Arzobispo: “Sueño con una Bolivia Unida y Reconciliada, donde todos le pongamos el hombro para salir adelante”
Prensa 07.08.2022.- Conmemorando los 197 años de la Independencia de Bolivia, hoy sábado 6 de agosto desde la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir – Catedral, el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue aseguró que, “Sueña con una Bolivia Unida y Reconciliada, donde todos le pongamos el hombro para salir adelante”. Una Bolivia donde hay trabajo, paz y respeto a la dignidad de la persona desde su concepción hasta su muerte natural.
“Dejemos a un lado aquello que nos impide mirarnos como hermanos bolivianos”
El Señor hoy nos Llama a que nosotros podamos ver nuestra realidad que vivimos, que dejemos de lado aquello que nos impide mirarnos como hermanos y hermanas bolivianos, cuánto no queremos nuestra Patria y cuánto no quisiéramos que entre nosotros vivamos verdaderamente la hermandad.
El Señor nos dice; nos juzguen, perdonen y serán perdonados, eso es lo que queremos, que seamos capaces de perdonarnos de reconciliarnos como bolivianos para poder buscar mejores días en conjunto y no ir cada uno por su lado.
Así mismo el prelado señaló que sueña con una Bolivia donde exista el trabajo digno para cada ciudadano y un sustento digno para mantener la familia. Yo sueño con una Bolivia así, sueño con una Bolivia reconciliada dónde dejemos de mirarnos como enemigos, creo que el Señor nos ha creado diferentes a cada uno de nosotros, cada uno somos un mundo diferente, pero en esta diversidad y esa manera de pensar y de hacer las cosas no es motivo para que seamos enemigos, más bien deberíamos unirnos más. Si todos ponemos a disposición o ponemos nuestro esfuerzo para sacar esta Bolivia adelante, dijo.
Sueño con una Bolivia reconciliada, donde trabajemos y luchemos por un mundo mejor. Sueño con la paz, esa paz que tanto queremos, la paz que tanto ansiamos, tanto buscamos y lo gritamos. Sueño con que haya paz en nuestras calles, donde podamos caminar libremente, donde podamos caminar sin estar mirando atrás a un lado quién nos sigue para hacernos daño, donde podamos salir de la casa y volver y encontrar nuestra casa como la dejamos y no saqueada. Sueño con una Bolivia así donde podamos respetarnos, donde podamos amarnos, donde haya respeto mutuo.
El Arzobispo también hizo hincapié en la falta de respeto, estamos faltando el respeto a la otra persona, nos estamos mintiendo mucho, nos estamos insultando mucho, incluso hasta estamos llegando a faltar el respeto a nuestras autoridades, eso estamos viendo últimamente y a lo mejor sí llegamos ahí es porque algunas de nuestras autoridades también no se están ganando el respeto del ciudadano.
El “TE DEUM” Ecuménico fue presidido por el Arzobispo de Santa Cruz, S.E.R. Monseñor René Leigue Cesari junto a Mons. Sergio Gualberti, Arzobispo Emérito, y Mons. Estanislao Dowlaszewicz OFM Conv, Obispo Auxiliar;
Participaron líderes de las Iglesias que hacen parte del diálogo ecuménico en Santa Cruz: Mons. Anba Youssef, Padre Hedra, Padre Hanania y Padre Mina Habib de la Iglesia Copta Ortodoxa de Bolivia; Pastor Oscar Villarreal y Pastor Franklin Cuenca de la Iglesia Anglicana Episcopal de Bolivia; el Pastor Jorge Wills de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia; Natán Toews y Leydi Muñoz del Comité Central Menonita.
Acompañaron la celebración la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo: P. Humberto Lira Ramos, Emma Inés Veliz, Hna. María Pura Añez, María Piedades Mercado, Zulema Tórrez, Elba Camacho y Miguel Ángel Miranda Muñoz.
También participaron P. Juan Crespo, Vicario General; P. Hugo Ara, Vicario de Comunicación y Rector de la Catedral; P. Fernando Cabrero, Vicario para la Pastoral; Vicarios Episcopales, Presbíteros de la Arquidiócesis, Autoridades Municipales, Departamentales, Nacionales; y todo el Pueblo de Dios.
“El canto de nuestro himno nacional se hace oración para que Dios bendiga a Bolivia”
Santo Canto del Te Deum: Delante del Señor y con Espíritu de Alabanza y gratitud proclamamos el himno del Te Deum, himno de Alabanza y agradecimiento público por todos los beneficios que el Señor ha concedido a nuestra Patria Bolivia.
Solemne Tedeum ecuménico por Bolivia
Homilía de Mons. René Leigue Cesari
Arzobispo de Santa Cruz
Basílica Menor de San Lorenzo Mártir
6 de agosto de 2022
197 años de la independencia de Bolivia, 197 años de camino, de trabajo, de lucha por buscar mejores días y seguimos buscando, seguimos trabajando por eso. Preguntémonos ahora como estamos en estos días, tantos años que hemos avanzado deberíamos estar felices, contentos, es nuestro cumpleaños y sin embargo estamos como estamos, todos lo sabemos, todos lo vivimos cómo estamos, pero todo esto veámoslo a la luz de la palabra de Dios H
haciendo un poco el análisis de realidad.
¿Qué hemos escuchado en la primera lectura? Hemos escuchado la historia de dos hermanos Caín y Abel, dos hermanos que delante de Dios presentaron sus ofrendas, nos dice la lectura que Caín presentó algunos frutos del suelo, lo que no servía sí podemos llamar así, lo último, lo peor le dio a Dios y sin embargo Abel ofreció la primicia, lo mejor de su rebaño esta realidad de estos dos hermanos, uno que presenta lo que le sobra y el otro que presenta lo mejor, lo máximo para Dios… Dios aceptó las ofrendas, pero ¿cuál le gustó más?: La de Abel.
Por eso Caín al ver esto se mostró muy resentido y agachó la cabeza, es ahí que el Señor le pregunta ¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja? Sí obras bien -le dice el Señor- podrás mantenerla erguida, pero sí obras mal el pecado te agazapa y la puerta del demonio te acecha.
Esto viendo un poco también en nuestra realidad, ¿nosotros qué estamos dando por nuestra patria? ¿Estamos dando lo mejor o estamos dando lo que nos sobra? o ¿Estamos trabajando a medias? ¿Estamos al servicio de los esperan de nosotros o nos estamos sirviendo de ellos?
¿Para preguntarnos no? El Señor está agradecido con las cosas que dio Abel: lo mejor. Sin embargo, Caín se sintió mal porque él sabía lo que estaba haciendo, si somos conscientes nosotros también de esta realidad que estamos viviendo y de acuerdo a lo que estamos haciendo, también deberíamos examinarnos, evaluarnos y ver qué estoy haciendo, qué estoy dando, cuál es mi aporte para Bolivia.
El Señor le pregunta por lo que ha visto a Caín que se molesta con su hermano y lo saca afuera y se abalanza contra su hermano, lo mata. El Señor le pregunta a Caín ¿dónde está tu hermano?, la respuesta de Caín: ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano? O sea que eso es a lo que nos lleva cuando hay envidia, cuando no hay esa capacidad de escuchar al otro, o de ver en el otro sus virtudes, nos lleva a mirarlo mal y hacerle mal. Inclusive aquí como dice la lectura a quitarle la vida al otro, porque a lo mejor un sector es un estorbo en el camino.
La envidia hasta dónde nos lleva, a mirarnos mal entre nosotros y hacerle el mal a aquella persona que veo que hace bien. También el Señor nos preguntará después ¿dónde está tu hermano? y si nosotros hemos hecho mal a nuestro hermano ¿qué respuesta le daremos a Dios? O le daremos esta respuesta que dice ¿Acaso soy el guardián de mi hermano? y sin embargo nosotros estamos llamados para trabajar por aquellas personas las más necesitadas, ¿Cuánto más como autoridades? Cuánto más como autoridades estamos comprometidos para luchar por aquellos que no tienen voz, por aquellos que necesitan, por los más pobres, por los más vulnerables que son las personas mayores y los niños.
Será que vamos a dar esa respuesta: ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano siendo que somos responsables de hacer algo por ellos? Creo que no, es el momento para poder pensar ¿Qué estamos haciendo?, no nos creamos por sabios, por inteligentes porque creo que delante de Dios todos somos iguales. Y eso es lo que nos dice la segunda lectura “El que se tenga por sabio y prudente demuéstrelo con su conducta y con sus obras” no pensando de que yo soy el mejor o yo soy la mejor, yo soy el primero o yo tengo la responsabilidad de hacer y deshacer.
El Señor nos dice: “el que se crea por sabio y prudente demuéstrelo con su conducta y con sus obras”, demuéstrelo y hágalo con sencillez y haciéndolo por todos y para todos. Pero eso sí, nos dice el Señor, si esa sabiduría viene de la tierra o sea sí solamente lo sentimos nosotros como persona sabía, nos vamos a mirar asimismo y vamos a ser lo que nos parece, eso nos dice el Señor, si ustedes solamente piensan y sienten sabiduría terrenal van a tener estos problemas va haber rivalidades, va haber discordia, no se vanaglorien porque eso falta a la verdad.
Pero si esa sabiduría viene de lo alto, qué no dice el Señor, serán personas que trabajan por los demás, serán personas que buscan el bien de los demás, serán personas que no se sienten los primeros y los más importantes, sino que siempre estarán al nivel de todos. Que importante esto que nos dice el Señor, cuando nos sentimos solamente con esa sabiduría terrenal hay rivalidad, hay problemas y el Señor nos dice, que donde hay rivalidad y hay discordia, hay también desorden y toda clase de maldad, eso lo sabemos, lo vivimos, lo sentimos, somos parte a lo mejor no sé si de ese problema.
El Señor hoy nos llama a que veamos las cosas diferente, que no nos dejemos llevar por la sabiduría terrenal sino que nos inundemos de sabiduría que viene de lo alto y esa sabiduría que viene de lo alto es aquélla que nos hace ver al otro como persona, como aquella persona que tenemos que mirarla igual, que tenemos que respetarla, que tenemos que amarla, y es por eso que el Señor en el evangelio hoy nos dice algo fuerte, pero no son palabras mías, no son palabras humanas, es el Señor que nos llama, es el Señor que nos habla. Muchas veces nosotros pensamos que cuando se hace una prédica, la persona que lo dice, la que lo lanza así porque se le viene en mente lo dice… Es el Señor que nos dice hoy y Él nos dice en el evangelio: Yo les digo a ustedes que me escuchan, somos nosotros y todos los que están siguiéndonos por las redes sociales, el Señor dice: Yo le digo a ustedes que me escuchan amen a sus enemigos y hagan el bien a los que les odian.
La cosa es difícil, para nosotros como humanos, como persona. Si lo pensamos así lo que dice el Señor, a lo mejor decimos eso es muy duro, muy difícil, imposible… El Señor nos dice: imposible será para ustedes, pero no para Dios y para aquella persona que quiera hacer el bien. En vez de odiar, en vez de tener enemigos, María nos dice bendiga aquellos que lo maldicen. El Señor hoy nos Llama a que nosotros podamos ver nuestra realidad que vivimos, que dejemos de lado aquello que nos impide mirarnos como hermanos y hermanas bolivianos, cuánto no queremos nuestra Patria y cuánto no quisiéramos que entre nosotros vivamos verdaderamente la hermandad.
Creo que ese es el deseo de todos, pero para eso hay que escucharle al Señor que nos dice: hay que perdonar y cuando hay perdón, cuando hay reconciliación hay amor y cuando hay amor se puede ir adelante, se puede caminar en unidad y dónde hay perdón y reconciliación hay paz, esa paz que tanto gritamos, que tanto queremos, que tanto la ansiamos y la buscamos. Pero muchas veces esperamos que nuestras autoridades la empiecen a vivir y todos los ciudadanos que, si en casa no vivimos como verdadera familia, si en casa estamos divididos, estamos peleados ¿será que la autoridad va a poder buscar la paz entre nosotros? ¿No será que es desde ahí que tenemos que empezar la unidad, la reconciliación?
Hay familias que a veces están divididas, están peleadas por nada más a veces porque tienen un color político o porque son de un equipo u otro como esta el equipo de acá de Santa Cruz de “Oriente” y “Blooming”, a veces hay familias que son hinchas de un equipo hincha del otro y pues nada más entre ellos se pelean y también hay que son de un color y del otro y también esa división. Y entonces si buscamos la paz tenemos que empezar desde la casa, si no lo vamos a conseguir de arriba vamos a seguir igual y vamos a pedir siempre lo mismo cada vez. Esos consejos del señor habría que tener en cuenta hoy en día para que podamos seguir en esta Bolivia que tanto queremos y de la cual somos nosotros los bolivianos, en la cual vivimos y esperamos mejores días depende de cada uno de nosotros cómo de aquí en adelante podamos vivir.
Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los persiguen, sean misericordiosos nos dice el Señor como el padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados es otro gran problema que tenemos en la sociedad. Cuántas veces se levantan malos testimonios o porque no es de mi grupo o porque no coincide conmigo o porque no dice lo que yo quiero escuchar o porque no repite lo que yo quiero que digan… ya lo tengo como enemigo. Y estoy hablando mal de esta persona o me estoy inventando cosas de esta persona ¿Qué sacamos con eso? ¿Estamos dudando mal no? El Señor nos dice; nos juzguen, perdonen y serán perdonados, eso es lo que queremos, que seamos capaces de perdonarnos de reconciliarnos como bolivianos para poder buscar mejores días en conjunto y no ir cada uno por su lado.
Algo que el Señor nos dice al final del Evangelio y que esto tenemos que tener en cuenta también porque en esta vida hay muchas cosas que se pagan aquí mismo. El Señor nos dice con la medida con que ustedes midan también serán medidos, tomemos en cuenta esta palabra del Señor, por lo tanto seamos personas buenas.
El que respeta exige respeto, el que ama exige amor, el que insulta exige insulto. Aquello tenemos que tener en cuenta, muchas veces nos duele a veces cuando nos insultan, pero también nosotros a veces insultamos. Entonces el que no quiere ser insultado que no insulte. El que quiere ser respetado que respete porque respeto exige respeto y eso lo que hoy nos dice el Señor con la misma vara, con la misma medida con que ustedes midan a los demás serán medidos. Si yo insulto recibo insulto, si yo miento, recibo mentira. Esto es lo que dice Señor en este día en el que celebramos un aniversario más de nuestra patria.
Pero ahora también preguntémonos y a lo mejor cada uno se ha preguntado también: ¿Qué Bolivia soñamos? ¿Qué Bolivia sueñan ustedes? como autoridad, como ciudadano de este país ¿Qué Bolivia sueñan? Yo pensando en esto, una Bolivia que he soñado, una Bolivia unida donde todos nos sintamos parte de este país, dónde todos le pongamos el hombro para salir adelante, donde cada ciudadano se sienta parte de cada departamento, se sienta boliviano y boliviana, hermanos y hermanas, ciudadanos de un mismo país, no enemigo ese es mi sueño, una Bolivia unida.
Sueño con una Bolivia donde haya trabajo, trabajo que todos necesitamos, donde Cada ciudadano se pueda quedar en su departamento porque hay trabajo en su departamento. Ese es un gran problema que tenemos ahora, hay mucha migración de un departamento a otro porque la gente busca trabajo, busca tener un sustento para la familia, busca mejores días y no solamente movimiento dentro de Bolivia, sino que también muchos bolivianos se van fuera.
Entonces yo sueño con una Bolivia donde exista el trabajo digno para cada ciudadano y un sustento digno para mantener la familia. Yo sueño con una Bolivia así, sueño con una Bolivia reconciliada dónde dejemos de mirarnos como enemigos, creo que el Señor nos ha creado diferentes a cada uno de nosotros, cada uno somos un mundo diferente, pero en esta diversidad y esa manera de pensar y de hacer las cosas no es motivo para que seamos enemigos, más bien deberíamos unirnos más. Si todos ponemos a disposición o ponemos nuestro esfuerzo para sacar esta Bolivia adelante.
Entonces yo sueño con una Bolivia donde todos nos reconciliamos y desde ahí empecemos a trabajar y luchar por un mundo mejor aquí en Bolivia. Sueño con la paz, esa paz que tanto queremos, tanto ansiamos, tanto buscamos y lo gritamos. Sueño con que haya paz en nuestras calles, donde podamos caminar libremente, donde podamos caminar sin estar mirando atrás a un lado quién nos sigue para hacernos daño, donde podamos salir de la casa y volver y encontrar nuestra casa como la dejamos y no saqueada. Sueño con una Bolivia así donde podamos respetarnos, donde podamos amarnos, donde haya respeto mutuo.
Últimamente no estamos faltando en esto, también estamos faltando el respeto a la otra persona, nos estamos mintiendo mucho, nos estamos insultando mucho, incluso hasta estamos llegando a faltar el respeto a nuestras autoridades, eso estamos viendo últimamente y a lo mejor sí llegamos ahí es porque algunas de nuestras autoridades también no se están ganando el respeto del ciudadano.
Entonces yo sueño con una Bolivia donde haya respeto a la persona, a las autoridades, haya el respeto a la vida, respeto a la dignidad de la persona como tal desde su concepción hasta su muerte natural. Sueño con una Bolivia, donde todos vivamos felices y cumplir un año más deberíamos estar alegres, deberíamos estar celebrando, gritando, saltando de alegría. Sin embargo, hoy nos vemos, así como estamos y es por todo esto que el Señor hoy nos está haciendo notar que estamos fallando, entonces hay que componer para empezar de nuevo.
Celebrar un aniversario más o celebrar el cumpleaños de nosotros como bolivianos es para detenerme en este momento y decir ¿Qué hemos hecho está aquí y que no espera de aquí en adelante? Y a lo mejor empezar a caminar sin mirar atrás sino mirando siempre adelante.
Si dejáramos esto y nos pusiéramos a trabajar en lo que nos corresponde, creo que haríamos las cosas mejor. Todo esto es lo que nos dice el señor hoy, y todo esto es lo que yo les digo; sueño con una Bolivia así, dónde hay unidad, trabajo, reconciliación, paz y respeto entre nosotros. Que el Señor perdone nuestras faltas que hemos cometido hasta ahora y que el bendiga nuestra Bolivia.
Que así sea.
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