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Jul

Mons. Leigue: “Seamos esos pequeños, que humildemente delante del Señor reconozcamos que Él es todo en nuestra vida

Prensa CEB 03.07.23.-“Seamos esos pequeños, que humildemente delante del Señor reconozcamos que Él es todo en nuestra vida”, pidió el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue Cesarí, este domingo 02 de julio , desde la Basílica Menor de San Lorenzo – Catedral.

“Padres de familia, en estas vacaciones dialoguen con sus hijos, acérquense más a ellos, a eso nos invita el Señor, a cuidar de los pequeños, pide Arzobispo de Santa Cruz”

Ante tantos problemas que vive nuestra niñez hoy, Arzobispo exhorta a los padres a preguntarse ¿Cómo es su relación con sus hijos? ¿Cómo están actuando como padres?

Dios debe ser fundamental en nuestra vida, Él es el único que no falla, los papás humanos se pueden equivocar, pero Dios NO, Él no falla”.

El que acoge a alguien que anuncia la buena noticia, tiene una recompensa buena, pero el que rechaza a un profeta, tiene sus consecuencias”.

“El que pierda su vida por mí la ganará”, al final la recompensa que el Señor nos dará será grande, pero para eso hay que ser fiel a Dios”.

“Dios nos quiere, así como somos, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, no finjas ser otra persona que no eres”.

El profeta anuncia la buena noticia, la presencia de Dios, lo que Dios nos dice, pero también denuncia lo que está mal”.

Homilía de Mons. René Leigue Cesarí, Arzobispo de Santa Cruz

Basílica Menor de San Lorenzo- Catedral – 02-07-2023

 “El que ama a su padre y madre más que a Mí, no es digno de Mí”

Cada vez que nos encontramos con el Señor, siempre nos sorprenden algunas cosas que nos dicen, y muchas veces nos quedamos ahí ¿qué quiere decir el Señor con eso? por ejemplo, hoy en el Evangelio, es algo que sorprende no, ¿qué dice? El que me ama, el que ama a su padre y madre más que a mí, no es digno de mí, y aquí nos preguntamos ¿qué es del cuarto mandamiento? Y si el Señor ha dejado unos mandamientos, es porque es importante y fundamental par la vida de cada uno de nosotros, no anula esto el mandamiento de respetar a los papás, pero sí lo que aquí quiere decir el Señor es, que Dios en nuestra vida debe ser fundamental, y aquí no podemos equivocarnos, aquí no podemos ir nosotros por otro camino, es decir que el amor a los padres no debe faltar, y no debe fallar, y no tenemos que dudar de eso, el respeto a los padres es importante, pero el amor a Dios, es mucho más que todo, y eso es lo que Él quiere remarcar aquí.

Dios debe ser fundamental en nuestra vida, Él es el único que no falla, los papás humanos se pueden equivocar, pero Dios NO, Él no falla.

Estamos agradecidos con nuestros padres porque nos han traído a este mundo, algunos han luchado, han dado su vida por sus hijos, algunos por ahí se han equivocado, pero eso no quiere decir que son todos los papás así, pero si pensamos en Dios, es Él, el que nos ha regalado la vida, es Él, el dueño de la vida y acaso no tenemos que estar agradecidos con Él, y esto es lo que el Señor quiere decirnos hoy, “El que ama más a sus padres, no es digno de Mí”, el que ama más su hijo, es lo mismo, pero les vuelvo a recalcar, no es que el Señor anula los mandamientos o el mandamiento de honrar a los papás, sino, nos hace notar que Él en la vida de cada uno de nosotros debe ser fundamental e importante, Él es el único que no falla. Los papás humanos se pueden equivocar, pero Dios NO, Él no falla, Él está ahí para animarnos, y quiere que también nosotros respondamos con ese mismo amor hacia Él, por eso es que nos habla de esta manera, y para seguirlo a Él, no es solamente un momento de entusiasmo, un momento de alegría en el cual nos sentimos bien con nosotros  mismos, o agradecidos con algunas cosas que sentimos que Dios nos ha dado, va mucho más allá.

Dios nos quiere, así como somos, con nuestros defectos y con nuestras virtudes, no finjas ser otra persona que no eres.

Dios nos dice; “El que quiera seguirme que tome su cruz”, y aquel que tome su cruz y me sigue, ese es digno de mí. Cuantas veces queremos escapar de momentos difíciles  que pasamos y a lo mejor queremos refugiarnos en Dios, pensando que si estamos con Él, no vamos a pasar momentos complicados, el Señor nos dice; “cargue con lo que tú eres”, te quiere así con lo que tú eres, así con tus defectos, con tus virtudes, así como eres como persona, así te quiero, no escapes de nada y no finjas ser otra cosa que no eres, te quiero así, eso es nuestro Dios, Él sabe que nosotros lo necesitamos y sabe que sin Él no podemos ir adelante, pero tampoco podemos fingir delante de Él, no podemos decir una cosa hoy, y después mañana otra, porque a veces nos pasa no.

“El que pierda su vida por mí la ganará”, al final la recompensa que el Señor nos dará será grande, pero para eso hay que ser fiel a Dios.

Cuantos de nosotros por el momento que vivimos tan bonito, a lo mejor visitando algún lugar, o por aquella necesidad que tenemos llegamos hasta comprometernos, o hasta prometer algo a Dios, Señor si tú medas esto, yo voy hacer la caminata a Cotoca por ejemplo, y voy a entrar de rodillas al templo ¿está mal eso? No, no está mal, pero que esto no se quede ahí, que después que cumplo mi promesa, me olvido, ya no vuelvo al Santuario, ya no vuelvo a misa porque conseguí lo que le pedí a Dios, aquí el señor nos dice; “Yo te quiero tal como tú eres”, en agradecimiento bienvenido, en tus necesidades bienvenido, cargue con su cruz y sígueme y si así lo haces, eres digno de mí, el que encuentre su vida la perderá, pero el que pierda su vida  por mí, es digno de mí. Cuantas personas no han tomado bien enserio esto, cuantos santos no conocemos y a cuantos santos no tienen devoción ustedes, esas personas han tomado muy enserio esto, y han perdido su vida para rescatarme en Dios, es un testimonio de vida para nosotros ¿Por qué le tenemos devoción a los santos? ¿Por qué le pedimos que intercedan por nosotros? Porque sabemos que ellos han sido coherentes, han sido fieles, han tenido muchas dificultades sí, pero han sido fiel hasta el final, ellos nos inspiran a nosotros justo para esto. el Señor nos dice; “El que pierda su vida por mí la ganará”, porque al final la recompensa que el Señor nos dará será grande, pero para eso hay que ser fiel a Dios, y todo esto que el Señor nos va diciendo, es para meditar hoy, para preguntarme ¿Cómo soy yo ahora?, soy fiel al Señor, o lo sigo porque me siento bien, o cuando tengo problemas empiezo a dudar, preguntas que viene en este momento.

El profeta anuncia la buena noticia, la presencia de Dios, lo que Dios nos dice, pero también denuncia lo que está mal.

El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta ¿Quién es el profeta?,  el profeta es aquel que anuncia al Señor, y lo hace con entusiasmo porque siente que el Señor lo ha llamado para eso, y no solamente para anunciarlo, sino que lo vive, siente en su vida la presencia  de Dios, y entonces con entusiasmo anuncia, y al anunciar la buena noticia, está denunciando lo que no está bien, y el profeta es esto, anuncia y denuncia, porque no puede anunciar algo que viendo que las cosas no están bien, las deja a un lado, el profeta va anunciando la buena noticia, la presencia de Dios, lo que Dios nos dice, pero también está denunciando lo que está mal.  Esto es lo que cuesta no, a algunos les cuesta escuchar esto, les cuesta escuchar a un profeta cuando le hace notar sus errores, cuando le hace notar que están equivocados, cuando les hace notar que algo hay que mejorar. Muchas veces a ese profeta le apuntan como malo y le apuntan que están en contra de él o de ellos, o de aquel grupo.

El profeta tiene que ser coherente, el profeta no debe cansarse, el profeta no debe congraciarse con algunos, sino que tiene que anunciar la palabra de Dios.

El profeta tiene que ser coherente, el profeta no debe cansarse, el profeta no debe congraciarse con algunos, sino que tiene que anunciar la palabra de Dios y aquí dice el Señor, justamente lo que hemos escuchado en la primera lectura, Eliseo, un gran profeta que pasaba y se quedaba en una familia, la familia con gusto lo acogía en su casa, le, han preparado un lugar para cuando él venga, tenga un espacio donde quedarse ¿Por qué? Porque recocieron que él, era un hombre de Dios y al final que ha pasado, Eliseo le dice a la mujer, el próximo año tendrás un hijo, seguro que la familia no se esperaba eso, pero ahí nos muestra que, el que acoge a un profeta, al final también tiene su recompensa como profeta. Este profeta Eliseo, lo que él anunciaba, lo que él decía y la acogida de la familia tiene su recompensa, eso que ellos esperaban, pero por al edad avanzada se les iba esa esperanza, pero el profeta les dice; “El próximo año tendrás, eso que tanto deseabas”, se dan cuenta de que acoger a alguien que anuncia la buena noticia, siempre tiene una recompensa buena, pero el que rechaza a un profeta, también tiene sus consecuencias, y eso ya lo sabemos, que consecuencias puede traer, por no escuchar a alguien que le habla de Dios, o por no escuchar a Dios, y de eso tenemos muchos en nuestro medio, que en un momento se sienten que escuchan a Dios, pero a veces por ideologías políticas o por lo que sea, se dejan llevar por otro camino y reniegan a veces de Dios, o reniegan de los profetas, o de aquellos que le hacen notar, aquellas cosas que deben mejorar, reniegan de todo, solamente por congraciarse con personas y dejando a un lado a Dios, y esto es lo que nos dice aquí el Señor; “El que recibe  a alguien como profeta, recibe la recompensa de un profeta” y el que recibe a alguien como enviado de Dios, también Dios le recompensará por eso.

Seamos esos pequeños, que humildemente delante del Señor reconozcamos que Él es todo en nuestra vida.

Cualquiera que dé de beber, aunque sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, será discípulo mío, eso dice el Señor. ¿Cuáles son los pequeños?, para empezar los más vulnerables, los pequeños como tal, el respeto que debemos tener hacia ellos, pero también el pequeño es aquel que humildemente puede anunciar y puede vivir y anunciar al Señor, podemos serlo nosotros, esos pequeños que humildemente delante del Señor reconocemos que Él es todo en nuestra vida y debe ser el primero en mi vida. Si alguien le recibe a usted, por lo que es, por lo que vive y por lo que dice, y la coherencia que tiene en la vida, si alguien lo recibe con respeto, tendrá una gran recompensa, dice el Señor.

Ante tantos problemas que vive nuestra niñez hoy, Arzobispo exhorta a los padres a preguntarse ¿Cómo es su relación con sus hijos? ¿Cómo están actuando ustedes como padres?

Sigamos nosotros pensando en nuestra vida, en nuestra manera de ser, como personas de fe ¿Cómo estamos actuando? ¿Qué estamos haciendo? Con tantos problemas que tenemos, tantas dificultades que hay, especialmente con la niñez en este tiempo, los papás pregúntense; ¿Cómo es su relación con sus hijos? ¿Cómo están actuando ustedes como padres? ¿Están respondiendo como tal? ¿Son responsables de sus hijos?, los hijos salen de vacaciones esta semana, les invito a los papás a que aprovechen estos días, dialoguen con sus hijos, busquen la manera de cómo tener confianza con ellos. Hoy en día cuando hay problemas con uno de los chicos ¿Qué es lo que pasa? ¿Por dónde se enteran? Y a veces papá y mamá reniega cuando dijeron, no hicieron nada, pero ¿Quién debería enterarse primero de lo que está pasando? Papá y mamá, pero ¿Por qué el niño no les dice nada? Porque muchas veces los padres no dedican tiempo a sus hijos, y los hijos no tienen confianza en sus padres.

Padres de familia, en estas vacaciones dialoguen con sus hijos, acérquense más a ellos, a eso nos invita el Señor, a cuidar a los pequeños, a estar con ellos y nosotros también como personas de fe, sintámonos también delante del Señor pequeños, pero con un gran compromiso de seguir anunciándolo a Él, que así sea.

Fuente: https://campanas.iglesiasantacruz.org/

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