Entrevista a Erika Aldunate, representante latinoamericana en la Asamblea del Sínodo de la sinodalidad
Un total de 54 mujeres de todo el mundo tendrán derecho al voto en el Sínodo, entre ellas figura la teóloga laica boliviana Erika Aldunate Loza.
Erika Aldunate Loza, boliviana, laica, teóloga, historiadora, docente, amante de Dios y de la Iglesia católica.
Invitada a participar de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se realizará el próximo octubre en Roma.
Aldunate es directora del Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” CEPROLAI y de la Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis de La Paz, PUNA además ser docente de la Universidad Católica boliviana San Pablo en la regional La Paz y del Seminario Mayor San Jerónimo.
La XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos se celebrará en dos sesiones: la primera del 4 al 29 de octubre de 2023, y la segunda en octubre de 2024.
A corazón abierto ella compartió con Infodecom la siguiente entrevista.
1 ¿Quién es Erika Aldunate Loza?
Soy laica, teóloga por vocación porque desde niña siempre me han interesado las cosas de Dios, he sido siempre muy activa en mi parroquia y debo destacar que he tenido un buen acompañamiento de sacerdotes misioneros que han promovido esta vocación como teóloga y han hecho que yo pueda desarrollarla y compartirla en grupos de fe y luego en diferentes instancias como ser la Universidad Católica, el Seminario San Jerónimo y en el Centro de Promoción del Laicado CEPROLAI, a través del cual he podido formar y compartir con muchos laicos que han agradecido este acompañamiento y esta formación.
Siempre me he movido bajo la lógica que uno recibe y tiene que darlo con toda la seriedad y gratuidad que uno ha recibido las cosas.
2 ¿Cuáles son tus debilidades y fortalezas?
Me gusta una frase de San Pablo que dice: “En mi debilidad radica mi fortaleza” soy una persona que siempre me ha gustado la sencillez nunca he buscado los primeros puestos, menos el poder. Esta búsqueda de la sencillez y del trabajo día a día a lado de gente sencilla han hecho que los demás puedan captar esta sencillez. Mi mayor fortaleza es mi sencillez.
Mi debilidad es que a veces creo que las cosas de Dios, sobrepasan lo que uno es, tratar de compartir esto es muy difícil. Las personas de Iglesia confían más en un teólogo, en un sacerdote. Se tiene la idea de que ellos son los que saben y cuando tú das esa formación pocos son los que realmente captan toda la formación que uno tiene y las ganas de compartir.
Compartir las cosas de Dios de una manera que todos entiendan no es fácil esa idea de que no llegas a los demás como quisieras es lo que a uno le hace sentir débil sin embargo nunca me he escandalizado de eso o he querido cambiar mi forma de ser y buscar otros métodos más visibles para llegar a la gente. La gente cree en la sencillez cuando abres el corazón.
3. cuéntanos sobre tu origen dónde naciste, tu familia, tus padres y hermanos, alguna anécdota familiar
Soy paceña, pero he vivido toda mi vida en El Alto. Mis orígenes son sencillos de una familia común. Una familia de padres trabajadores que se han destacado por ser personas coherentes y trabajadoras, siempre me han dado el ejemplo de cumplimiento, de ser responsable con lo grande o lo sencillo.
Somos personas que hemos llevado una vida muy sencilla, sacrificada en el estudio, con pocos recursos pero que ha sabido llevar esa pobreza digna donde lo material no es lo más importante sino destacarte con sacrificio estudiando y eso yo he recibido con mucha claridad.
Mi padre era tractorista a pesar de ser un trabajo tan duro tan precario, pero él era una persona que siempre estaba leyendo y nos decía que solo con el estudio uno puede mejorar su situación de vida.
Por otro lado, mi madre una persona de mucha fe, mucha fortaleza comprometida en la Iglesia, era misionera era una persona que iba a los lugares donde la gente necesitaba orar, ejemplo de vida de fe.
Mis hermanas y hermanos personas muy estudiosas sobre todo en el ámbito técnico que gracias a Dios han formado su familia también con mucha ejemplaridad.
Como anécdota familiar algo que me ha calado es ese sentido de justicia lo que teníamos lo repartíamos por igual somos cuatro hermanos y siempre veía a mi mamá darnos lo que había de forma equitativa. Un trato igualitario al varón y la mujer yo nunca vi que me hayan hecho sentir menos que mis hermanos sino a la par mucha igualdad en derechos y obligaciones y eso ha formado mi carácter corresponsabilidad en la familia donde tanto varones y mujeres están llamados a colaborar desde cambiar un foco o revisar si el agua está chorreando, o ver a tus hermanos cocinar y lavar la ropa con toda naturalidad.
4 ¿Qué personas admiras y por qué?
Siempre he admirado a las personas integras las que buscan la justicia en todo, por eso la figura de Jesús me ha llamado la atención, el Jesús que siempre velaba por los necesitados por los pobres o la figura de María una mujer de fe y valiente para haber asumido el reto de Dios.
Figuras de la historia como Mandela por ser artífice del propio destino por no hundirse en el odio o el revanchismo. También Gandhi una persona que no era cristiana, pero se identifica mucho con Cristo en su búsqueda de paz de la no violencia. Figuras paradigmáticas como Luther King o la Madre Teresa de Calcuta o Adela Cortina que son personas que han hecho historia y que han sobresalido sus acciones modelo para los demás no ser motivo de escándalo para los demás.
La persona que más he admirado es mi mami que siempre ha estado pendiente de su propia familia, pero también de la gente de las personas que conocía y que sabía que a través de la oración podía acompañarlas en los momentos de sufrimiento de alegría también.
Al padre Basilio Bonaldi yo cuando voy a dar charlas hablo de él y como supo descubrir mi vocación de ser teóloga.
5 ¿Qué representa para ti ser teóloga e historiadora de la Iglesia?
Es una vocación porque yo era una persona de fe de a pie que asistía a la Iglesia. He sido monaguilla, catequista, he sido parte de la Renovación Carismática, del Movimiento de Schoenstatt. Siempre he estado en estos grupos porque he valorado de la experiencia comunitaria.
Esta vocación, que es mi profesión, nunca la he razonado cuando se me ha dado la posibilidad de estudiar me he metido. Estudié Teología con total naturalidad, responsabilidad porque fue un regalo de Dios una gracia poder estudiar en el Seminario estudié con alegría asistí a una charla de Biblia de monseñor Sergio Gualberti y mientras hablaba yo sentía esa fuerza bíblica, la forma en que él hablaba, me cautivó.
Avanzando en el estudio se dio la oportunidad de tener una beca para ir a Roma. Me la dio monseñor Coletti, el obispo de Lombardía. En Roma me visitó y me invitó a estudiar en la Gregoriana, una experiencia que me marcó, una experiencia enriquecedora de dos años de estudio.
Volví y enseñé en el Seminario San Jerónimo durante ocho años después recibí la propuesta de estudiar en Alemania a través de la Universidad Católica a través del padre Hans Van den Berg y padre Juan Gonzáles. Es la etapa en la que estudié Historia de la Iglesia con la tesis de doctorado sobre la devoción a la Virgen de Copacabana. La Universidad Católica necesitaba una Doctora en Historia de la Iglesia para poder ser una Universidad eclesiástica.
Estudié Dogmática e Historia de la Iglesia; el concluir esos estudios fue gracia de Dios.
6 ¿Cuál es tu mayor reto como docente en la Universidad Católica boliviana y en el Seminario Mayor San Jerónimo?
En la Universidad Católica doy Cristología, trabajo con jóvenes el 40% o 50% son creyentes el resto tienen acepciones religiosas diferentes. Son cuestionadores muchas veces han experimentado cosas negativas de la Iglesia, muchos se han desanimado, se han cansado, se han desilusionado de la Iglesia por algunas experiencias y lo que yo hago es dar razones de la fe, no para convencerlos, eso es gracia de Dios. El mayor reto es llegar a la juventud que es cuestionadora.
Por otro lado, en el Seminario es una gran tarea formar a los seminaristas, a los religiosos y religiosas. Creo que la presencia de una mujer es importante porque a veces ellos tienen una idea errada sobre la mujer: ideas de lejanía o temor y mi presencia es importante cuando se acercan a contarme sus problemas personales, y uno puede acompañarlos con la oración o alguna palabra de aliento.
Mi presencia en el Seminario es de mucho compromiso y de decirle a los jóvenes seminaristas que van a ser sacerdotes y que la gente los sigue los escucha, los quiere y que sepan ser dignos de asumir este sacerdocio que su vida sea un testimonio.
7. Eres directora de CEPROLAI y la PUNA qué significa esto para ti ¿por qué es importante el rol de los laicos en la Iglesia?
Es una tarea que se me ha dado por gracia de Dios y llevo con responsabilidad porque veo la necesidad de un laicado formado que trabaje con los obispos y sacerdotes porque todos somos iglesia.
Vemos que no hay formación, la gente piensa que tener fe es asistir a la Eucaristía, a los Sacramentos, orar; y no se preocupa de la dimensión de la inteligencia de la fe, de volver a los fundamentos de nuestra fe.
La fe es un don de Dios, ¿cómo transmito mi fe?, si no conozco nada de Jesús, de María, de los dogmas o del Magisterio de la Iglesia. La gente tiene que saber que su fe tiene contenidos y es necesario conocerlos.
Esto siempre ha sido fundamentalmente para mí también en la PUNA ahí el reto es más difícil porque los jóvenes son críticos.
Formación sistemática y seria al laicado. Seguir evangelizando a la gente y seguir haciendo que la fe se fortalezca, personas corresponsables con nuestra iglesia.
8. En la Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad figura la teóloga boliviana Erika Aldunate ¿Qué representa este nombramiento para ti?
Yo nunca busqué ni esperé nada. Este nombramiento yo lo veo como gracia de Dios. Estuve presente en la etapa continental fui invitada por la Conferencia Episcopal junto a otras 14 personas, en este ámbito me invitaron a ser secretaria de uno de los grupos que utilizaba la metodología de la Conversación Espiritual y de todo lo que se hablaba cada día, yo tenía que hacer síntesis y presentar al final de cada día lo hice con mucha responsabilidad apoyada por ese grupo, conversé con Obispos, sacerdotes de distintos lugares esa experiencia me marcó mucho porque la metodología espiritual es de escucha y de invocación al Espíritu Santo entonces sientes su presencia.
El Papa quiere escuchar lo que el Espíritu habla a través de la gente, una iglesia de todos.
Creo que esa experiencia hizo que me elijan. Representa una responsabilidad muy grande hasta ahora no se bien cual será mi papel. Entre tanta gente valiosa me eligieron a mí, por algo será, creo que es una gracia y espero poder estar a la altura de lo que se quiere y se espera.
Lo máximo que quisiera es conocer al Papa y hablar con él para compartir esta experiencia de Iglesia boliviana que es tan rica en carisma dones y diversidad cultural es una gran riqueza. Espero poder hacerlo bien.
9 ¿Cuál es la importancia del Sínodo de la Sinodalidad por qué es importante para nuestra Iglesia?
El mayor desafío es enfrentar ciertas deformaciones en la Iglesia.
La Iglesia es divina y humana y la parte humana somos nosotros y muchas veces hemos cometido esas distorsiones que muchas veces hacen que la credibilidad de la Iglesia decaiga.
Para mí lo más importante de este Sínodo de la Sinodalidad es hacer despertar al laicado, decirle: todos somos iglesia, tú eres importante para la Iglesia, en el bautismo has recibido dones, carismas, dalos a la Iglesia, al mundo, dando testimonio de tu ser cristiano.
A esto el Papa ha llamado corresponsabilidad laical para edificar la Iglesia y para que esta siga siendo luz de la gente.
Por otra parte, está el clericalismo que no está presente en algunas autoridades sino en los laicos. Es una deformación de lo que es el liderazgo. Jesús dijo no he venido a ser servido sino a servir y muchas veces no experimentamos eso en las parroquias, en las comunidades y en los primeros grupos en la catequesis.
El rol de la mujer dentro de la Iglesia en las parroquias es importante se ve a mujeres con mucho compromiso, servicio silencioso y corresponsable.
Por otro lado, también se va a dialogar sobre la autoridad eclesial es necesaria como vocación, carisma que Dios regala que sea utilizada de una forma transparente, servicial. Cristo actúa en cada persona que actúa como autoridad.
El Papa quiere ver una Iglesia purificada él no quiere hacer una revolución o sisma, lo que él pide es que se entienda bien el mensaje de Jesús y que todos hacemos la Iglesia, todos la edificamos, todos estamos llamados a dar testimonio de vida porque nos reconocen por cómo nos llevamos entre nosotros, por nuestra fraternidad por nuestra comunión
Tenemos que superar los problemas de miramientos, de chismes, de serruchar el piso a los otros. Tenemos que ser Iglesia testimonial porque Dios escruta nuestros corazones, él sabe lo que pensamos, lo que sentimos como actuamos.
10. ¿Algo que quiera pedir?
Oren por mí porque yo creo en la fuerza de la oración comunitaria, para que este encuentro sea de mucho fruto para nuestra Iglesia y, especialmente, de unidad y corresponsabilidad con la Iglesia como legado de Jesús.
Fuente: Nataly Carrasco – https://infodecom.net
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