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Monseñor Ricardo Centellas destaca el legado y crecimiento de las Iglesias de Oruro, Potosí y Tarija en su centenario

Prensa CEB 11.11.204.- El arzobispo de Sucre y Gran Canciller de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Monseñor Ricardo Centellas, presidió la eucaristía en el Seminario Mayor Nacional “San José” de Cochabamba, donde, rodeado de sus hermanos obispos, sacerdotes y seminaristas, rindió homenaje a los 100 años de vida y misión de las iglesias en Oruro, Potosí y Tarija. Este acontecimiento representa un motivo de gozo para la Iglesia en Bolivia, en el que se celebra el crecimiento, la fortaleza y la fe de estas jurisdicciones eclesiásticas, cuyo legado ha dinamizado la vida de la Iglesia en el país.

Monseñor Centellas inició su reflexión agradeciendo a Dios por la vida y crecimiento de estas iglesias, recordando que “Oruro, Potosí y Tarija han nutrido la fe y han forjado una rica experiencia eclesial a lo largo de este siglo”. Asimismo, el arzobispo destacó el crecimiento de las vocaciones sacerdotales en estas jurisdicciones, como testimonio de una fe que, pese a los desafíos, continúa expandiéndose, “Oruro, que comenzó con unos veintitantos sacerdotes, hoy tiene más de 40, Potosí pasó de 15 a más de 50, y Tarija, con tres sacerdotes diocesanos al inicio, hoy cuenta con cerca de 40”, recordó.

Durante su homilía, Monseñor Centellas subrayó la importancia del perdón y la fe en el desarrollo de una vida eclesial sólida, indicando que “solo desde la fe es posible el verdadero perdón”, dijo. Recordó a los seminaristas y público en general, la necesidad de vivir una fe madura, que atraviese los momentos de crisis, y exhortó a los fieles a buscar un encuentro auténtico con Jesús, pilar de la vida cristiana.

La celebración de este centenario también fue una oportunidad para renovar el compromiso de estas iglesias con su misión y con los desafíos pastorales que enfrentan, “rezamos para que nuestra fe sea consistente, una fe a la altura de estos tiempos”, expresó el arzobispo, inspirando a todos los presentes a fortalecer su vínculo personal con Cristo y a reflejarlo en su vida y servicio.

La ceremonia concluyó con un sentido aplauso y agradecimiento a Dios por estos 100 años de misión y crecimiento en las iglesias de Oruro, Potosí y Tarija, en espera de que, con la gracia divina, continúen fortaleciendo su presencia y labor en Bolivia.


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