les consultan señalando, ¿para qué están ustedes?, monseñor Huaygua manifiesta que, desde la razón humana, esto situación no se entenderá.
“Hay que tener fe para entender, desde la fe sí y le vamos a dar un sentido nuevo cada día. Cada eucaristía que celebramos, la tenemos que hacer con alegría, y en el nombre de Jesús ocupamos su lugar en la Iglesia y en la sociedad”, aclaró.
El obispo de la Diócesis de Coroico auguró que este encuentro fraternal sirva para la unión de los sacerdotes y sobre todo contar con “un solo corazón”, y que el testimonio de cada uno de ellos, sea ese anuncio gozoso al mundo, “de que la vocación existe y que somos felices, viviendo con alegría y dando testimonio de amor y humanidad”, Concluyó.