Mons. Juan Carlos Huaygua: «Quedemos fortalecidos con esas ganas de seguir sirviendo a la Iglesia, de amar cada día más a Dios y de amar cada día más a nuestros hermanos»
Prensa CEB 07.07.2023.- Este 6 de julio del presente se llevó a cabo la Eucaristía de clausura de la XXXVI Asamblea de la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano (CBCD). A su vez, este día se conmemora a Santa Ignacia Nazaria March. La celebración fue presidida por Mons. Juan Carlos Huaygua, obispo de la Diócesis de Coroico, donde se desarrolló este encuentro de confraternización, motivando el servicio a la Iglesia con alegría y creatividad, amando a Dios y a los hermanos.
Santa Nazaria Ignacia March Mesa
El obispo recordó la vida de Santa Nazaria Ignacia March Mesa como ejemplo de santidad y misión para los sacerdotes diocesanos. Santa Nazaria Ignacia que murió el 6 de julio de 1943 a la edad de 54 años, «a pesar de una vida corta, no mostro que en Bolivia y desde Bolivia, se pueden hacer grandes cosas», señaló.
Destacando la santidad de Nazaria, la autoridad eclesial afirmó que el testimonio fiel y su dedicación a la misión son un modelo y un ejemplo a seguir, «una de las características de Ignacia es una fidelidad extraordinaria a Dios. Las cosas grandes se hacen desde la humildad y desde la fidelidad a Dios», dijo al reflexionar que esta fidelidad es un valor que se va perdiendo en la sociedad y también en la Iglesia. Por esto, reiteró que la santidad se logra mediante la fidelidad a Dios, un compromiso que se debe renovar día a día.
Otra característica que destacó de la santa, fue su amor por la Iglesia. El Mons. Huaygua recordó que gran parte de la vida de Santa Nazaria Ignacia transcurrió en Oruro, en una época marcada por el clima árido y diversas carencias por el contexto social y político. Sin embargo, estos desafíos no fueron obstáculos para su entrega, sino motivaciones para ayudar a los más pobres y necesitados. Al igual que la santa, hoy en día se viven tiempos difíciles, desde esta realidad, el obispo llamó a encontrar la creatividad y la determinación para brindar respuestas a los desafíos que se enfrentan como sociedad, como Iglesia y como individuos.
Es el Espíritu Santo que actúa en la Iglesia, que ha actuado siempre y seguirá actuando
Acerca de la Asamblea, el Mons. Huaygua resaltó este momento como privilegiado por poder hablar de temas que forman parte de la vida cotidiana, tales como la destrucción de nuestra Casa Común de la que todos somos parte y, por ello, el llamado a una conversión ecológica; Asimismo, la autoridad eclesial exhortó a una conversión misionera para predicar el Evangelio desde las propias realidades para una mejor misión; También alentó a una conversión sacerdotal para retomar los compromisos sacerdotales con alegría y creatividad.
El prelado, motivó a realizar todas las tareas con humildad, «cuando hay humildad, cuando hay este deseo de hacer las cosas bien, entonces los problemas serán menores o desaparecerán. Necesitamos esa humildad». En este sentido, la humildad fue resaltada como una virtud fundamental para superar los problemas que surgen cuando el poder y el orgullo dominan nuestras acciones.
En su reflexión sobre el Evangelio, el envío misionero fue mencionado como una inspiración para llevar el mensaje de Jesús al mundo. El Mons. Juan Carlos Huaygua recordó que no estamos solos en esta misión, ya que contamos con la fuerza del Espíritu Santo, quien actúa en nosotros y en la Iglesia. Hizo hincapié en la importancia de cultivar una vida interior y una vida mística que nos ayude a discernir la misión en el contexto actual en el que nos desenvolvemos y desde donde se desarrolla el servicio pastoral.
La homilía continuó con un llamado a no desanimarse, a saber que no estamos solos y a mantener la alegría de la presencia de Dios en nuestras vidas. Instando a seguir anunciando el amor, el perdón y la misericordia de Dios a nuestro mundo necesitado y el agradecimiento por el “Sí” en un mundo desesperanzado.
Al finalizar, la autoridad eclesial alentó a seguir anunciando la alegría del Evangelio: “La alegría esté en nosotros, la alegría de la presencia de Dios, la alegría del Espíritu esté en nosotros, la alegría del Evangelio esté en nosotros y que sigamos anunciando a nuestro mundo este Dios que vive, este Dios que nos ama, este Dios que nos perdona y este Dios que nos fortalece”.
Siguiendo con la celebración de Santa Nazaria Ignacia March, motivó a vivir sus valores de humildad, de amor, de entrega y de servicio, “nosotros también, al concluir este encuentro, quedemos fortalecidos con esas ganas de seguir sirviendo a la Iglesia, de amar cada día más a Dios y de amar cada día más a nuestros hermanos», concluyó