Mons. Aurelio Pesoa: “Nos preocupa la delicada situación que vive nuestro país”
Prensa CEB 09.07.2023.- Desde la Catedral de la Santísima Trinidad del Vicariato Apostólico del Beni, su obispo, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, también presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), dijo en relación a los recientes ataques motivados por denuncias de abusos sexuales dentro de la Iglesia, que “muchos de ellos rayan el odio, la discriminación e intolerancia”, no silenciarán a la Iglesia frente a la preocupación que tiene por la delicada situación que vive el país.
“Estamos llamados a guiar y a acompañar en la fe a los fieles Católicos, de manera integral, así como a toda persona de buena voluntad, en su peregrinar por este mundo”, afirmó la autoridad eclesial.
Asimismo, dijo que la denuncia de abusos sexuales en la Iglesia, por algunos clérigos, en los días pasados ha desencadenado una serie de ataques, y esto los compromete y obliga a actuar, “tanto en la atención de las víctimas, como en la prevención, pero de ninguna manera deben silenciarnos frente a otros hechos que son igualmente detestables”, sostuvo.
El presidente de la CEB alentó a no desanimarse frente a los ataques, sino por el contrario, seguir anunciando el Evangelio y el ser Iglesia del Dios de la vida. “Jesús nos propone el seguimiento no con criterio de la Ley antigua. La soberanía de Jesús es la humildad, la sencillez, la no violencia y la paz”, expresó.
Concluyendo con un llamado a ser manso y humilde de corazón, siguiendo el ejemplo de Jesús “Los que actúan como Jesús serán felices como Él”.
Domingo 14 del tiempo ordinario (A)
Mt. 11, 25-30
09 de julio de 2023
“Soy paciente y humilde de corazón”
1.- La Buena noticia según refiere, el profeta Zacarias, es la destrucción de los carros y las armas. Es Buena noticia también para nosotros, porque necesitamos destruir todo aquello que obstaculiza para que el bien sea una realidad. Los habitantes de Jerusalén se alegran por la llegada del rey Mesías que han esperado por largo tiempo, Él era el portador de lo bueno.
La misión del Mesías es salvar al pueblo con nuevas armas como son: la bondad, la humildad, la paz, la justicia. Él viene montado en un burrito, no solamente como signo de humildad, sino como signo de paz y de humildad.
Sobre la humildad, en una catequesis decía el Papa Francisco: “Acuérdate cuando estés subiendo, saludar a los que estén bajando, porque un día también te tocará hacer el recorrido de bajada”
Recordemos que: nadie es eterno, sólo Dios, todos los demás somos creaturas mortales con el don de la vida recibida por el querer del Dios y un día nos tocará partir de este mundo.
2.- En el Evangelio, Jesús nos recuerda del “Señor de cielo y tierra”, haciendo, de esta manera, referencia real al Dios Creador de todas las cosas, que actúa como un Padre bueno.
Es el mismo Jesús que nos hace saber que el Padre Dios se da a conocer a la gente sencilla y no a los “sabios y entendidos” de este mundo. El Dios de Jesucristo hay que descubrirlo en el Evangelio. Pues, el Padre Señor del cielo y de la tierra, lo ha puesto todo en manos de Jesús su Hijo. Por ello la plegaria de Jesús hoy, no es otra cosa, sino la invitación a seguirle.
Él viene a eliminar todo aquello que conduce al odio y rencor y produce la guerra fratricida entre hermanos. El Rey Mesías viene a salvar, no solamente a algunos, sino a todos los pueblos que estén dispuestos a escuchar su Palabra que anuncia la Paz.
3.- Como iglesia, y sin ánimo de crear polémica, debemos decir que: nos preocupa la delicada situación que vive nuestro país, que nos interpela y nos compromete. Como Pastores tenemos el deber y la obligación del anuncio del Evangelio y de la denuncia profética.
Pues bien sabemos que la prudencia no puede confundirse con la indiferencia, estamos llamados a guiar y acompañar en la fe a los fieles católico, de manera integral, así como a toda persona de buena voluntad, en su peregrinar por este mundo.
Por ello, creemos que la denuncia de abusos sexuales en la Iglesia, por algunos clérigos, en los días pasados ha desencadenado una serie de ataques, muchos de ellos rayan el odio, la discriminación e intolerancia.
Como ya hemos manifestado en varias ocasiones, las denuncias de abusos, cometidos por eclesiásticos, nos comprometen y obligan a actuar, tanto en la atención de las víctimas, como en la prevención, pero de ninguna manera deben silenciarnos frente a otros hechos que son igualmente detestables.
Los ataques no deben desanimarnos en el anuncio del Evangelio y en nuestro ser Iglesia del Dios de la vida. Jesús nos propone el seguimiento no con criterio de la Ley antigua. La soberanía de Jesús es la humildad, la sencillez, la no violencia y la paz. Nos propone su yugo y Él mismo se pone como ejemplo de seguimiento: “Él es manso y humilde corazón” Jesús es el que vive plenamente la alegría de hacer y cumplir la voluntad de Dios Padre. Los que actúan como Jesús serán felices como Él. Así dice el Señor. Así sea.