Prensa 20.04.2022.- Mediante un comunicado y ante los hechos suscitados el sábado 16 de abril, los Hermanos de la Provincia Misionera San Antonio en Bolivia, expresan su profundo dolor por el robo y violento asesinato de Fr. Wilberth Daza Rodas, OFM.
Los hermanos de la Provincia Misionera se sienten consternados por la irreparable pérdida de este hermano caracterizado por su fraternidad, sencillez, bondad y por su fiel testimonio de los principios evangélicos propios de nuestro carisma. De la misma manera expresan a la familia Daza Rodas sus condolencias, y les hacen llegar sus palabras de consuelo y ofrecen todo su apoyo fraterno.
Así mismo condenan los hechos de violencia causados contra la vida del hermano Wilberth. Recuerdan que la vida es un Don Sagrado concedido por el Buen Dios y que todos los bautizados estamos llamados a proteger este Don en todo momento y circunstancia; por esta razón ninguna persona tiene la potestad de atentar contra ella en ninguna forma.
De igual manera en el comunicado, la Comunidad religiosa exige a las instancias’ llamadas por ley acelerar y profundizar las investigaciones, dentro del marco de la imparcialidad, para esclarecer los hechos e identificar a los responsables de este acto de violencia contra nuestro hermano. Ni este ni ningún hecho violento debe quedar en la impunidad. La justicia y la verdad, son indispensables para toda sociedad.
De la misma manera los Religiosos agradecen a las instituciones que les han expresado sus palabras de consuelo y aliento en estos difíciles momentos. En especial a: la Conferencia Episcopal Boliviana, a las distintas jurisdicciones eclesiales de Bolivia, Conferencia Boliviana de Religiosos. La Curia General de los Hermanos Franciscanos Menores. La Familia Franciscana de Bolivia y los fieles de las parroquias y conventos en las cuales nuestro hermano testimonió con su ministerio el Amor Misericordioso de Dios.
Agradecernos a los fieles sus oraciones por el eterno descanso de nuestro hermano. La comunión y la esperanza cristiana, cimentadas en la Resurrección de Jesús, atestiguan que el bien y la vida prevalecerán.