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Estamos próximos a celebrar 1700 años del Concilio de Nicea, descubre por qué es tan importante

Prensa CEB 28.07.2023.- El siguiente artículo de Beatriz Castro, colaboradora responsable de la sección de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso en el Área de Evangelización de la Conferencia Episcopal Boliviana, comparte la importancia del Concilio de Nicea para la unidad de los cristianos.   

El Concilio de Nicea y la unidad de los cristianos

El 25 de julio se cumplió el aniversario 1698 del final del primer concilio Ecuménico de la Iglesia que tuvo lugar en Nicea en el 325. En dos años se celebrará el aniversario 1700 de este Concilio que coincidirá con el Jubileo 2025 convocado por el Papa Francisco con el lema: “Peregrinos de esperanza”.

A lo largo de la historia se han celebrado 21 Concilios Ecuménicos, cada uno centrado en un tema distinto. El último celebrado por la Iglesia fue el Concilio Vaticano II.

El Concilio de Nicea es importante para la unidad de los cristianos porque en éste se formuló la confesión trinitaria y cristológica que reconoce a “Jesús, Dios verdadero de Dios verdadero, consustancial con el Padre” que nos reúne a todos los bautizados.

“El Credo de Nicea se ha convertido en la base de la fe cristiana común, dado que el Concilio de Nicea tuvo lugar en un momento en el que la cristiandad todavía no había sido desgarrada por las numerosas divisiones sucesivas. El Credo del Concilio une todavía hoy a todas las Iglesias y las comunidades eclesiales cristianas, y su importancia ecuménica es muy grande. De hecho, la recomposición ecuménica de la unidad de la Iglesia presupone un acuerdo sobre los contenidos esenciales de la fe, un acuerdo no solo entre las Iglesias y las comunidades eclesiales de hoy, sino también un acuerdo con la Iglesia del pasado y, sobre todo, con su origen apostólico. El 1700º aniversario del concilio de Nicea será una ocasión provechosa para conmemorar este concilio en comunión ecuménica y para reflexionar de forma renovada sobre la profesión de fe cristológica”.

(Kurt Koch, Caminando juntos: la sinodalidad desde un punto de vista ecuménico)

Credo de Nicea-Constantinopla

(Credo de Nicea o Credo Niceno)

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo, con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

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