Mons. Pesoa: “Proclamar la Buena Nueva del Evangelio, aun en tiempos difíciles como los que nos toca vivir en estos días”
Prensa CEB 18.06.23.- Este domingo 18 de junio, desde la Catedral de la Santísima Trinidad en el Vicariato Apostólico del Beni, su obispo y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, recordó que los cristianos son llamados, invitados y enviados a llevar adelante la misión de Jesús, “proclamar la Buena Nueva del Evangelio, aun en tiempos difíciles como los que nos toca vivir en estos días, con los insultos, descalificaciones y desprecio”.
“Como Iglesia de Dios, los problemas adversos de este tiempo no nos deben desanimar, como seguramente algunos quisieran vernos, sino que debemos orar y pedir tener los mismos sentimientos del Maestro, para no perder el entusiasmo, la pasión, el amor y la alegría por el anuncio del Evangelio de la vida”, sostuvo el obispo.
El también presidente de la CEB motivó a los bautizados a asumir el compromiso de hacer nacer, crecer y producir buenos frutos con la semilla del Evangelio sembrada en cada vida, para que el Evangelio de la salvación se haga realidad.
“Debemos recordar que no somos nosotros los seres humanos los que construimos el Proyecto del Reino de Dios, sino el mismo Dios, nosotros pecadores con nuestras limitaciones y miserias somos solo instrumentos de Dios”, recordó, a tiempo de reiterar el llamado a proclamar con las buenas obras y palabras la propuesta del Reino en la Tierra.
Domingo 11 del tiempo ordinario
Mt. 9, 35-10, 8
18 de junio de 2023 (A)
“Dios elige a los Discípulos”
1.- La Palabra de Dios nos presenta el privilegio del ser elegido por Dios, la elección puede ser de un pueblo como de una persona. Entendiendo de esta manera el grande amor de Dios que no excluye ni desprecia a nadie, simplemente ama.
Se recuerda, que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto. Y en su marcha hacia la tierra prometida acampa, para descansar, en la ribera del mar Rojo y la montaña del Sinaí. Moisés, que es llamado, sube a la montaña y al bajar es portador del mensaje de Dios: “Si permaneces fiel a mi Alianza Yo los consideraré mi pueblo predilecto ante todos los pueblos de la tierra” la respuesta del pueblo fue; “haremos todo lo que ha ordenado el Señor”.
Dios por medio de su elegido, Moisés, hace una Alianza con el pueblo de Israel. Dios no hace una promesa, sino que es directo: “serán mi propiedad personal entre todos los pueblos” la condición es la obediencia a la voluntad de Dios, y el elemento importante es la fidelidad para ser “una nación santa”.
La Alianza entre el Pueblo liberado y Dios no es compromiso que se firma una vez para siempre, sino que la alianza debe renovarse, en el futuro, en el día a día y con fidelidad. Israel se convierte en el pueblo preferido por Dios, es nación consagrada.
Por tanto, Dios es quien elige Él toma la iniciativa de manera gratuita. Dios se sirve de quien Él quiere para revelar y anunciar sus riquezas.
2.- El Evangelio es el mismo Jesús que elige a los Apóstoles, para que sean testigo de su Resurrección. El Evangelio nos habla del momento en que Jesús elige y constituye al grupo de los doce, Jesús envía a predicar sus Apóstoles y ellos eligen a sus sucesores para que continúen con la misión.
Jesús enseñaba y anunciaba la Buena Noticia del Reino y sanaba a los enfermos. Todo lo hacía bien, con amor, con alegría, así lo habían reconocido sus oyentes, Él sentía compasión de la gente, compasión que no es otra cosa que ponerse en lugar del otro, conocía el dolor del que sufre. Jesús sabe que el anuncio de la Buena Nueva apenas comienza y hay mucho por hacer, es necesario que otros se comprometan con esa misión, por eso afirma: “La cosecha es abundante y los trabajadores pocos”.
Y llama por su nombre a los primeros doce y los envía a continuar su obra, les da el poder para expulsar a los malos espíritus, y el poder para sanar las enfermedades y dolencias. No hay anónimos ante Dios. Por eso debemos recordar que el mensajero, es una enviado, no va por su propia cuenta, sino que su misión se debe al que lo eligió y lo envió
3.- Debemos recordar que todos los bautizados, somos llamados, invitados y enviados a continuar con la obra de Jesús, cual es: proclamar la Buena Nueva del Evangelio, aun en tiempos difíciles como los que nos toca vivir en estos días, con los insultos, descalificaciones y desprecio. Como iglesia de Dios, los problemas adversos de este tiempo no nos deben desanimar, como seguramente algunos quisieran vernos, sino que debemos orar y pedir tener los mismos sentimientos del Maestro, para no perder el entusiasmo, la pasión, el amor y la alegría por el anuncio del Evangelio de la vida.
El Maestro sembró la semilla del Evangelio en nuestras vidas desde el Bautismo, por tanto, ella debe nacer, crecer y producir buenos frutos, eso será posible si todos nos comprometemos para que el Evangelio de la salvación se haga realidad.
Debemos recordar que no somos nosotros los seres humanos los que construimos el Proyecto del Reino de Dios, sino el mismo Dios, nosotros pecadores con nuestras limitaciones y miserias somos sólo instrumentos de Dios. La que se nos ha encomendado es proclamar con las buenas obras y palabras la propuesta del Reino, aquí en la tierra. Así sea