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Mons. Aurelio Pesoa: “No dejemos que apaguen la esperanza de que es posible una patria con justicia para todos”

Prensa CEB 30.07.2023.- Desde la Catedral Santísima Trinidad, Mons. Aurelio Pesoa Rivera, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Bolivia, manifestó en su homilía que “no nos dejemos que apaguen la esperanza de que es posible una patria con justicia para todos, en donde nadie muera por falta de atención médica, en donde haya fuente de trabajo honesto para todos y no se tenga que buscar el dinero fácil por medios ilícitos, una patria en donde nos sintamos seguros y a gusto”.

Monseñor Aurelio, dijo además que no se debe permitir que esterilicen la semilla del bien sembrada en nuestra vida, y como discípulos misioneros no tener  miedo a la misión, sino más bien aprovechar los valores que ayudan a construir el bien para todos, “para ello es necesario rescatar los dones y valores muy presentes en el cristianismo y que se ha ido descuidando o queriendo desecharlos tales como la honestidad, la justicia la disciplina, el honor, la lealtad, la solidaridad, el perdón, la escucha, pero sobre todo el amor al prójimo”, dijo.

En el Evangelio de hoy según san Mateo 13, 44-45, Jesús nos explica el significado del Reino de Dios en parábolas, el tesoro escondido, la perla preciosa, la red de pescar, “es decir, que por el Reino de Dios debemos estar dispuesto a dejarlo todo, para ello es necesaria la conversión sincera y verdadera.  Debemos darnos cuenta que el Reino de Dios inaugurado por Cristo debe llegar a su completa realización”, agrega el obispo.

A continuación, a la homilía completa de Mons. Aurelio Pesoa:

Domingo 17 del tiempo ordinario (A)

Mt. 13, 44-52

30 de julio de 2023

“Pidan y se les dará”

1.- El Evangelio nos presenta tres parábolas: “el tesoro escondido, la perla preciosa, la red de pescar”.  Es decir, que por el Reino de Dios debemos estar dispuesto a dejarlo todo, para ello es necesaria la conversión sincera y verdadera.  Debemos darnos cuenta que el Reino de Dios inaugurado por Cristo debe llegar a su completa realización.

El Evangelio de hoy, nos habla del Reino de Dios, por medio de las tres parábolas, de esta manera nos da la oportunidad de tomar una decisión y elegir lo mejor.  Es bueno recordar que la vida en el día a día no enseña elegir y descubrir lo que nos conviene, lo que es bueno y lo que es malo.

Para ello es necesario como nos dice el Señor, estar preparados para responder pronta y oportunamente a su llamado.  Es necesario, por tanto, pedir a Dios, como el rey sabio, la gracia de la Sabiduría y discernimiento y pedirlo con humildad.  Salomón no pidió cosas materiales, sino la gracia de la sabiduría y tener el corazón limpio para saber juzgar de manera justa a su pueblo.

De ahí que en la vida diaria el católico debe hacer el esfuerzo por descubrir cuál es la voluntad de Dios.  Entendiendo que solamente en escuchar a Dios y el amor al prójimo son la llave para descubrir la voluntad de Dios.

2.-  Aprendamos que de Dios sólo podemos esperar y recibir lo que es bueno, lo que construye, lo que agrada y lo que más conviene.  En el caminar de la vida, muchas veces creemos que el problema es que Dios no nos escucha.  Sin embargo, el problema real está en que muchas veces el ser humano no lo escucha y, en la necesidad, pretende o quiere que Dios haga nuestra voluntad o que esté al servicio personal

En la vida cristiana tenemos que ir aprendiendo a poner nuestra fe y seguridad solo en Dios, Él no falla nunca.  Las tres parábolas de hoy nos enseñan a poner todo nuestro esfuerzo en Dios y su Reino de verdad, Reino de vida y justicia en este mundo y como la mayor riqueza que podemos adquirir.   Preguntémonos: ¿Cuáles son las riquezas que anhela mi corazón?

Es bueno recordar que en la historia del mundo el ser humano a pretendido, sin mucho éxito, desterrar a Dios de la vida de las personas, porque Dios estorba a propósitos no siempre los mejores.  No basta la inteligencia humana o el espíritu humano, pues la vida sin la gracia y el Espíritu de Dios es nada y vacío.  El Espíritu de Dios hace que no se escuche solamente lo exterior, sino lo hay de verdad en el interior de la persona.

3.-  Cuantas decisiones equivocadas que toma el ser humano en el transcurso de la vida.  Como el querer someter a los otros.  El deseo de poder y de dominio por medio del miedo.  La muerte que ronda en nuestro país y nuestras ciudades.  Los conflictos en distintas partes no solo del mundo, sino en nuestro país.

Hoy es el tiempo para escuchar la Palabra de Dios.  No dejemos que apaguen la esperanza de que es posible una patria con justicia para todos, en donde nadie muera por falta de atención médica, en donde haya fuente de trabajo honesto para todos y no se tenga que buscar el dinero fácil por medios ilícitos, una patria en donde nos sintamos seguros y a gusto

No dejemos que esterilicen la semilla del bien sembrada en nuestra vida.  Como discípulos-misioneros no tengamos miedo a la misión, sino más bien aprovechemos de los valores que nos ayuden a construir el bien para todos.  Para ello es necesario rescatar los dones y valores muy presentes en cristianismo y que se ha ido descuidando o queriendo desecharlos tales como la honestidad, la justicia la disciplina, el honor, la lealtad, la solidaridad, el perdón, la escucha, pero sobre todo el amor al prójimo.  Así sea

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