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“Cuaresma es hacer un alto, pensar qué cambio quiero hacer en mi vida, en un reencuentro con Dios”, reflexiona Maldonado

Prensa CEB 15.2.2024.-Abel Maldonado, Secretario Ejecutivo del Área de Evangelización de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), indicó que la Cuaresma es un tiempo de cambio, que empieza reconociendo nuestras debilidades  y fortalezas para luego hacer un compromiso con Dios que marcará nuestro futuro.    

“Cuaresma es hacer un alto, pensar que cambio quiero hacer en mi vida, reconocer el camino que he estado tomando, definir nuestras fortalezas y debilidades, qué debo cambiar, es un tiempo de conversión y esto nos llevará a un compromiso con Dios, a qué me comprometo en ese tiempo de Cuaresma, que marcará mi vida hacia adelante y no sólo en estos 40 días…”, compartió.

Señaló que el cambio a nivel personal implicará cambios en nuestro entorno, en la sociedad y en la comunidad eclesiástica.

“Cuaresma es un encuentro con Dios, es un tiempo favorable para cambios concretos en nuestra vida y volver a ese Dios que nos  ama, que siempre tiene los brazos abiertos para con nosotros” subraya y para comprender el amor del altísimo, citó la parábola de hijo pródigo, que trata de un hijo que abandona su familia y pide su herencia para mal gastarla, luego vuelve a su casa y reconoce su falta, y el padre lo acoge con los brazos abiertos y lo perdona.

También dijo que en este tiempo la Iglesia invita a tener prácticas necesarias, que son el ayuno, la oración y la limosna. “Cuando hablamos de desayuno no solo es decir hoy no voy a comer, sino que cosas voy a dejar; es también de oración, preguntarnos como está nuestra relación íntima con Dios, fortalecer esa oración y orar por los demás y cuando se habla de la limosna no sólo se da una moneda o un billete a quién lo pide, sino que actos personales nos lleva a preocuparnos por el otro…”.

Indicó que en esta Cuaresma tenemos como referente la vida de Cristo, la humildad que tuvo siendo hijo de Dios. “Hay que imitar a Jesús, que significa hacer vida el evangelio, no solamente implica reflexionarlo, analizarlo en la eucaristía los domingos sino vivirlo cada día, con las bienaventuranzas dar de comer al hambriento , dar de beber al sediento, vestir al desnudo y visitar a los enfermos,  propio del tiempo de Cuaresma, acciones concretas”.  
Texto: Esther Rojas-Periodista CEB.

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