Mons. Leigue exhorta a mirar ¿cómo está la familia hoy?
Prensa CEB 15.05.23.- Este domingo 14 de mayo desde la Catedral, el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue exhortó a mirar ¿cómo está la familia hoy? ¿cómo es la relación de esposos, la relación con los hijos? ¿realmente está como una institución sólida?
Así también nos invitó a que, como personas de fe, confiemos siempre en el Señor, confiar siempre en este Espíritu que está a nuestro lado, dejar que él sea el que nos guíe.
De la misma manera, el prelado hizo hincapié en que, el Fruto del Espíritu es la humildad, es la paz, es la convivencia, es el respeto a las personas. Dijo.
Así también Mons. Leigue afirmó que, es preferible sufrir haciendo el bien, si esa es la voluntad de Dios, que hacer el mal.
El Pastor de la Iglesia invitó a la clausura de la semana de la familia, con la renovación de las promesas matrimoniales, hoy domingo a las 16:00 horas en la Catedral.
Invitación a la Marcha por la Unidad y la Defensa de la Familia” participar en estos actos porque realmente la familia también está en peligro.
El lunes en Santa Cruz, se realizará la “Marcha por la Unidad y la Defensa de la Familia”, así que también hay que revisar todo esto, participar en estos actos porque realmente la familia también está en peligro, dijo el prelado.
Homilía de Mons. René Leigue – Arzobispo de Santa Cruz
14-05-2023 – Catedral
“El que me Ama cumplirá mis mandamientos, dice el Señor”, estamos en el sexto domingo de este tiempo Pascual, y el Señor aquí nos está hablando de que su tiempo de estar con sus discípulos se está cumpliendo y es por eso las palabras que él les dice; “No se quedarán huérfanos”, “No los dejaré Huérfanos y volveré a ustedes y estaré siempre con ustedes”.
El próximo domingo celebramos la Ascensión del Señor, y por eso les dice “No los dejaré solos”, “Vuelvo al Padre”, pero ustedes continuarán en este mundo, continuarán con la Misión, que les he enseñado, les dice el Señor. Es como toda despedida, siempre nos llena de tristeza, nos llena de nostalgia y a veces diciendo, y ahora qué de nosotros ¿qué hacemos? Y es por eso que Jesús les dice; “No se quedarán solos” y ¿de qué manera no nos quedaremos solos? Porque les habla a sus discípulos y nos habla a nosotros, en qué vendrá el defensor, Él enviará el Espíritu Santo, Él es, el que se quedará con nosotros, ese Espíritu de Amor, ese Espíritu de la verdad, ese Espíritu que nos hará entender muchas cosas, así como Jesús lo manifiesta, entonces, ese Espíritu, es el que se queda con nosotros.
Esto nos dice el señor; “Si ustedes me quieren y me Aman”, cumplan mis mandamientos.
Aquí hay algo muy importante que dice Jesús, aquel que cumple mis mandamientos, ese es el que me ama, nosotros conocemos los mandamientos del Señor, sabemos ¿cuántos son? sabemos ¿cuáles son? Pero realmente lo entendemos como tal, para poder ponerlo en práctica, y aquí está el desafío para nosotros, es fácil decir ¿cuántos son los mandamientos? Son 10, ¿cuáles son? Y ya lo decimos, ahora ¿lo cumples? Eso es lo que el Señor nos dice aquí, el que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama, eso es también de la experiencia que tenemos nosotros, todos somos hijos, e hijas, y si hacemos la pregunta también ¿usted quiere a su Padre, quiere a su Madre? ¿usted ama a su Padre? ¿La respuesta es inmediata SÍ, porque es mi Padre, es mi Madre, SÌ los AMO, si los quiero, y a veces dicen, y sin ellos no sé qué haría, pero ahí viene la otra pregunta? si los quieres y los amas ¿cumplen lo que les dice su papá? Y ahí muchas veces se quedan, no siempre cumplimos los que nos piden nuestros padres, y eso es lo que nos dice el señor; “Si ustedes me quieren y me Aman”, cumplan mis mandamientos.
“Estamos fallando todos, a nivel eclesial y a nivel social, todos estamos fallando, en no cumplir lo que el Señor nos dice”
Los mandamientos del Señor están, no obligándonos a que nosotros los cumplamos así por así, o por obligación, él lo pone delante de nosotros para decirnos, este es el camino del bien, y este del mal. En sus mandamientos Él nos dice, que tenemos que hacer y qué tenemos que evitar, y tú decides que hacer, pero si realmente tú cumples lo que dices, que crees en mí, nos dirá el Señor, si tienes fe, cumple mis mandamientos. Es aquí donde estamos fallando todos, a nivel eclesial y a nivel social, todos estamos fallando, en no cumplir lo que el Señor nos dice.
Aquel que odia y hace sufrir al otro, aquel que no ama y tiene envidia a su prójimo, ese ya está matando al otro.
Cuando se habla del quinto mandamiento “No matarás”, y a veces se dice, “Yo no he matado a nadie”, por lo tanto estoy cumpliendo lo que el Señor nos dice, pero Jesús cuando explica este mandamiento, va más mucho más allá de la muerte, quiere decir; aquel que hace sufrir al otro, aquel que odia al otro, aquel que no ama a su prójimo, aquel que le tiene envidia al otro, ese ya lo está matando a su prójimo, ya está matando al otro ¿de qué manera? Moralmente, cuánto de nosotros a lo mejor nos sentimos así ¿cuántas personas no están sufriendo justamente por esto? porque no estamos cumpliendo los mandamientos de Dios, y mucho más todavía, aquellos que estamos metidos en lo que significa, o en los que más conocemos al Señor, es mucho más doloroso a lo mejor, sufrir de alguien que conoce más al Señor y sabe ¿qué es lo que tiene que hacer? Y a pesar de eso, lo hace, y nosotros como Iglesia estamos invitados a revisar nuestra actitud, nuestro comportamiento con los demás, el Señor nos llama ahora a que podamos recordar esto; “Me amas”, “si me Amas cumple mis mandamientos, cumple mi palabra”.
“Como personas de fe, tenemos que confiar siempre en el Señor, confiar siempre en este Espíritu que está a nuestro lado, dejar que él sea el que nos guíe”.
Hoy es un momento para revisar nuestra actitud con los demás, nuestra actitud también con Dios, porque a veces decimos que amamos a Dios, que queremos a Dios, que confiamos en Él, pero no siempre hacemos lo que Él nos dice. El Señor nos dice; “No los voy a dejar solos”, el Espíritu Santo es Espíritu de la verdad, es Espíritu de Amor, es Espíritu de Luz, es Espíritu que les hará comprender muchas cosas, Él siempre va estar con ustedes. Es aquí donde tenemos que mostrar nuestra confianza como personas de fe que somos, confiar siempre en el Señor, confiar siempre en este Espíritu que está a nuestro lado, dejar que él sea el que nos guíe, dejarnos guiar por el Espíritu.
“Fruto del Espíritu es la humildad, es la paz, es la convivencia, es el respeto a las personas”
Y si es así, entonces estaremos juntos que realmente el Espíritu nos va a mover hacia Él. Por ejemplo, fruto del Espíritu es la humildad, es la paz, es la convivencia entre nosotros, es el respeto a las personas, esos son los frutos del Espíritu, si en esto estamos fallando, entonces los problemas cada vez se vienen más fuertes. Y ese momento tenemos que revisar nuestro comportamiento con Dios y con los demás.
“Es preferible sufrir haciendo el bien, si esa es la voluntad de Dios, que hacer el mal”
Este Espíritu que el Señor nos dice que se va a quedar con nosotros, dejemos que sea Él que nos acompañe, el que guie nuestras vidas. Es preferible dice la segunda lectura, es preferible sufrir haciendo el bien si esta es la voluntad de Dios, que hacer el mal.
“Jesús sufrió por hacer el bien hasta llegar a la muerte”.
Esto nos lo demuestra Jesús, Jesús es el que viene para hacer el bien ¿Y qué pasó con Él? Sufrió bastante y fue “matado” porque no fue comprendido. Entonces este Jesús que viene para darnos a conocer al Padre, para decirnos: Esto es lo que quiere el Padre, esto es lo que quiere que entre ustedes viva y a muchos no les gustó eso y por eso es por lo que hicieron sufrir a Jesús que estaba haciendo el bien o que vino a hacer el bien. Sufrió por hacer el bien hasta llegar a la muerte.
“Por hacer el bien, también hay equivocaciones, somos humanos, pero no nos quedemos ahí”.
Nosotros cuantas veces nos quejamos porque a veces decimos “yo que tantas cosas hice, tantas cosas que he hecho por el otro y ahora no soy comprendido y a veces estoy sufriendo o a veces hasta decimos, esta persona es mal agradecida por que tantas cosas que hice por estas personas y no agradecen. ¿Eso no es sufrimiento para nosotros también? Puede ser que por hacer el bien sufrimos, pero también en eso de buscar siempre, por hacer el bien también hay equivocaciones, somos humanos, pero no nos quedemos ahí, por eso nos dice el Señor: El Espíritu es el que les dará a comprender muchas cosas que hasta ahora han comprendido, pero el Espíritu es el que me va a guiar hasta ustedes.
“Cristo padeció una vez por los pecadores, el justo muere por las injusticias”.
Ese testimonio nos dio, Cristo padeció una vez por los pecadores, el justo muere por las injusticias, para que, entrando a la muerte en su carne, vivificado por el Espíritu lo lleve a Dios. Cristo es el que nos da testimonio a nosotros, para decir: en medio de tantas dificultades, en medio de tantos problemas, la vida no se acaba.
“Hay que buscar siempre solución a los problemas, no hay que agobiarnos”.
Y hay que seguir adelante, hay que buscar siempre solución a los problemas, no hay que agobiarnos. De eso es que tenemos que dar nosotros esperanza, de esa fe que tenemos en Dios, porque justamente ahí -el Papa decía esta mañana- El mal que se manifiesta en Satanás que siempre está buscando el mal, siempre está haciendo daño, siempre está haciendo cosas que nos quieren sacar del camino del Señor.
“Es el Espíritu y Dios que no nos abandonan, es Dios que no nos deja solos”.
Pero no nos dejemos llevar por todo esto, porque sabemos de qué hay alguien que está a nuestro lado y ese alguien para empezar es el Espíritu y Dios que no nos abandonan, es Dios que no nos deja solos. Confiemos siempre en el Señor en medio de las tantas cosas que están pasando, en medio de todo esto, no perdamos esa esperanza, esa fe.
“Y si estoy fallando es el momento para poder golpearse el pecho y decir: ¡Por mi culpa!”.
Nosotros tenemos alguien que nos guía y tenemos esa luz que nos lleva por el camino correcto. Si nos hemos desviado del camino de Dios es el momento para decir ¿cuál ha sido mi equivocación? ¿en qué he fallado? Y si estoy fallando es el momento para poder golpearse el pecho y decir: ¡Por mi culpa! ¡por eso es por lo que estamos así! “El que cumple el mandamiento ese es el que me ama”. El Señor nos llama, nos invita, nos dice que vamos adelante, él está a nuestro lado y es en este ambiente que el Señor nos invita y nos dice que el Espíritu está ahí para acompañarnos y animarnos.
“Es el momento para poder ver también cada uno de ustedes, cabeza de familia, ¿cómo están? ¿cómo es la relación de esposos? ¿cómo está la relación con los hijos, ¿realmente está como una institución sólida?
Estamos celebrando la Semana de la Familia, creo que ustedes han participado en el gran encuentro que también la institución que está ahí en la vida, institución que poco a poco se la quiere deshacer y creo que es el momento para poder ver también cada uno de ustedes, cabeza de familia cómo están, como es la relación de esposos, como está la relación con los hijos, ¿realmente está como una institución sólida? Es el momento para hacerlo, esta semana reflexionar con diferentes temas también y tratar de hay momentos muy bonitos que poco a poco no se está viendo, la renovación del compromiso de los esposos.
“Invitarlos a la tarde aquí en la catedral hay renovación del compromiso de los esposos”.
Invitarlos a la tarde aquí en la catedral hay renovación del compromiso de los esposos, los que quieran hacerlo no se le obliga a nadie siéntanlo como tal como compromiso que asumieron cuando se comprometieron como esposos y eso hay que estar renovándolo cada vez. A las 4 de la tarde se los espera.
“Marcha por la Unidad y la Defensa de la Familia” participar en estos actos porque realmente la familia también está en peligro”.
Pero también hay otro acontecimiento desde mañana, hay una “Marcha por la Unidad y la Defensa de la Familia”, así que también hay que revisar todo esto, participar en estos actos porque realmente la familia también está en peligro.
“El que cumple el mandamiento es aquel que me ama”. ¿Notros amamos a Dios?”.
Pidámosle al Señor y comprometamos en lo que nosotros podamos realmente cumplir lo que nos dice: “El que cumple el mandamiento es aquel que me ama”. ¿Notros amamos a Dios? ¿queremos a Dios? ¿confiamos en Él? ¿tenemos fe en Él? Si es así ¿qué nos dice?: “Cumple el mandamiento”.
Fuente: https://campanas.iglesiasantacruz.org/