Mons. Reimann: “Queridos Misioneros y Misioneras Jóvenes, ustedes son la buena noticia de Jesucristo”
Prensa CEB 13.07.2022.- Durante la Misa Inaugural del Campamento Juvenil Misionero, este 12 de julio, desde Centro de San Francisco de Asís, Mons. Antonio Reimann, Vicario Apostólico de Ñuflo de Chávez, dio la bienvenida a jóvenes misioneros que llegaron a Ascensión de Guarayos para celebrar un tiempo especial. A la luz del Evangelio, recordó a los jóvenes que son “la buena noticia de Jesucristo”, a pesar de sus limitaciones y falencias, entre tantas malas noticias, “ustedes respondieron a la llamada del Señor, en las realidades familiares, sociales, políticas, culturales muchas veces muy adversas y difíciles. Su camino al Señor está marcado por la conversión personal a Cristo, por un deseo de caminar con Cristo y con su comunidad, en la escucha mutua y el diálogo”, les alentó.
Inauguración de CAJUMI, Ascensión de Guarayos, 12.07.2022
Homilía, Mt 11, 20-24
Agradezco al Señor por esta gracia extraordinaria de CAJUMI en este pueblo de Guarayos. Por reunirnos juntos al altar del Señor, los jóvenes misioneros de las diferentes jurisdicciones eclesiásticas de Bolivia, para alimentar con el Pan de la Palabra, con el Pan Eucarístico esta vocación de ser discípulo y misionero de Jesús. Me alegro de la presencia de los responsables de OMP a nivel nacional, la Hna. Cinthia, los directores Diocesanos (sacerdotes, religiosas) y el equipo de los Medios de Comunicación de la CEB.
Como no recordar y no tener presente en este momento, y en el transcurso de estos días del Campamento a Mons. Eugenio Scarpelini, promotor de CAJUMI, y nuestro hermano Obispo, Mons. Waldo Barrionuevo, que hace pocos días ha sido llamado a la casa del Padre. Todavía en el día de ingreso del Mons. René Leigue como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, hablamos, y me dijo: Me gustaría participar, pues Ascensión no está lejos de Trinidad. Y tenía razón, hoy como nunca la Santísima Trinidad está en medio de nosotros porque estamos congregados en su nombre. Hoy pedimos al Señor que nuestro hermano y obispo Waldo pueda compartir por toda la eternidad la vida Trinitaria con Dios, y nos ayude a ser el reflejo viviente de la comunión y de la participación de Dios en nuestra vida.
Sean bienvenidos todos. Agradecemos también a la parroquia de Ascensión del Señor por acogernos aquí en este Centro de San Francisco de Asís. Al párroco, P. Edwin Quispe, OFM, al responsable por este Centro Pastoral, P. Pablo Zurowski, sacerdote diocesano, a las Hermanas Terciarias Franciscana, y a los miembros de los grupos parroquiales, a los misioneros y misioneras laicos, por su acogida y colaboración en la realización de este encuentro aquí en las parroquias vecinas de San Pablo, Yaguarú, Urubichá.
Hoy en la Iglesia conmemoramos a los santos padres de Santa Teresa del Niño Jesús, Patrona y Protectora de los misioneros y misioneras – San Luis Martín y Santa Celia Guérin. ¿Qué nos quiere decir él Señor a través de ellos, al inicio de CAJUMI? Qué el fundamento de la misión constituye la familia, cuyo amor emana de la Familia Trinitaria; y como nos recuerda el Papa Francisco: “El amor familiar es la vocación y camino de santidad”.
Queridas Hermanas y Hermanos
El evangelio que acábanos de escuchar presenta el reproche de Jesús a las ciudades de Galilea donde él había hecho muchos milagros, por no creer en él y no convertirse. En el lugar de estos nombres como Corozaín, Betsaida, Cafarnaúm, podemos colocar los nombres de nuestras ciudades y pueblos. En medio de ellos, él Señor también obra muchos milagros en favor de la vida humana y cristiana; Cabe mencionar algunos solamente: el empeño de las madres para cuidar de la vida concebida; la preocupación de las personas por sus hermanos y hermanas más vulnerables; las instituciones que luchan por una justicia imparcial y por la paz; por el medioambiente – la casa común; el milagro de la Eucaristía en todos los altares donde el sacerdote en persona de Cristo renueva los misterios de nuestra salvación; la entrega entera de los Laicos comprometidos con la misión y de las personas consagradas en la vida religiosa,… etc.
Pero a pesar de todos estos milagros de la presencia del Señor de la Vida en estos acontecimientos y en estas personas, llegan hoy a nuestros oídos las noticias tristes de violencia, feminicidios, corrupción institucionalizada, narcotráfico, el maltrato de medioambiente, y otros. Son los signos de entumecimiento, de soberbia y prepotencia, en una palabra, de pecado personal y estructural. Hoy él Señor también pronuncia su Ay hacia estas ciudades y pueblos, la frialdad y el alejamiento de él.
Sin embargo, el evangelio es la Buena Noticia: ¿Y cuál es esta buena noticia? ¿Se acuerdan de la vocación de Simón Pedro, Andrés, y Felipe? ¿De dónde eran? Oriundos de Betsaida. ¿Y Santiago Juan y Mateo? De Cafarnaúm.
Esta es la buena noticia: En estas ciudades, con mucha población, y carentes de fe en Jesucristo, Jesús sigue llamando, y recibe la respuesta de algunos pocos, y a través de ellos prolonga su misión. Y antes de su Ascensión les envía diciendo:” Vayan y anuncien la Buena Nueva, comenzando por Jerusalén, Samaría hasta los fines del mundo” (cfr. Mt 28,19).
¡Queridos Misioneros y Misioneras Jóvenes!
A pesar de tantas malas noticias que nos llegan de todos lados, Ustedes son la buena noticia de Jesucristo. A pesar de sus limitaciones y falencias, así como los tenían los primeros discípulos, Ustedes respondieron a la llamada del Señor, en las realidades familiares, sociales, políticas, culturales muchas veces muy adversas y difíciles. Su camino al Señor está marcado por la conversión personal a Cristo, por un deseo de caminar con Cristo y con su comunidad, en la escucha mutua y el diálogo. No nos olvidemos que la misión permanente a la cual estamos invitados, comienza por la conversión permanente a Cristo, a su Palabra, a su Cuerpo Místico que es la comunidad eclesial; y con esta comunidad acercarse a los heridos en las periferias de la vida, tal como lo hizo el samaritano de ayer. Es Cristo quien los buscó primero, es él que les invitó a entrar a su Escuela, donde el testimonio, el kerigma, la catequesis, la espiritualidad, la experiencia misionera y la celebración festiva de la vida del Señor en medio de Ustedes se convierte en una fuente de alegría. Por eso no les cuesta decir: EL EVANGELIO ES… ALEGRÍA. ANÚNCIELO.
En estos días, del 11 al 13 de julio en Praga, república Checa se realiza también un congreso de los jóvenes europeos. El papa les envió un mensaje que concluye con estas palabras: CAMINEN CON LOS PIES PUESTOS EN LA TIERRA, PERO CON LA MIRADA AMPLIA ABIERTA Al HORIZONTE Y AL CIELO (vea cáliz).
Este es también mi deseo, y de todos, para que según el lema:
Agradecidos por el pasado, Comprometidos con el presente, caminen hacia un futuro de Esperanza (con la mirada amplia al horizonte y al cielo). Así sea.