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Jun

Mons. Cristóbal Bialasik reitera advertencia de falsos sacerdotes en Bolivia

Prensa CEB 20.06.23.- El obispo de la Diócesis de Oruro y presidente del Área de Comunión Eclesial de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Cristóbal Bialasik, a través de un video mensaje advierte sobre “personas que se infiltran en la Iglesia Católica diciendo que son sacerdotes”, los falsos sacerdotes que se valen de la buena fe de los fieles para “ofrecer sus servicios”.

“Son personas que no viven en comunión con la Iglesia Católica” sostuvo la autoridad eclesial a tiempo de recomendar que “no inviten a ninguna persona ajena o desconocida (a las casas), cobran bastante dinero para hacer una celebración, haciendo bendiciones falsas”, afirma.

En su mensaje, el obispo da algunas recomendaciones; esperando que los fieles reciban la bendición verdadera para vivir en paz y amor. Asimismo, recuerda que la persecución a la Iglesia Católica es fuerte y “por eso hay una política de confundir a los fieles”.

Alentando a ser prudentes, sabios y vivir en profunda fe, el obispo impartió una bendición.

Por su parte, el año 2016 la Conferencia Episcopal Boliviana brindo una conferencia de prensa, donde a través de un comunicado (Descargue el comunicado aquí) se advierte la presencia de falsos sacerdotes en toda Bolivia y se brindan algunos criterios pastorales y pautas de acción para evitar ser engañados:

Criterios pastorales que pueden ayudar a reconocer un auténtico sacerdote católico:

  • Un sacerdote católico es fundamentalmente una persona que ha recibido el sacramento del orden, de acuerdo a los preceptos y a los rituales de la Iglesia católica, es alguien que actúa en nombre de ella y en comunión con ella, intermediando entre los fieles y Dios. Entre las funciones del sacerdote se encuentran la dirección y la administración de los sacramentos y la difusión de la Palabra de Dios.
  • Los sacramentos son “de la Iglesia” en el doble sentido de que existen “por ella” y “para ella” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1118), por eso no pueden celebrarse al margen de la comunión con la Iglesia.
  • Un sacerdote es dimitido o suspendido en la Iglesia Católica, o bien a petición del propio sacerdote o, en la mayoría de los casos, porque se han evidenciado graves irregularidades cometidas en el ejercicio de su ministerio.
  • Continuar celebrando en esas condiciones supone una grave falta de desobediencia, de simulación de los sacramentos y de agresión a la buena fe de los fieles.
  • Los sacramentos realizados por ministros no legítimos tienen como resultado sacramentos también inválidos que la Iglesia Católica no puede reconocer ni certificar legalmente.

Pautas de Acción:

  • Todos los fieles deben informarse oportunamente sobre la parroquia a la cual pertenecen, el nombre de su párroco y el nombre del Obispo de su diócesis, esto con el objetivo de vivir relaciones de participación activa y de comunión con su Iglesia.
  • De manera particular, los fieles deben asistir frecuentemente a la celebración eucarística, especialmente los domingos, tal como lo manda el Catecismo de la Iglesia Católica.
  • Cuando se trata de solicitar un sacramento, los fieles deben acudir oportunamente a sus parroquias para recabar la información necesaria y seguir los procedimientos establecidos.
  • Es una sana práctica que todo sacerdote católico se identifique claramente, indicando su nombre, parroquia o entidad religiosa a la cual pertenece, además del nombre de su Obispo.
  • Cuando existen dudas sobre la identidad o legitimidad de un sacerdote, los fieles pueden acudir a su diócesis para verificar si el mismo cuenta con el reconocimiento del Obispo, o para efectuar la correspondiente denuncia.

Para tomar en cuenta:

  • Los sacerdotes de la Iglesia Católica no distribuyen tarjetas para ofrecer “servicios” de misas o sacramentos.
  • Las celebraciones de sacramentos y eucarísticas (misas de difunto, salud, aniversarios, devociones, otros) deben realizarse ordinariamente en el templo de la parroquia, no así en domicilios particulares u otro tipo de ambientes.
  • Las celebraciones extraordinarias en colegios, coliseos u otros ambientes de nuestras localidades deben contar con la debida autorización del Obispo del lugar.
  • Las solicitudes de bendiciones (casas, negocios, imágenes, otros) deben realizarse en coordinación con su parroquia.
  • Es recomendable que las funerarias verifiquen sus registros de sacerdotes con la diócesis local.
  • Debemos evitar que algo tan grande y divino como los Sacramentos de la Iglesia sean instrumentalizados para el lucro de personas y grupos o buscando otros intereses particulares.
  • Los fieles que conocen la identidad de estos grupos y, a pesar de ello, participan de cualquiera de sus actos, incurren en una grave falta.

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