Prensa CEB 06.08.2022.- “Los invito a que escuchemos a Cristo para construir una patria según la voluntad de Dios, donde de verdad vivamos todos con dignidad y sintiéndonos hermanos e hijos de un mismo padre y con los mismos derechos”, convocó este sábado el vicario apostólico del Beni, monseñor Aurelio Pesoa Ribera, en la misa de homenaje por el 197 aniversario de independencia de Bolivia, celebrada en la catedral Santísima Trinidad.
Lamentó la dura realidad que atraviesa el país en este nuevo aniversario por el aumento de la pobreza tras la pandemia, que aún continúa, además de ver cómo la atención al pueblo en el sistema de salud sigue a merced de un sistema débil y olvidado, cuando tendría que ser una prioridad, sin olvidar el estado de la educación de niños y jóvenes.
“Realmente cuesta celebrar el día de la patria con serenidad y paz cuando vemos división, cuando un grupo tiene más privilegios que otro, lo que provoca discriminación entre personas. Se habla de diálogo y unidad, pero pareciera que están cada vez más lejanas”, criticó.
Durante su homilía también se refirió a que si el ser humano vive alejado y sin tener en cuenta a Dios, se deshumaniza, se vuelve indolente y egoísta, solo piensa en él y en su propio bienestar.
“Celebramos el día de la patria en medio de una sensación de inseguridad jurídica, una debilitación general de la libertad de expresión, un aumento de la división y el odio, además de una indignación general ante las muestras continuas que nos dan muchos operadores políticos en la conducción del país. Cada vez se hace más difícil dialogar con las posturas cerradas, intolerantes e interesadas, que son tan frecuentes”, finalizó.
Sostuvo que quien solo se escucha a sí mismo pierde el interés por el bien común, además del amor al prójimo, y que ante la realidad que viven los bolivianos, la Iglesia católica no puede quedarse en silencio.
“Los seres humanos podemos pensar que todo está en manos nuestras, que decidimos todo, que podemos todo. Pero no es así. Los destinos del mundo y de los pueblos, también de Bolivia, están en manos de Dios, en servir a Cristo en los hermanos”, reflexionó.
Asimismo, se refirió al relato de la transfiguración de Jesús, del evangelio de Lucas, hecho que —dijo — para los apóstoles Pedro, Santiago y Juan significó una visión de Io que ocultaba la realidad humana de Cristo, ya que vieron al Señor en su realidad divina y escucharon una voz que Io presentaba como Hijo autorizado para hablar en nombre de Dios, por lo tanto aquel a quien hay que escuchar no una vez, sino siempre.
En otra parte de su homilía, lamentó que la injusticia es una muestra dramática de la politización de la justicia en el país. “¿Quién está seguro en este momento en Bolivia?”, preguntó, a lo cual respondió que son aquellos que están identificados con una corriente política.