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May

La Paz: Hablar con el corazón en la verdad y en el amor

Prensa CEB 23.05.23.- La catequista de Primera Comunión, alza la voz y pregunta, niños, ¿saben por qué Dios nos dio dos orejas y una sola boca? Se escucha la respuesta pícara de un niño que dice es que si tuviéramos dos bocas y una sola oreja seríamos monstruos. Las risas brotan a borbotones y la catequista asiente con la cabeza y después fundamenta la respuesta: tienes razón, le dice al niño, si tuviéramos dos bocas discutirían entre sí para ver quien habla más y no se entendería nada. Además, si solo tuviéramos una oreja nadie escucharía el mensaje completo porque solo con una oreja sería difícil hacerlo, por eso el buen Dios nos ha dado dos orejas para escuchar más y una sola boca para medir lo que decimos, “para hablar con el corazón en la verdad y en el amor”.

Recordando este relato de mis días de catequista he pensado mucho sobre los últimos sucesos ocurridos en el entorno eclesial boliviano que en este tiempo han sido primicia en medios de comunicación masiva. Entonces mis pensamientos me llevaron al encuentro de unas palabras repetidas muchas veces durante mis días de estudiante universitaria: los medios comunicación masiva son el “cuarto poder del Estado”.

He pensado si es verdad que la misión de los medios de comunicación es informar de manera veraz y objetiva, en la consigna de buscar la parte y la contra parte. He pensado en la ética periodística y he concluido que todas esas afirmaciones se quedaron únicamente como “letra muerta”.

Con motivo de rememorar la solemnidad de la Ascensión del Señor cada año, la Iglesia católica celebra la Jornada de las Comunicaciones Sociales. Este 21 de mayo se dio énfasis al mensaje N.º 57: «Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor»

Es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora, nos dice el Papa Francisco en su reflexión, pero hemos confundido abierta con sensacionalista y destructiva y acogedora con vengativa y destructora.

Si, destructora, porque hemos dejado de ver el bien mayor por detenernos a mirar una fracción de la realidad que es dolorosa y no se puede dejar de comunicar, pero que también ha generado escándalo, morbo, odio y repudio.

Pensamos que iglesia son solo sacerdotes y religiosas, pero iglesia somos todos los bautizados. Acaso si un miembro de nuestra familia sufre no sufrimos también nosotros, así sucede con nuestra madre Iglesia lastimada y herida.

Sufren los niños que ya no serán acogidos en tantos hogares, sufren los ancianos que no recibirán ese apoyo desinteresado y fraterno en los asilos, sufren los enfermos que ya no recibirán medicina ni atención con calidad y calidez, sufren los migrantes y las madres solteras que no tienen hogar. Si sufren porque el odio tiene sus consecuencias y quienes hacen abuso del “cuarto poder” tendrán que rendir cuentas a la sociedad cuando veamos las puertas de estas casas de acogida y centros de ayuda de la Iglesia católica cerradas porque serán pocos los que querrán destinar recursos económicos a estos lugares en los que los buenos sacerdotes y las buenas religiosas sirven con dedicación y amor.

Hoy tuve la dicha de participar de la eucaristía de envío a más de 25 reporteros parroquiales de la Arquidiócesis de La Paz que hacen servicio de voluntariado desde sus parroquias, pero eso no es noticia, no puede ver a los periodistas correr para no perderse la primicia. Eso no es noticia porque las buenas noticias pocas veces o casi nunca lo son.

Mons. Percy Galván, Arzobispo de La Paz, quien presidió la Eucaristía, pidió a los comunicadores ir al encuentro de las personas y preocuparse por lo que les sucede, ver el dolor del otro con una actitud de compasión colocándose en su lugar evitando caer en la condenación y el juicio.

“Sean comunicadores positivos, que construyan y edifiquen, porque es necesario hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”

Mons. Percy Galván.

Fuente: Nataly Carrasco – Infodecom.net

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