En medio de tantas convulsiones y problemas que podemos pasar, no perdamos la esperanza, pide Arzobispo de Santa Cruz
Prensa CEB 22.05.2023.- En medio de tantas convulsiones y problemas que podemos pasar, no perdamos la esperanza, pidió el Arzobispo de Santa Cruz, este domingo 21 de mayo, día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor.
Así mismo el prelado aseveró que, estamos viviendo momentos muy complicados como personas de fe, pero piensen que el Señor está ahí, para acompañarnos, para darnos fortaleza, dijo.
No tengan miedo, problemas siempre habrá. Es importante que ustedes no se salgan del camino
¿Lo hacemos? O nos estamos guardando para nosotros nomás o tenemos miedo de anunciar a este señor, a este Dios. Tenemos miedo de llamarnos Hijos de Dios, tenemos miedo de llamarnos que somos parte de esta familia cristiana. Creo que este momento que las turbulencias que salen en la vida, a veces como que nos quedamos ahí ¿Qué hacemos? ¿Qué decimos? Creo que ahí es donde el Señor nos llena de esta fuerza, de ese poder que él tenía, nos llena también de ese poder de decir: No tengan miedo, problemas siempre habrá, es importante que ustedes no se salgan del camino que yo les he enseñado nos dirá el Señor.
Así también Mons. Leigue enfatizó que, los Medios de Comunicación deberían comunicar buenas noticias y no concentrarse solo en cosas negativas. En estos días 65 sacerdotes del oriente boliviano estuvimos reunidos para la formación permanente, ¿de eso quién se enteró? Nadie. Porque a veces a los medios no les interesa estas cosas positivas, le interesa lo negativo, le interesa lo malo, eso es lo triste, señaló el arzobispo.
Tendrían que ser los medios de comunicación equilibrados en todo esto, que hay cosas negativas no lo negamos, pero que hay cosas positivas también lo hay, dijo Monseñor René.
Oremos por la unidad de todos los cristianos, cada uno de nosotros, todos nosotros
Pidámosle al Señor para que en esta semana que también iniciamos orando por la unidad de todos los cristianos, cada uno de nosotros, todos nosotros, que de verdad entremos en ese ambiente pues de ese encuentro con el Señor y dar esa respuesta también a esa pregunta ¿Qué estoy haciendo como persona de fe, con ese mandato que me da el Señor? que comparta con los demás, lo que yo siento, lo que yo soy, lo que yo creo ¿Cómo lo estoy haciendo? La pregunta está, la respuesta que cada uno la de.
Homilía de Mons. René Leigue Cesarí, Arzobispo de Santa Cruz
Basílica Menor de San Lorenzo – Catedral 21-05-2023
“Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”, dice el Señor. Hoy iniciamos la semana de oración por la unidad de los cristianos, y es el momento en el cual, nos unimos para elevar nuestro agradecimiento y oración al Señor, y sobre todo pedir por la unidad de todos nosotros.
El Señor nos deja la tarea de “Anunciar el Reino de Dios” ¿lo estamos haciendo? O ¿qué Reino estamos anunciando?
Hoy celebramos la Ascensión de nuestro Señor Jesús, hemos escuchado en la primera lectura, todo lo que pasó durante el tiempo de la presencia de Jesús con sus discípulos y todo lo que Él iba diciéndole a sus discípulos y ¿qué tenían que hacer? ¿qué tiempo estuvo Jesús con sus discípulos?, las lecturas n os dice que, durante 40 días y durante estos 40 días, el Señor fue dándoles todas las instrucciones a sus discípulos ¿cómo tenían que vivir? ¿qué tenían que hacer? ¿cómo debían hacerlo? Y sobre todo dándole esa fortaleza, que el volvía, pero no los iba dejar solos. Esto es lo que a nosotros también nos deja hoy, desde la Pascua, hemos estado escuchando las lecturas donde el Señor nos ha ido diciendo ¿qué tenemos que hacer? ¿cómo tenemos que hacer la tarea que Él nos deja? Y aquí es para preguntarnos, si realmente estamos cumpliendo nosotros esa tarea. Una de las tareas que el Señor nos deja es; “Anunciar el Reino de Dios” ¿lo estamos haciendo? O ¿qué Reino estamos anunciando? Otra tarea que nos deja es anunciar, eso que nosotros estamos viviendo, ser testimonio con otros.
¿Estamos cumpliendo lo que Él nos dice?
No nos quedemos con aquello que nosotros somos, con aquello que nosotros sabemos, con aquello que hemos escuchado del Señor, no, no los guardemos solo para nosotros, compartámoslo con los demás, y aquí viene la pregunta ¿lo estamos haciendo? Son preguntas que para nosotros como personas de fe, como estas personas que estamos escuchando siempre al Señor, y Él nos va diciendo que hacer ¿estamos cumpliendo lo que Él nos dice?
Jesús vuelve al Padre, para presentarle todo lo que Él vivió con nosotros y todo lo que Él hizo por nosotros”
El Papa hablando de la fiesta de la Ascensión dice; toda partida, toda separación siempre entristece, nos trae nostalgia, y los discípulos seguro se sentían así también, cuando Jesús les anuncia que Él iba retornar al Padre. El Papa decía; a nosotros nos entristece saber esa separación de Jesús, yo creo que sí, a los discípulos sí, porque estaban más cerca de Él. El papa también decía; si el hijo vuelve al Padre, es importante que nosotros lo entendamos ¿Por qué vuelve al Padre?, el Papa dice; Jesús vuelve al Padre, para presentarle todo lo que Él vivió con nosotros y los qué Él hizo por nosotros y estar delante del Padre y decirle; “Este es el precio de la Salvación, mostrándole las llagas de sus manos y de su costado”, este es el precio de la salvación y lo que yo he hecho por la humanidad. El Papa dice; “Jesús vuelve con toda nuestra humanidad, para presentársela delante al Padre. La separación nos entristece, sí, pero nos alegra porque Jesús vuelve para hablar con el Padre, ahí en persona.
Jesús vuelve al Padre con la tarea de presentarnos a nosotros, tal y como somos, con nuestra humanidad, con todo lo que somos.
El Papa Francisco en la misa dominical hoy preguntaba, y ahora ¿dónde está Jesús? Las lecturas nos dicen, está a la derecha del Padre, y desde ahí Él sigue hablando de nosotros, Él sigue pensando en nosotros y él sigue presentándonos delante del Padre, eso nos decía el Papa, hoy en esta fiesta de la Ascensión, y es una alegría para nosotros y no debe entristecernos, más bien debe alegrarnos que, el Hijo vuelve al Padre, y justamente con esta tarea, de presentarnos a nosotros tal como somos, con nuestra humanidad, con nuestras alegrías, con nuestras tristezas, con nuestras penas, con todo lo que somos, y ahí Jesús sigue hablando de nosotros.
Jesús recibió el poder del Padre, para perdonar, y no para aplastar al otro
Hemos escuchado en el Evangelio, los doce discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado, y al verlo, se postraron delante de Él, son testigos de ese momento, y les dice; yo he recibido todo poder el cielo y en la tierra, Jesús habla de un poder ¿qué poder?, no es un poder para aplastar a otro, el poder del cual les habla Jesús a sus discípulos, es el poder de perdonar ¿quién puede hacerlo? Para nosotros muchas veces es difícil hablar del perdón ¿eres capaz de perdonar? Los pensamos cuando tenemos un problema con alguien y a veces como que nos viene ese deseo, esas ganas, o a lo mejor esa decisión de no perdonar, y nos quedamos con eso, no perdonamos, no somos capaz de perdonar, Jesús tiene ese poder de perdonar y olvidar. Jesús tiene el poder que el Padre le dio, para que Él esté en medio de nosotros, hablar abiertamente con nosotros, decirnos ¿qué quiere el Padre? ¿de qué manera podemos vivir el Reino en medio de nosotros? Jesús tiene ese poder para hacerlo, no es un poder para agarrársela con los demás, por decir así, que Él con el poder que tiene podría tranquilamente hacerlo, cuando estaba pasando momentos tan complicados en la acusaciones cuando lo llevaron al tribunal y con el poder que Él tenía podía deshacer con todos, pero no es ese el poder que tenía, no era para callar a nadie, no era para irse en contra de alguien, para vengarse de alguien, solamente los humanos somos los que pensamos así.
Si hay una pasión de hacer, o de ir en contra de alguien, se lo hace sin compasión y lo hace “porque tengo el poder”
A veces cuando tenemos el poder lo agarramos de esa manera y si hay una pasión de hacer, de ir en contra de alguien se lo hace, sin compasión y lo hace “porque tengo el poder”, entonces hago y deshago con los demás” El poder de Jesús no era de esa manera, si lo entendemos así de esta manera el poder que tenía Él, lo veríamos de otra manera y también nuestra realidad.
Entonces Jesús les dice yo tengo el poder y tiene el poder para enviar a sus discípulos y decirles con toda seguridad y toda confianza: Vayan ustedes ahora, vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado.
Jesús nos dice a nosotros: “Vayan también ustedes y anuncien esa buena noticia, anuncien a todos”.
Ese es el mandato que les da Jesús a sus discípulos, el momento de volver al Padre directamente les dice: Ahora a ustedes les toca, eso les dijo a sus discípulos que estaban ahí presentes y eso nos dice a nosotros: “Vayan también ustedes y anuncien esa buena noticia, anuncien a todos”, a todos porque todos necesitan saber una buena noticia como es la presencia de Dios en sus vidas.
¿Estamos cumpliendo esa misión que nos da el Señor?
Esa es la misión que tenemos nosotros, por eso que hoy les preguntaba: ¿Estaos cumpliendo eso? ¿Estamos cumpliendo esa misión que nos da el Señor? Nosotros hemos sido bautizados en nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo y ahora la otra parte viene un bautizado y tiene esta misión de seguir anunciando esa buena noticia a otros.
“No tengan miedo, problemas siempre habrá. Es importante que ustedes no se salgan del camino”
¿Lo hacemos? O nos estamos guardando para nosotros nomás o tenemos miedo de anunciar a este señor, a este Dios. Tenemos miedo de llamarnos Hijos de Dios, tenemos miedo de llamarnos que somos parte de esta familia cristiana. Creo que este momento que las turbulencias que salen en la vida, a veces como que nos quedamos ahí ¿Qué hacemos? ¿Qué decimos? Creo que ahí es donde el Señor nos llena de esta fuerza, de ese poder que el tenía, nos llena también de ese poder de decir: No tengan miedo, problemas siempre habrá, es importante que ustedes no se salgan del camino que yo les he enseñado nos dirá el Señor.
“En medio de tantas convulsiones que podemos pasar, no perdamos esa esperanza y no perdamos de vista esto”
Problema no faltan, cada uno de diferente manera, pero es un problema, entonces ese mandato que nos hace hoy es para tomarlo en cuenta. Y esa promesa también que Él dice: Si bien yo no estoy con ustedes, así como me ven ahora les dijo a sus discípulos, pero tengan la seguridad de que yo no me aparto de ustedes. Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” Esa promesa que nos da el Señor, es decir que, en medio de las dificultades, en medio de los problemas, en medio de tantas convulsiones que podemos pasar, no perdamos esa esperanza y no perdamos de vista esto.
“El Señor está con nosotros”, Él no se aleja. ¿No es una buena noticia esta? ¡creo que sí! no estamos solos”.
Que siempre resuene en nosotros: “El Señor está con nosotros”, Él no se aleja. ¿No es una buena noticia esta? ¡creo que sí! no estamos solos. Nosotros como personas a lo mejor si confiamos en nosotros nomás, en nuestras fuerzas humanas, cuantas veces nos vamos abajo. Y ¿Ahora qué hacemos? es la pregunta que viene después, pero si estamos con esa certeza de que el Señor nos dice. “Yo estaré siempre con ustedes, todos los días”, no está diciendo solo algunos días, o el día domingo. “Todos los días estaré con ustedes hasta el fin del mundo”, es decir “siempre estoy con ustedes”.
Sabemos que nosotros tenemos en nuestra vida por este mundo, límite, pero el mundo como tal ¿cuándo se acaba? no sabemos.
Pero ¿cuándo se acaba el mundo? no sabemos. Sabemos que nosotros tenemos en nuestra vida por este mundo, límite, pero el mundo como tal ¿cuándo se acaba? no sabemos. Entonces esto que dijo el Señor “Siempre estaré con ustedes, todos los días y no duden de eso” Creo que esta es la buena noticia que nos da el Señor hoy, el vuelve al Padre para estar con nosotros, presentarnos delante de Él, con todo lo que somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros pecados. Estar ahí siempre Él dice: “Yo estaré con ustedes, no me alejaré”
En estos días estamos viviendo momentos muy complicados como personas de fe, pero piensen que el Señor está ahí, para acompañarnos, para darnos fortaleza.
Ojalá podamos entender esto, podamos vivirlo, podamos pensar en estos días que estamos viviendo momentos muy complicados como personas de fe, pero piensen de que el Señor está ahí para acompañarnos, para darnos fortaleza.
“Hoy es el día de los Medios de Comunicación, o sea importante es comunicar buenas noticias”.
Hoy también es el día de los Medios de Comunicación, o sea importante es comunicar buenas noticias también, a veces como que los medios se concentran en cosas negativas y lo hacen tan grande que pareciera que es todo eso. Cuanto más en estos días, cuando se habla de la Iglesia, pero pensar que nosotros esta semana, desde el martes hemos estado reunidos 65 sacerdotes del oriente boliviano, unidos para la formación permanente, ¿de eso quién se enteró? Nadie. Porque a veces a los medios no les interesa estas cosas positivas, le interesa lo negativo, le interesa lo malo, eso es lo triste.
“Tendrían que ser los medios de comunicación equilibrados en todo esto, que hay cosas negativas no lo negamos, pero que hay cosas positivas también lo hay”.
Tendrían que ser los medios de comunicación equilibrados en todo esto, que hay cosas negativas no lo negamos, pero que hay cosas positivas también lo hay. Y a veces estas cosas no siempre salen, por eso es que el Señor dice: No pierdan la esperanza que yo estaré con ustedes.
“Oremos por la unidad de todos los cristianos, cada uno de nosotros, todos nosotros”
Pidámosle al Señor para que en esta semana que también iniciamos orando por la unidad de todos los cristianos, cada uno de nosotros, todos nosotros, que de verdad entremos en ese ambiente pues de ese encuentro con el Señor y dar esa respuesta también a esa pregunta ¿Qué estoy haciendo como persona de fe, con ese mandato que me da el Señor? que comparta con los demás, lo que yo siento, lo que yo soy, lo que yo creo ¿Cómo lo estoy haciendo? La pregunta está, la respuesta que cada uno la de.
Que el señor nos acompañe y que sea siempre nuestra fortaleza, quedemos con la certeza que el Señor dijo “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”
Que así sea.
Fuente: https://campanas.iglesiasantacruz.org/