Mons. Pesoa: “Si vemos la realidad política nos molestamos porque hay tanta mentira y falsedad, pareciera que no se quiere ver la realidad de los más pobres”
Prensa CEB 24.07.2022.- Mons. Aurelio Pesoa Ribera, OFM. Vicario Apostólico Del Beni, en la Homilía de hoy reflexionó sobre la actual situación mundial de la realidad política, llena de falsedad que no atiende las necesidades de los más pobres y exhortó a los feligreses a orar con perseverancia y actitud de amor. La presente eucaristía fue concelebrada por el Obispo y sacerdotes de Alemania.
HOMILÍA DE HOY 24 DE JULIO DE 2022
“Dijo pues Yaveh: El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo”. Hoy día miramos la realidad y vemos una situación de pecado mundial semejante al de Sodoma y Gomorra, aquellas ciudades que se apartaron de la presencia de Dios.
Si vemos la realidad política nos molestamos porque hay tanta mentira y falsedad, pareciera que no se quiere ver la realidad de los más pobres, Se manipula la justicia en forma alarmante. En las cárceles hay personas que no deberían estar presas. Se pretende imponer la falsa idea de un golpe de Estado para perseguir a los que piensan diferente.
No se dice toda la verdad sobre la situación económica y nos olvidamos de buscar una mejor educación, una mejor salud y justicia para todos, principalmente para los más pobres. Realmente el mal abunda y molesta ¿Qué debemos hacer? ¿Acudir a la violencia? ¿Destruir el mundo?
Abrahán nos enseña a orar. Abrahán intercede en favor de la humanidad. Nos da un ejemplo de orar. Abrahán pide a Dios que no destruya la ciudad si encuentra en ella a diez justos. “Por favor dijo entonces Abrahán, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá sean solamente diez. En atención a esos diez, respondió, no la destruiré”.
Dios es misericordioso y compasivo con la humanidad y nuestra oración tiene que ser una oración de intercesión, pidiendo a Dios que tenga misericordia y nos de oportunidades de cambiar. Debemos pedir que Dios toque el corazón del ser humano para que nos convirtamos.
De hecho, ni siquiera diez justos se debieron encontrar, porque aquella ciudad fue destruida. Sin embargo, nosotros tenemos a Jesucristo el justo que se ha entregado a la muerte para el perdón de los pecados de todo el mundo.
“Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados…, pero Cristo los hizo vivir en Él perdonando todas nuestras faltas”. Debemos recordar la historia de nuestra salvación. Éramos todos pecadores y fuimos perdonados por la entrega de Cristo en la cruz. El justo se entregó por los pecadores. Le debemos el perdón al amor de Dios, que entregó a su Hijo.
Debemos reconocer que Dios tiene mucha paciencia con la humanidad y con nosotros.
Como nos ha dicho la Carta a los Colosenses: “Sepultados con él en el bautismo, con él también han resucitado por la fe en la acción de Dios, que resucitó de entre los muertos”. Es decir, estábamos muertos en el pecado y hemos resucitado en el bautismo a una vida nueva. Una vida de amor y perdón que comienza en el hoy”.
Reflexión
“Esa nueva vida se manifiesta en la oración. Hoy la Palabra nos invita a la oración. Jesús nos invita a orar como Él oraba. A Orar por lo que Él oraba y la actitud con la que Él oraba, nosotros no podemos orar repitiendo palabras sin darnos cuenta de lo que decimos sino orar sabiendo lo que pedimos…
Decidámonos a vivir una vida seria de oración, a vivir una relación de familiaridad con Dios, una escucha de la voluntad del Señor, una oración por el mundo, no solo por nosotros en actitud de amor y misericordia y una oración perseverante y continua, no olvidemos de la oración diaria, en la mañana, en la noche, en el transporte público, en determinados momentos del día, pero una oración perseverante y no solo cuando tenemos necesidad de algo”, reflexionó Mons. Pesoa
Dios nos escucha siempre, nos conceda los dones necesarios para la vida”.
La Misa Dominical desde la Catedral de la Santísima Trinidad contó con la presencia del Obispo y sacerdotes de Alemania de Tréveris.