Mons. Pesoa reprocha la prepotencia y los intereses mezquinos en contra de la Compañía de Jesús y los indígenas tsimanes
Prensa CEB 03.09.2023.-“¿Qué obras buenas está realizando para el bien de todos?”, cuestionó el obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, durante su homilía este domingo 3 de septiembre.
El obispo habló de las rivalidades de los grupos que buscan poder y dominio de los otros: “La injusticia que, se hace más evidente y desmedida, como en los 4 allanamientos a la Curia Provincial de los padres de la Compañía de Jesús, como Iglesia que peregrina en Bolivia reprobamos ese tipo de prepotencia”, señaló y agregó “por intereses mezquinos se deja a un lado el bien que podría beneficiar a los hermanos indígenas Tsimanes de Yucumo negándoles el derecho a sus tierras de posesión ancestral”.
La autoridad eclesial recordó que somos peregrinos en este mundo, y que Dios pedirá cuenta por las obras buenas realizadas en este mundo.
En su reflexión sobre el Evangelio (Mt 16, 21-27), el obispo recordó que “cada uno, creyente o no, tiene una misión que lo acompaña a lo largo de su existencia y es cultivar y buscar el bien para todos en este mundo”. Alentó también a tener actitudes que lleven a optar por la vida verdadera.
Con la oración de San Francisco de Asís: “Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios. Concédenos a nosotros, hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres, y querer siempre lo que sabemos que a ti te agrada… y por sola tu gracia, llegar hasta ti, ¡oh! Altísimo, que vives y reinas por los siglos de los siglos”, el Mons. Pesoa reiteró que el objetivo es seguir a Jesús, que es la luz, la verdad y el camino que conduce a la vida verdadera.
Domingo 22 del tiempo ordinario (A)
Mt. 16, 21-27
03 de septiembre de 2023
“El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre…”
1.- El profeta Jeremías siente a Dios de manera irresistible. La palabra de Dios lo ha cautivado y, por tanto, no puede resistir ni callar del amor de Dios por el ser humano, por su pueblo Israel. El profeta descubre que la dificultad mayor es el mismo pueblo de Dios que no comprende el amor de su Creador.
De ahí la decepción del profeta, que la comparte manifestando que él no es profeta porque haya querido, sino que Dios lo eligió y lo envió anunciar su Palabra.
La misión que Dios le encomendó, no contaba con la dureza de corazón y entendimiento del pueblo elegido, pensaba que era sencilla y fácil. El profeta se siente herido por amor a Dios, él hubiera querido que todos sientan lo que él siente.
Él profeta sufre por la Palabra de Dios, entiende que su misión requiere una negación de sí mismo para servir a la Palabra de Dios, que es su misión. Y es que reflexionar y meditar la Palabra de Dios, compromete, porque hay que buscar lo bueno, lo que Dios quieres, lo perfecto, lo que le agrada, actitud que va más allá de todos aquellos buenos propósitos o buenas intenciones.
2.- En el camino de Cesarea de Filipo, Jesús en un momento de manifestación de mucha confianza, comparte con el Apóstol Pedro un profunda confidencialidad, comparte lo que está por suceder al Maestro, no porque el Maestro lo quiera, sino que: todo aquello es para el cumplimiento de la misión que el Padre le ha confiado. por eso debe ir a Jerusalén, ser rechazado, ejecutado y resucitar al tercer día.
Afirma el Evangelio: “¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?… Porque el Hijo del hombre vendrá… y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras” ¿Qué obras buenas está realizando para el bien de todos? Al contrario, vemos de las rivalidades, de grupos, en la búsqueda de poder y dominio de los otros, buscando hacer ver quien tiene más poder. La injusticia que, se hace más evidente y desmedida, como en los 4 allanamientos a la Curia Provincial de los padres de la Compañía de Jesús, como Iglesia que peregrina en Bolivia reprobamos ese tipo de prepotencia. Sin embargo, por intereses mezquinos se deja se deja a un lado el bien que podría beneficiar a los hermanos indígenas tsimanes de Yucumo negándoles el derecho a sus tierras de posesión ancestral.
Recordemos que somos peregrinos en este mundo, unos antes y otros después, todos moriremos, a cada uno Dios, el Justo Juez, pedirá cuenta y pagará a cada uno por las obras buenas realizadas en este mundo.
3.- Pedro no entiende la misión que le encomiendan, por eso, no acepta el camino de su Maestro. Jesús le hace un duro reproche a Pedro, como hemos escuchado en el Evangelio, es buenos recordar que cada uno, creyente o no, tiene una misión que lo acompaña a lo largo de su existencia y es cultivar y buscar el bien para todos en este mundo. El bien no puede ser mezquino. Estamos muy lejos. Hay que pensar o querer lo que Dios pide y quiere.
El Maestro nos dice hoy que negarse así mismo, es dar a Dios el lugar que le corresponde, las decisiones deben ser meditadas y reflexionada a la luz de la Palabra de Dios. Cargar con la cruz significa arriesgar la vida por Jesús y el Evangelio, es un acto de fe, es decir, dejar que Jesús oriente y sea el compañero de camino.
Estas actitudes nos deben llevar a optar por la vida verdadera, salvar la vida, aunque algunas veces como el Apóstol Pedro la veamos de manera distinta, a veces no sabemos lo que nos conviene. Reza una oración dicha por el pobre de Asís: “Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios. Concédenos a nosotros, hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres, y querer siempre lo que sabemos que a ti te agrada… y por sola tu gracia, llegar hasta ti, oh Altísimo, que vives y reinas por los siglos de los siglos”.
Una cosa es cierta, Jesús es la luz, es el camino la verdad, es el camino que conduce a la vida verdadera. Porque: “De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida”. Como dice el Evangelio: El que tenga oídos para oír que oiga. Así sea