El Papa se ha querido hacer presente en la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, que se celebra desde hoy en la ciudad francesa de Lyon, coincidienco con la beatificación de de Pauline Jaricot, fundadora de una de las cuatro obras misionales, la obra de la “Propagación de la Fe”.
“La Iglesia es misionera por naturaleza”, expresa el pontífice parafraseando a la nueva beata, en un mensaje enviado a los 120 directores nacionales presentes en la localidad gala, presididos por Giampietro Dal Toso, máximos responsable eclesial de las Obras Misionales Pontificias.
Carrera en vano
A la par, subraya a los coordinadores de los grandes proyectos de cooperación y desarrollo eclesiales en países con carencias económicas que “es el Espíritu del Señor quien precede y permite todas nuestras buenas obras: el primado es siempre de su gracia”. “De lo contrario, la misión se convertiría en una carrera en vano”, apostilló.
El Papa recuerda en su escrito cómo además este año se celebran los 150 años del nacimiento del beato Paolo Manna, fundador de las Pontificia Unión Misional, así como los 400 años de la Congregación de Propaganda Fide.
Reforma curial
De hecho, Francisco aprovecha esta efemérides para poner en valor cómo la reforma de la Curia, a través de la constitución ‘Praedicate Evangelium’, dará un “papel especial” al conocido ya como súper Dicasterio para la Evangelización.
Así, les recordó que anunciar la Buena Noticia “no es proselitismo, sino testimonio: salir de uno mismo anunciar con vida el amor libre y salvador de Dios por nosotros, todos llamados a ser hermanos y hermanas”. Traducido en lo concreto, Francisco les encomendó “ayudar a los Obispos a abrir cada Iglesia particular a los horizontes de la Iglesia universal”.
Fuente: Vida Nueva Digital
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