14
Ago

Asamblea de la CEAMA: “Ser capaces de aprender, desaprender y reaprender con los pueblos de la Amazonía”

Como una Iglesia en salida y comprometida con la defensa de la casa común y de los pobres, con rostro amazónico y sinodal. Así se ve la CEAMA, como recoge el Comunicado Final da su Asamblea Ordinaria realizada en Manaos del 8 al 11 de agosto de 2023. Una asamblea que definen como “el primer momento constitutivo y organizativo oficial, tras la aprobación de los estatutos de la Conferencia por el Papa Francisco”.

Una nueva etapa para la Iglesia de la Amazonía

Un comunicado que habla de gratitud a quienes han deseado ser expresión de una Iglesia que camina sinodalmente, consciente de que somos continuadores de una historia que no comenzó ahora y que se inspira en las proféticas palabras del Papa San Pablo VI: ‘Cristo apunta a la Amazonia’». Una asamblea que ha dado valor a las sabidurías y espiritualidades ancestrales de los pueblos indígenas, “con las que queremos seguir escribiendo nuestra historia y favoreciendo el surgimiento de una nueva etapa para la Iglesia de la Amazonía, asumiendo cada vez más las conclusiones y propuestas del Sínodo Especial sobre la Amazonía”, y de los pasos dados desde 1972 en Santarém.

Los participantes de la Asamblea hablan de desafíos y preocupaciones, que ayuden a encarnar el Sínodo para la Amazonía, siendo conscientes de “la necesidad de ser capaces de aprender, desaprender y reaprender con los pueblos de la Amazonía, para enfrentar con ellos los desafíos y ser como un ‘perfume nuevo’ en y para la Iglesia universal”. Entre los desafíos relatan el rechazo al magisterio del Papa Francisco en algunos espacios y grupos, el clericalismo y los crímenes cometidos contra la vida y el bioma amazónico y los territorios de los pueblos indígenas.

El escrito denuncia la poca preocupación de los políticos con la gravedad de la crisis socio-ambiental, mostrando solidaridad con el pueblo ecuatoriano por el clima de violencia y destacando la importancia de la realización de la Cumbre de la Amazonía, a pesar de “la tímida y vaga respuesta de los presidentes de los países amazónicos, reunidos en Belém, frente al desafío del cambio climático y las amenazas al bioma amazónico, ignorando además las voces de los pueblos originarios y de la sociedad civil”, así como la protección del Parque Nacional Yasuní en Ecuador de la explotación petrolera, y otras situaciones presente en la Amazonía.

Caminar en armonía y sinergia

Se reconocen algunos signos de esperanza, viendo como un desafío una mayor comunicación y claridad con relación a los papeles y a la articulación entre la CEAMA y la REPAM, y la relación con las diferentes Conferencias Episcopales y con la vida consagrada y su presencia efectiva en los territorios amazónicos, con la consecuente resonancia e incidencia en las bases. Se quiere “caminar en armonía y sinergia”, y se insiste en escuchar, dialogar y actuar.

Se destaca una vez más la “conciencia de la importancia de la región no sólo para los amazónicos, sino para toda la humanidad, ampliando nuestro horizonte a toda la Iglesia universal y a nuestra casa común”. En esa perspectiva se sienten “confirmados y llamados como CEAMA a continuar el movimiento itinerante del Espíritu”, destacando la importancia de la nueva composición de la presidencia, “totalmente coherente en su representatividad con la sinodalidad hacia la que queremos caminar”.

Finalmente se destaca que “la importancia y el protagonismo de las mujeres se hace cada vez más presente”, y dicen volver para las iglesias particulares, “con el deseo de hacer realidad el rostro amazónico y sinodal de la Iglesia, siempre en salida y en movimiento, animada y fortalecida por una pastoral de conjunto que sepa acoger y valorar a todos, en la riqueza de la unidad en la diversidad y en el cuidado de toda la belleza de la creación y de todas las criaturas y pueblos de la Amazonía”.

Fuente: https://adn.celam.org/

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