Explicación teológica del cuadro “María, Reina de la Amazonía”
Prensa CEB 29.03.2023.- Fray Kasper Mariusz Kaprón, regala una explicación teológica del cuadro “María, Reina de la Amazonía”, un trabajo del artista Carlos Ignacio Rosas Pereira, expuesto en el Museo de las Misiones Franciscanas, a pocos kilómetros de Cochabamba, en la localidad de Tarata.
EXPLICACIÓN TEOLÓGICA DEL CUADRO “MARÍA, REINA DE LA AMAZONÍA”
María con su Hijo Jesús está situada en el contexto de Amazonia, en el paisaje lleno de vida. Así María, Nueva Eva y Jesús, Nuevo Adán, nos devuelven el Jardín Edén que hemos perdido. A través del paisaje corre el río, como los ríos de Edén (cf. Gn 2,10: “En Edén nacía un río que regaba el jardín y después se dividía en cuatro brazos”).
María, Madre de la Vida, en uno de sus brazos tiene a su hijo y en otra mano tiene una planta. El tronco de la planta es seco, sin embargo, de este tronco brota la planta llena de vida. Se trata de la planta de yuca, comida típica de la zona amazónica. La planta indica a Cristo, tronco Jesé, según la profecía de Isaías 11,1: «Un brote saldrá del tronco de Jesé, y una rama crecerá de sus raíces», Indica también a la humanidad nueva que recupera la vida gracias a Cristo que vino a cumplir las palabras de Isaías 42, 3: “No romperá la caña quebrada, no apagará la mecha vacilante”.
María, esta de rodillas y descubre una de sus rodillas. La rodilla descubierta indica la kenosis del Cristo, “quien, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.” (Flp 2, 6-7). Es también un gesto de la humildad de la Esclava del Señor, que aceptó que en Ella se cumpla el proyecto de Dios: (“Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mi tu palabra” Lc 1, 38).
María, Nueva Eva, coronada es con la corona de plumas, como la mujer de Apocalipsis: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.” (Ap 12, 1).
Rostros de la Virgen y de su Hijo son típicos de la gente de Amazonía: muestran a Cristo que se ha hecho todo a todos (1 Cor 9, 22).
La oración del Papa Francisco a la Madre de la Amazonia
Madre de la vida, en tu seno materno se fue formando Jesús, que es el Señor de todo lo que existe. Resucitado, Él te transformó con su luz y te hizo Reina de toda la creación.
Por eso te pedimos que reines, María, en el corazón palpitante de la Amazonia.
Muéstrate como Madre de todas las creaturas, en la belleza de las flores, de los ríos, del gran río que la atraviesa y de todo lo que vibra en sus selvas.
Cuida con tu cariño esa explosión de hermosura.
Pide a Jesús que derrame todo su amor en los hombres y en las mujeres que allí habitan, para que sepan admirarla y cuidarla.
Haz nacer a tu Hijo en sus corazones
para que Él brille en la Amazonia,
en sus pueblos y en sus culturas,
con la luz de su Palabra, con el consuelo de su amor, con su mensaje de fraternidad y de justicia.
Que en cada Eucaristía se eleve también tanta maravilla para la gloria del Padre.
Madre, mira a los pobres de la Amazonia, porque su hogar está siendo destruido por intereses mezquinos.
¡Cuánto dolor y cuánta miseria, cuánto abandono y cuánto atropello en esta tierra bendita, desbordante de vida!
Toca la sensibilidad de los poderosos porque, aunque sentimos que ya es tarde, nos llamas a salvar lo que todavía vive.
Madre del corazón traspasado
que sufres en tus hijos ultrajados
y en la naturaleza herida,
reina tú en la Amazonia
junto con tu Hijo.
Reina para que nadie más se sienta dueño de la obra de Dios.
En ti confiamos, Madre de la vida, no nos abandones en esta hora oscura.
Amén.
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