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Mons. Juan Gómez a sus hermanos obispos, “ustedes son la sal del mundo”

Prensa CEB 21.04.2023.- En el segundo día de actividades en la CXII Asamblea de obispos de Bolivia, Mons. Juan Gómez, obispo auxiliar de Cochabamba, presidió la Eucaristía acostumbrada de todas las mañanas a las 07:00 am, manifestando que pese a los momentos difíciles por los que atraviesa el país, sus hermanos obispos deben seguir proclamando la esperanza con una palabra de aliento, de ánimo y hacer presente lo que dijo Jesús, “ustedes son la sal del mundo”.

Con sede en la ciudad de Cochabamba, se dio inicio al segundo día de trabajo de los obispos que se encuentran reunidos en la CXII Asamblea. Hoy Mons. Juan Gómez se dirigió a sus hermanos obispos en una eucaristía celebrada en la capilla central de la Casa Cardenal Maurer.

“Nosotros (los obispos) estamos para dar una palabra de esperanza, una palabra de aliento, de ánimo y hacer presente lo que dice Jesús, “ustedes son la sal del mundo”, la luz del mundo.

Acota que en el Evangelio se lee que cuando dos o tres están reunidos en el nombre de Jesús, ahí está él “Y a nosotros (los obispos) nos hace falta cada día, pedirle al Señor que nos aumenté la fe, para que así, día a día, hagamos su voluntad, como dice la primera lectura”.

“Por eso en el Evangelio Jesús nos muestra ese ejemplo de caridad, se les adelantó a los discípulos afirmando, ¿de dónde vamos a sacar para darla de comer a tanta gente? pero la gente lo seguía para escuchar una palabra nueva, de esperanza, de fortaleza y de ánimo, tenían confianza. Pero Jesús va más allá y dice para esto hay una cosa también importante, darles de comer”.

Mons. Gómez añade que se busca siempre la intervención de los pastores, “que nosotros pongamos de nuestra parte, porque Dios se manifiesta en nuestras obras y de ahí deben salir las obras”, recalca.

Auguró que la CEB debe caminar siempre bajo esa humildad y comunión, con un lineamiento pastoral con sus carismas diferentes, si Jesús da de comer a tanta gente, no solamente el pan material sino el pan espiritual, yo creo que en los momentos difíciles nos toca a nosotros de ser siempre, esa voz y esa palabra, de ánimo y de aliento”.

Finalizó su homilía manifestando que se infunda el espíritu de amor, de caridad, de fortaleza y de fe para que sigamos siempre en ese camino a pesa de las dificultades.

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