Mons. Flock: “Cálmate y di ‘ ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo‘”
Prensa CEB 30.05.2023.- Mons. Robert Flock, obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco pidió oraciones de los fieles para que pueda guiar la Diócesis y enseñó sobre los dones del Espíritu Santo. Durante la fiesta de Pentecostés, este 28 de mayo.
El obispo hizo una analogía con la escasez de diésel, manifestando que la Iglesia se debe preocupar por el suministro del Espíritu Santo, ya que según dijo “parece que muchos andamos con un tanque vacío”. Sin embargo, Dios nos regala lo más precioso, envía su Espíritu Santo.
Los 7 dones del Espíritu Santo son: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
En la ocasión el obispo, pidió seguir orando con la fuerza del Espíritu por las acusaciones difamatorias que ha sufrido en los últimos días y para que pueda guiar bien la diócesis, junto al obispo auxiliar, sacerdotes, religiosas, hermanos y hermanas buenas.
El monseñor destacó que a veces no nos damos cuenta del traidor, así como pasa con la pederastia, que lejos de ser un don es una obra de la carne, como las que menciona Gálatas (5,16-23) “es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertad sexual, impurezas y desvergüenzas; culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones, sectarismo y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes”.
El obispo alentó a no desanimarse y llamó a la calma pidiendo la presencia del Espíritu Santo con la Secuencia de Pentecostés:
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndido, luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo, Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén.