Mons. Pesoa advierte de una campaña de difamación en contra de la Iglesia
Prensa CEB 20.08.2023.- Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en su homilía de este domingo 20 de agosto, desde la Catedral Santísima Trinidad, habló de los delitos de abuso que han afectado a la Iglesia Católica, reconociendo la gravedad de estos actos, también destacó cómo la Iglesia ha sido objeto de una amplia atención mediática y de una campaña de difamación.
“En nuestro país, en los últimos tiempos, la Iglesia fundada por Jesucristo sobre la roca de Pedro, está amenazada a causa de los delito de abusos cometido por algunos de sus hijos. Somos conscientes de que actuaciones de este tipo producen más escándalo en la Iglesia Católica que en otras instituciones, por ser seguidores de Cristo”, afirmó el prelado a tiempo de lamentar las declaraciones que indican una actitud de criminalización y de “anulación de la presencia de la Iglesia Católica”.
“Parece que se está aprovechando las acusaciones de abusos, inaceptables por supuesto, y que nos crean tristeza y vergüenza, (para generar) una campaña de difamación, como si la Iglesia tuviese el patrimonio de los abusos”, señaló el obispo.
El presidente de la CEB dijo que la creación de una comisión especial para investigar los casos de pederastia cometidos en entornos eclesiales en Bolivia excluye a otras instituciones y otros casos de abusos; “ello nos criminaliza como Iglesia y deja en mal lugar a la mayoría de miembros de la Iglesia Católica”, sostuvo.
En medio de las dificultades, Mons. Aurelio recordó la importancia de cultivar la fe, la humildad y la perseverancia. «Así como la mujer cananea, todos estamos llamados a crecer en nuestra fe y confianza en Dios», expresó e instó a que el ejemplo de esta figura bíblica inspire a la comunidad a mantenerse firmes en sus convicciones y en el amor al prójimo.
Refiriéndose a la historia bíblica de la mujer cananea y su angustioso grito, Mons. Aurelio asoció su lucha con las adversidades que enfrenta el sistema sanitario del país, asegurando que el sistema sanitario es débil y esta olvidado, cuando en realidad debería ser una prioridad: «Ojalá llegue el día en que la seguridad social sea un derecho accesible para todos, donde la enfermedad no sea una condena por no poder pagar», expresó la autoridad eclesial.
El Mons. Pesoa subrayó la importancia de la fe para superar los problemas: «A pesar de las dificultades hoy, no solamente somos invitados, sino llamados a cultivar una fe que se testimonie en el amor al prójimo, para que de esa manera Dios, cada día, obre en nosotros las maravillas de su amor. La fe humilde y confiada en Dios, enamora el corazón de Jesús que es capaz de obtener todas las gracias y favores de parte de Dios”.
Domingo 20 del tiempo ordinario (A)
Mt. 15, 21-28
20 de agosto de 2023
“¡Señor, socórreme!”
1.- La Palabra de Dios hoy, nos presenta dos temas importantes para la vida del cristiano, la fe que es el fundamento de todo y que la salvación ofrecida por Dios incluye a todo hombre y mujer de buena voluntad. La fe significa estar convencido que Jesús es el camino, la verdad y la vida, solo en Él puede haber confianza verdadera.
La parábola de la mujer cananea que pide a Jesús la curación de su hija, ella no pertenecía a las “ovejas perdidas del pueblo de Israel” ella sabía de esto aun así continuó con su súplica, el amor por su hija la hace ser perseverante en el pedido de ayuda. Al final hace la profesión de fe; “Señor Hijo de David, ten piedad de mí” ella confía en que la salvación y la libertad solo la puede dar Jesucristo.
Estamos invitados a examinar si nuestra fe es firme y verdadera, si ponemos toda nuestra confianza en Jesús el Hijo de Dios. Pues, es muy humano y así nos alejarnos de Dios confiar en otras cosas, como ser: el dinero, la influencia política, el padrinazgo, la mentira, el engaño o quizá nuestro testimonio de creyentes no contribuye a que crezca la semilla de la fe, y otras tantas cosas que destruyen al ser humano.
2.- Por otra parte, debemos darnos cuenta que en la Iglesia de Jesucristo no existen los extranjeros, todos están llamados a ser Iglesia, no hay categoría de personas, pues todos somos pecadores y no es que Dios apruebe las miserias humanas o el pecado, pero así somos amados por Dios. En la Iglesia de Jesucristo nadie tiene derecho a despreciar o discriminar a ninguna persona, ni mucho menos a creerse mejor que el otro. La discriminación y el creerse mejor son una falta grave al don de la humildad, porque Dios invita a la salvación a todos y nadie debe ser o sentirse excluido.
Al reflexionar en la angustia y grito de la mujer cananea, pienso en nuestro país, vemos como el sistema sanitario, en la atención al pueblo en sus enfermedades siguen a merced de un sistema sanitario débil y olvidado, cuando debía ser una prioridad. Ojalá llegue el día, que cuando alguien se enferma tenga la seguridad social que le ayude en lo necesario y no tener que aceptar la enfermedad o la muerte por no tener con que pagar.
Dios invita a la salvación, pero como alcanzarla si como país cuesta la serenidad y la paz, porque vivimos las divisiones entre unos grupos y otros. A unos se les privilegia más que a otros, provocando una discriminación entre personas y grupos de un mismo pueblo. Se habla de dialogo y unidad, pero pareciera que éstas están cada vez más lejanas.
3.- En nuestro país en los últimos tiempos la Iglesia fundada por Jesucristo sobre la roca de Pedro, está amenazada a causa de los delito de abusos cometido por algunos de sus hijos. Somos conscientes de que actuaciones de este tipo producen más escándalo en la Iglesia Católica que en otras instituciones, por ser seguidores de Cristo.
Se han escuchado declaraciones temerarias que indican una actitud de criminalización e incluso de anulación de la presencia de la Iglesia Católica. Parece que se está aprovechando las acusaciones de abusos, inaceptables por supuesto y que nos crean tristeza y vergüenza, una campaña de difamación, como si la iglesia tuviese el patrimonio de los abusos. En la misma línea la creación de una comisión especial para investigar los casos de pederastia cometidos en entornos eclesiales en Bolivia, excluyendo otras instituciones y otros casos de abusos, ello nos criminaliza como Iglesia y deja en mal lugar a la mayoría de miembros de la Iglesia católica.
A pesar de las dificultades hoy, no solamente somos invitados, sino llamados a cultivar una fe que se testimonie en el amor al prójimo, para que de esa manera Dios, cada día, obre en nosotros las maravillas de su amor. La fe humilde y confiada en Dios, enamora el corazón de Jesús que es capaz de obtener todas las gracias y favores de parte de Dios. Como la mujer cananea todos necesitamos crecer en la fe, la humildad, la verdad y ser perseverantes. El ejemplo de esta mujer nos ayude a perseverar en la fe y confianza en Dios de la vida. Asís sea.