“Profetizar es aquello que no nos gusta escuchar”, dijo el presidente de la CEB
Prensa CEB 29.9.202438- El Evangelio de hoy nos habla del “Espíritu Profético no es exclusivo de nadie”, en este marco, Mons. Aurelio Pesoa R. obispo del Vicariato Apostólico del Beni dijo que, profetizar es, denunciar que la justicia es ciega para algunos y “tuerta para otros”, además que el amor al prójimo es contribuir en la construcción de un mundo, en donde todos tengan las mismas oportunidades y derechos, en donde la libertad, la justicia sea igual para todos.
Desde la Catedral “Santísima Trinidad” en el Beni, monseñor Pesoa que también es presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) habló de “profetizar”, que es aquello que no nos gusta escuchar, “pero no solamente hablar de Dios y de aquello que nos gusta, aquello que nos gusta oír o solo quedarnos en el plano espiritual. Profetizar es también decir aquello que no nos gusta escuchar”,dijo.
“Profetizar es recordar también que todos somos hijos de Dios y que tenemos los mismos derechos, la misma dignidad y nos debemos por tanto el respeto mutuo y que los bienes terrenos es un derecho de todos, no solamente para algunos privilegiados o influyentes”, señaló.
Recalcando que profetizar es denunciar que la justicia es ciega para algunos, pero “tuerta” para otros, acotó además, que la palabra de hoy, llama a la solidaridad, la compasión y la caridad en favor del necesitado.
En el tema de la caridad, que, a decir del obispo, se manifiesta en el prójimo, se demostró en manifestaciones de muchos cristianos colaborando a los damnificados que fueron afectados por los incendios y provocados por las mismas personas o provocados por personas.
Asimismo manifestó que el amar al prójimo es contribuir en la construcción de un mundo en donde todos tengan las mismas, oportunidades y derechos, en donde la libertad, la justicia sea igual para todos. “Queridos hermanos, el amor al prójimo se construye no con amenazas y descalificaciones y mentiras, sino cultivando espacios de diálogo verdadero, en donde nadie por pensar distinto se sienta amenazado o discriminado”, reflexionó el obispo del Beni.
Pidió a los feligreses ser constructores de un país en donde los indígenas y campesinos no tengan que sufrir cada año el drama del desastre de los incendios, que muchas veces es ocasionado por la irresponsabilidad y egoísmo de algunos “malos bolivianos”.
Reflejó que los afectados por los incendios deben caminar largas distancias buscando ayuda ante el desastre, pero que la misma, tarda en llegar, “hermanos que buscan ser escuchados en sus derechos y necesidades”, dijo.
Monseñor Pesoa terminó su homilía indicando que todos debemos ser constructores de solidaridad y compasión, desterrando así el mal que da origen y motivo al escándalo, aspecto que no condicen con el ser cristiano e “hijos de un mismo padre”, solicitando además ser profetas del bien.