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Vicariato Apostólico del Beni refleja su preocupación ante la realidad de la justicia, narcotráfico, derecho a la vida y la amenaza al Tipnis

Prensa CEB 03.07.2022.- La Asamblea anual del Vicariato Apostólico del Beni, se realizó del 30 de junio al 2 de julio, con el lema: «Caminamos juntos, anunciando a Cristo y su Evangelio de la Vida». La Asamblea concluyó con el Mensaje al Pueblo de Dios, destacando la corresponsabilidad en la construcción de la fraternidad, escuchando al Espíritu Santo y al pueblo de Dios.

Ante la realidad nacional, el Mensaje manifiesta su preocupación por la “vergonzosa sujeción del Organismo judicial a las decisiones políticas del Poder ejecutivo, que priva a los bolivianos de mecanismos de justicia que garanticen la vigencia de los derechos humanos, y que se expresan en la persecución política para unos y la impunidad para otros, malversando los recursos del Estado a través de propagandas para imponer su versión unilateral en la población boliviana e internacional”.

Asimismo señala la preocupación por el avance y la amenaza del narcotráfico, y las políticas de salud pública, que vulneran el derecho a la vida, promoviendo el aborto y la amenaza al TIPNIS  -Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro  Sécure- con la construcción de la carretera, que responde a intereses ajenos a los pueblos indígenas que habitan en dicho territorio.

MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS

«Caminamos juntos, anunciando a Cristo y su Evangelio de la Vida»

Los días 30 de junio al 02 de julio de 2022, los Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, participantes en la Asamblea anual del Vicariato Apostólico del Beni, con el lema «Caminamos juntos, anunciando a Cristo y su Evangelio de la Vida» y asumiendo la vocación sinodal de nuestra Iglesia, salimos fraternalmente a comunicarles lo siguiente:

En continuidad con anteriores Asambleas del Vicariato, y siguiendo el Enfoque y directrices de nuestra Iglesia en Bolivia y las prioridades que asumimos y debemos seguir asumiendo -misión, liturgia, sinodalidad-comunión, inculturación ministerial litúrgica, promoción integral y cuidado de la creación- hemos reflexionado sobre el tema de la «Sinodalidad». Sinodalidad que es caminar juntos como Iglesia, en la corresponsabilidad, para construir la fraternidad, escuchando al Espíritu Santo y al pueblo de Dios, sobre todo el clamor de los pueblos, y dialogando.

Reconociendo las actitudes que nos ayudan en ese caminar juntos, como también los obstáculos que lo impiden -el individualismo, la falta de humildad, el clericalismo, la indiferencia, entre otros- llegamos a aterrizar en el tema de la conversión pastoral en la parroquia; conversión que lleve a nuestras parroquias a pasar de ser estáticas a ser misioneras, es decir: una verdadera Iglesia en salida que lleve la alegría del Evangelio hasta las periferias y no excluya a nadie.

Evaluando lo que se ha hecho y lo que falta por realizar y fortalecer, vimos las conclusiones de la Asamblea del año 2021 para hacer nuestra programación y planeación de actividades concretas, porque queremos potenciar toda nuestra pastoral en nuestro Vicariato, provincias y parroquias, pastorales y servicios concretos.

Sigue siendo una grave preocupación de nuestro Vicariato la falta de vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, sobre todo las sacerdotales. Por eso pedimos a todos los fieles que sigan orando para que Dios nos conceda  obreros para su mies, que oigan el llamado de Jesús: «Sígueme»; e ir formando a las familias para que de ellas surjan vocaciones, y seguir haciendo la promoción vocacional, que es tarea de todos los fieles, a través de las actividades del equipo pastoral vocacional de nuestro Vicariato.

No podemos quedar indiferentes ante lo que sucede en nuestro país, viendo cómo para el censo nacional de población no ha sido tomada en cuenta la petición de la Iglesia de que se incluya la pregunta sobre la religión.

Nos preocupa la vergonzosa sujeción del Organismo judicial a las decisiones políticas del Poder ejecutivo, que priva a los bolivianos de mecanismos de justicia que garanticen la vigencia de los derechos humanos, y que se expresan en la persecución política para unos y la impunidad para otros, malversando los recursos del Estado a través de propagandas para imponer su versión unilateral en la población boliviana e internacional.

 Igualmente es preocupante el avance y la amenaza del narcotráfico, y las políticas de salud pública, que vulneran el derecho a la vida, promoviendo el aborto.

Y sigue latente la amenaza al TIPNIS  -Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro  Sécure- con la construcción de la carretera, que responde a intereses ajenos a los pueblos indígenas que habitan en dicho territorio.

Con mucha esperanza y confiando en el buen Dios y la protección de nuestra Mamita de Loreto, queremos seguir caminando juntos, como Pueblo de Dios, en esta Iglesia del Beni en marcha, comunicadora de vida y esperanza.

Santísima Trinidad, 2 de julio de 2022

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