El Cabildo Indigenal permaneció en oración durante los días de carnaval y se prepara para la cuaresma
Prensa CEB 13.2.2024.- El recogimiento inició este domingo 11, en la Parroquia de la Santísima Trinidad, donde las memes y taitas del cabildo junto a sus autoridades con el acompañamiento del nuevo párroco, Fray Leonidas, dieron paso a la ceremonia religiosa y cultural de adoración al Santísimo Sacramento, rezando y entonando canticos de alabanzas hasta el mediodía.
Es característico ver cómo llegan hasta la catedral, con camijeta, tipoy de abadesas, sombrero y bastón de mando, con sus instrumentos autóctonos con una caminata, al compás de la flauta, caja y bombo para recogerse en plena oración y meditación dentro del templo durante los tres días carnaval.
Durante los tres días, ellos rezan para agradecer y pedir por el bienestar de la población, primero piden perdón a Dios por los errores y también piden que la comida sea en abundancia. En segundo lugar, piden que no exista más el castigo del diluvio y en un tercer momento, piden que el firmamento no sufra deterioro, es decir la casa común, la creación, como también rezan por las autoridades del pueblo y de la nación para que sepan guiar al pueblo y de sus hijos.
Así se realiza este acto en el mundo indígena, hoy llamado carnaval¨, expresó el corregidor del cabildo indigenal de la Santísima Trinidad, Rubén Yuco Nocopuyero.
Luego de haber compartido su gran banquete con comidas nativas y su chicha de maíz, se alistan para danzar y entonar el último cantico de alabanza, la meme Ysabel Noe de manera breve nos hizo conocer el significado.
«Significa que terminó el diluvio cuando esa vez estuvo en la tierra el Arca de Noe, la gente que no creyó en Dios se ahogaron y otros se salvaron», dijo Noe. A través del canto que entonan piden al ángel que calme el maltrato que antes había y señalan que de acuerdo a la historia de los antepasados, cuando apareció la Virgen en el cielo, los sobrevivientes empezaron a cantar a Dios pidiendo que se acabe el diluvio.
Con un sombrero lleno de balsamina puesto en la cabeza, las abadesas bailan y cantan, como gesto de agradecimiento y alegría finalizando así su jornada del tercer día de oración.
Texto y fotos: Romy y Yulisa Suarez, periodista del Vicariato Apostólico del Beni.