Arquidiócesis de La Paz: DIMI – DISCIPULADO DE LA MISERICORDIA
Prensa CEB 18.08.2023.- El «Discipulado de la Misericordia» (DIMI), es una asociación privada, conformada por fieles Católicos laicos bautizados, de acuerdo a las normas que establece el Derecho Canónico de nuestra Iglesia, y está reconocida por varios obispos. Todo miembro, luego de un período de preparación, se adhiere a la Asociación con el propósito de vivir junto a otros hermanos la plenitud de su Bautismo.
El DIMI, desea conformar, a nivel nacional e internacional, agrupaciones de laicos interesados en asumir el desafío evangelizador misionero, a través de la figura del Discípulo, tal como lo explica el Documento de los Obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida.
-Nuestro Carisma: Promover la MISERICORDIA EUCARÍSTICA
-Nuestros patronos: San Pablo Apóstol; San Juan Pablo II
-Nuestra guía y modelo: MARÍA, nuestra Santa Madre Amorosa
¿Cómo vivir la misión del DIMI?
A pesar de la cultura y abundante información, el mundo no parece orientado por la doctrina del Amor. Por eso creemos que nuestro Discipulado debe presentar a la sociedad moderna, el rostro del Cristo «Vivo» que Ama, a través de Su Presencia Eucarística. Jesús, no se marchó, permanece entre nosotros, y debería ser parte integrante de la vida de todos los pueblos.
El DIMI, promueve, por ello, la MISERICORDIA EUCARÍSTICA. En la Eucaristía, se encuentra al Cristo, Dios, siempre presente al alcance de todo aquél que quiera encontrarlo. El mundo, requiere de personas amantes y dedicadas, que quieran orar por todos los pueblos, por todas las personas, creyentes o no, pues todos somos hijos de Dios. Por ese motivo, el DIMI, estimula la ORACIÓN DE INTERCESIÓN, conformando pequeños grupos de oración denominados: “Cenáculos Paulinos”.
Estas agrupaciones “se especializan” en la oración de día, de noche, tarde o temprano, y siempre algunos «Orantes Paulinos» estarán dirigiendo su oración al buen Padre, para que bendiga a sus hijos de la Tierra, Todos soñamos con un mundo mejor, donde todos trabajemos para la Gloria de Dios y el bien de todos los hombres.
Si tú quieres un mundo mejor, donde Dios sea reconocido como el «Padre de Toda la Humanidad», y cada habitante de la tierra comprenda que viene de Dios, y que es un hijo amadísimo, te invitamos a unirte a nuestro movimiento que quiere cubrir los Cinco Continentes. Pero para que todo ello se realice, junto a la búsqueda de mayores gracias divinas, necesita de personas decididas que, a través de un proceso profundo de “Transformación interior”, conviertan su vida, en misión y servicio
Discipulado de la Misericordia Eucarística DIMI
El objetivo y Misión del DIMI se orientan primero a animar el conocimiento y acercamiento de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. Segundo, promueve la oración de intercesión por las familias, gobiernos, iglesia y otros. Tercero busca un diálogo complementario entre la ciencia y la Fe.
El DIMI, inicia hace catorce años con ocho personas y hoy por hoy están presentes en los nueve departamentos de Bolivia y en varias naciones. En La Paz existen alrededor de 48 miembros activos los mismos están asociados a las tareas y proyectos del discipulado. Su directiva está compuesta por seis personas.
Claudia Patricia Pimentel, es la responsable del Discipulado de la Divina Misericordia -DIMI, quien realiza el trabajo en coordinación con la Parroquia de San Miguel desde sus inicios, apoyando las necesidades pastorales que requiere la Parroquia.
“Trabajamos con todo creyente que desee conocer mejor la presencia real de Cristo en la Eucaristía, también con aquellos que quieran unirse a la oración de intercesión. Pero nuestro programa dedicado a la ciencia y la fe llega principalmente a personas tibias en la fe, no creyentes, agnósticos, ateos. Esta tarea se realiza en colegios universidades centros culturales en general laicos”, afirmó Pimentel.
Al finalizar la responsable del DIMI, diálogo sobre el trabajo nacional e internacional que presta el conjunto de laicos comprometidos en La Paz, quienes se benefician de la formación del mismo.
“Agradezco a Dios, a los obispos y sacerdotes que apoyan nuestro trabajo y en especial a aquellos que se unen a nuestra labor. Queremos servir a Dios, a nuestra Iglesia y a todo creyente sin distinción alguna… muchas gracias”, expresó Claudia Pimentel.
Fuente: Marisabel Vega – https://arquidiocesisdelapaz.com/