Monseñor Pesoa: La Cuaresma es para perdonar, para contribuir a un mundo mejor, para despojarse de partidismos y buscar el bien no de algunos sino de todos
Prensa CEB 15.2.2024.- Monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM, Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en la solemne eucaristía del Miércoles de Ceniza, celebrada en la Catedral Santísima Trinidad, recordó que la Cuaresma es un tiempo para perdonar, para contribuir a un mundo mejor despojándose de “partidismos” que sólo buscan el bien de algunos y no de todos.
“La Cuaresma es la puerta que abre a la gracia de Dios, para que esa gracia venga y tome posesión en la vida del ser humano particularmente del católico,… esa vida muchas veces cerrada, esa vida muchas veces oscura, oscura por muchas cosas que vamos acumulando y dejando…”, inició la eucaristía.
Cuestionó, ¿cuántas oscuridades hay en nuestras vidas?, y en las cuaresmas que nos tocó vivir, ¿cuánto hemos perdonado?, ¿cuánto mal se ha evitado?, ¿cuánto de bueno hemos hecho? ”La Cuaresma es para saber pedir perdón, saber pedir disculpas, la Cuaresma es un tiempo para saber reconocer que no somos perfectos, para reconocer que cometemos errores, que nos equivocamos, pero allá existe un Dios que simplemente nos invita a reconocer nuestros errores, nuestras faltas, por eso el Papa Francisco al comenzar su Ministerio, dijo Dios no se cansa nunca de perdonar”.
Por otra parte, reflexionó a los creyentes, cómo han contribuido para un mundo mejor desde la anterior Cuaresma. “No estoy hablando de metal, pareciera que el mal triunfara y se hiciera cada vez más fuerte… La Cuaresma es para pedir a Dios, la gracia de la fortaleza y vencer todo lo malo que no contribuye al bien…”
“Este nuestro país tan conflictivo, nos bloquean y sufrimos, no podemos llevar a nuestros enfermos…Pidamos para que de una vez las autoridades sepan entenderse, que sepan despojarse de todo aquello que es ideología o partidismo, para mirar el bien no sólo de alguno sino de todos, eso es Cuaresma”, pidió Monseñor.
Sugirió poner en práctica lo que manda el Evangelio de San Mateo de dar limosna sin hacerlo público, ayunar sin que nadie se dé cuenta y orar en lo más íntimo, para que Dios que todo lo ve les de su recompensa.
“Qué el signo de la ceniza nos recuerde que todos somos pasajeros, la vida es pasajera, es temporal, Dios los espera pidámosle que la espera no sea en vano…”, finalizó.
Texto: Esther Rojas-Periodista CEB
Fotos: Romy Suarez/ Periodista del Vicariato Apostólico del Beni