Prensa CEB 2.04.2023. “El evangelio de este domingo muestra un plan de Jesús, en el que lo pone todo, entusiasmo, sabiduría y entrega su vida; un plan que se inspira en el amor de Dios, que se llama Reino de Dios, un plan por el que Él entrega su vida para que nosotros tengamos vida, un plan en el que Él muere en la cruz, para que nosotros seamos salvados y podamos disfrutar de la bendición, paz y felicidad de Dios”, manifestó Mons. Percy Galván, arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, en la celebración de la eucaristía de este domingo de Ramos, en el que la Iglesia católica recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y marca el inicio de la Semana Santa.
Mons. Galván dijo que esta Semana Santa que hoy iniciamos, sea un espacio privilegiado para que en comunión con el plan de Jesús, podamos como fieles hacer un plan que nos lleve a reconciliarnos con nosotros mismos, con la familia, vecinos, y las personas con las que no comulgamos criterios políticos, económicos o deportivos, “que sea un tiempo de un reencuentro de toda la familia boliviana bajo el presupuesto del amor y reconciliación”, sostuvo.
El arzobispo exhortó a la población a que este lunes, martes y miércoles santo, busquemos un momento para ir a la Iglesia a confesar nuestros los pecados, y disfrutemos de la bendición de paz y amor de Dios, “así en ese plan de amor ingresemos al Triduo Pascual, y el Jueves Santo, de la institución eucaristía, junto a nuestros sacerdotes le digamos a Jesús, gracias por la Santa Misa, y que esta participación nos lleve al servicio a los demás, en la ceremonia del lavatorio de los pies”.
Mons. Galván invitó a que en este tiempo nos sirvamos con amor los unos a los otros, y nos sintamos bien de querernos, apoyarnos, siendo familia de Dios, y así dar muerte a nuestros pecados, errores y alejamientos de Dios, y finalmente el Viernes Santo, sepultar en la adoración de la cruz, todos nuestros males, debilidades y falencias; el Sábado Santo, invitó a entrar en un tiempo de discernimiento a una espera atenta de la Vigilia Pascual, “que nos dará una nueva vida en el agua del espíritu, una luz en el cirio pascual y una nueva vida en Cristo nuestro Señor que nos salva, nos ama y vive con nosotros”, ¡Que viva nuestro Señor Jesucristo!, aclamó Mons. al finalizar su reflexión.
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