11
Mar

En esta Cuaresma Dios quiere que se reavive nuestro compromiso cristiano, con Jesucristo que vino a salvar a la humanidad” reflexionó Monseñor Jorge Herbas

Prensa CEB 11.3.2024.- Monseñor Jorge Herbas Obispo de la Prelatura de Aiquile en la celebración de la Santa Misa realizada en la parroquia San Pedro de Aiquile, exhortó a que en esta Cuaresma se reavive el compromiso cristiano de los fieles con la conversión, por medio de Jesucristo que fue enviado por Dios para salvar al mundo. 

“Dios envió a su hijo no para condenarnos, sino para salvarnos, como dice la palabra, y ahí cuál es nuestra actitud, nuestra respuesta, nuestro compromiso ante esta realidad de nuestra fe, porque la verdad es que Dios nos amó primero y lo hizo a través de su hijo Jesús, que fue entregado en la cruz, donde derramó su sangre por nuestra salvación, este es el misterio de nuestra fe, este es el misterio que la liturgia nos invita a profundizar”, señaló.

De acuerdo con la lectura de San Juan sobre la salvación de la humanidad mediante Jesucristo, cuestionó: ahora cuál es nuestra relación con Dios, cuál es nuestro compromiso con su causa. “Somos indiferentes, somos apáticos o nos olvidamos de nuestra misión de bautizados, como bautizados somos miembros de Cristo, por lo tanto debemos participar de la vida de Cristo, a veces pareciera que nos estamos alejando de Dios, se está enfriando nuestra fe”, reflexionó.

Al referirse al evangelio de Crónicas, en el pasaje bíblico donde el pueblo de Israel es desterrado por su infidelidad a Dios, dijo que esta lectura fue una advertencia que sucedió en ese tiempo, que se vuelve a hacer realidad actualmente en la iglesia, “en nosotros”. “Es bueno hacer memoria del camino que hace Dios con su pueblo, pero también es bueno hacer memoria, de cuántas veces nosotros hemos fallado a Dios”.

“Pero Dios nos perdona,  nos mira con su misericordia…el destierro es el pecado, la esclavitud, que nos tiene sometidos, que nos esclaviza, estamos sometidos tantas veces al servicio del dinero, de la riqueza, del poder, de la ambición, de la mentira, que nos destruye”, reflexionó.

Compartió que Dios quiere “repatriarnos”,  es decir el poder conquistar nuevamente nuestra libertad.  “Este tiempo de Cuaresma, es justamente para conquistar nuestra libertad, es decir la conversión el cambio de vida, reconocer que hemos fallado, que hemos pecado, arrepentirnos, pedir perdón a Dios”.

Pidió que todos los fieles deben “elevar la mirada, a Jesús” en su crucifixión, porque el sufrió por toda la humanidad.

“Mirando a Jesús en la cruz, podemos decir, su cabeza está cubierta de espinas, y que pueda sanarnos de los malos pensamientos; mirar su rostro abofeteado, sangriento en la cruz…que sane los deseos de la vanidad, mirar su boca seca, sedienta, que nos ayude a curar la gula. Mirar su manos perforadas por los clavos…que haga que desaparezca  la ambición del poder, de riquezas…mirar sus rodillas taladradas…que crezca nuestro deseo de arrodillarnos de caer y orar a sus pies, mirar los azotes en su cuerpo…quitar el deseo de vivir por los placeres y lujos”, concluyó.
Texto: Esther Rojas – Periodista

Author