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Mons. Eugenio Coter: “Que el Señor de verdad nos ayude a hacer de nuestra fe, una fiesta en nuestro estilo de vivir”

Prensa CEB 15.10.2023.- Desde la Catedral Nuestra Señora del Carmen en Riberalta – Pando en el Día del Señor, Monseñor Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de esta ciudad, preguntó a los feligreses, ¿están viviendo como fiesta su fe?, haciendo alusión al Evangelio de Mateo 22, 1-14. “Inviten al banquete nupcial a todos los que encuentren”.  “Jesús para explicar la manera de vivir esta fe, nuestra fe, la compara con el banquete, la fiesta de una boda y es aquí que nos preguntamos, ¿estoy viviendo como fiesta nuestra fe?, y ¿la estoy sintiendo como la gran alegría de la vida?, preguntó.

Con una temperatura que bordea los 35 grados centígrados, la población de Riberalta se dio cita a la Catedral, para escuchar, como cada domingo, la eucaristía que hoy es presidida por Mons. Coter, e iniciando su homilía les consultó, ¿Cómo viven (ustedes) la dimensión de fe religiosa?

Monseñor Coter explicó que, Jesús va a manifestar su propuesta comparándola con un banquete de bodas, es decir, la manera de vivir la fe, “nuestra fe», la compara al banquete, a la fiesta de una boda, «y es aquí que nos preguntamos, ¿estoy viviendo como fiesta nuestra fe?, y ¿la estoy sintiendo como la gran alegría de la vida? y ¿la fortaleza de la vida?”.

Es una relación, dice el obispo, con el mundo, que no es fácil, donde la vida es dura, donde se confronta el mal, “pero dentro de todo esto, estoy sintiendo que la fe, que el señor me ha donado, a través de la Iglesia, a través de mis padres, catequistas, sacerdotes, religiosos, sacerdotes, ¿es una fiesta?, ¿es una invitación a un banquete de fiesta?”, vuelve a preguntar.

Acota, que es una pregunta que cada uno debe hacerse y de corazón, recordando “en mi ser cristiano” que no solo es participar en el banquete de la eucaristía, sino que “la manera de vivir mi fe, ya es una fiesta”.

Primera categoría de invitado, los que no les interesa la boda

Monseñor Coter dividió a los invitados a la fiesta de una boda (graficando el Evangelio de hoy), en dos, los primeros que no les interesa estar en la boda, los que al fin reducen la relación con Dios a unas reglas, a unos actos de piedad, a una celebración, como un sacerdote que van al templo una vez al año, ofrecer los sacrificios y con esto, Dios se encuentra satisfecho, “y si haces más, Dios te debe, pero esto no es dar en una relación de fiesta, la fe es fiesta, la fe es luz, la fe es alegría es fuerza en la vida”.

“Los escribos, sacerdotes, fariseos metieron una seria de reglas y si las respetan, Dios está arreglado, más bien él te debe a ti, y no es la lógica. Y de esta manera, estos sacerdotes y fariseos están rechazando la boda y la tradición de fiesta con Dios”, comenta el obispo.

Segunda categoría de invitados los que se ocupan más de sus negocios

Estos invitados, que no asisten a la fiesta, es porque están detrás de sus negocios, sus comercios, por lo que no toman en cuenta la invitación a la boda, “y con esto demuestran que no les interesa la fe, sino más bien, sus ganancias, comercios, por lo que rechazan esta invitación a la fiesta”.

Mateo dice: Cuidado pierdas este entusiasmo de seguir a Cristo, porque te pierdes en los asuntos de tus negocios, y los haces lo más importante de tu vida y no te das cuenta, que de esta manera no estás entrando a la boda de la fiesta.

Hacer de nuestra fe, una invitación de fiesta

“El anuncio del Evangelio de hoy es una invitación de hacer de nuestra fe una invitación de fiesta, frente a lo que sucede en el mundo, frente a nuestros desafíos y entramos de verdad en esta reflexión profunda, hago de mi fe una fuerza y soy capaz de transmitirla como una oportunidad”, profundiza Mons. Coter

Y por otro lado, frente a los desafíos de la vida, y los signos de la muerte, frente a las confrontaciones, el Señor, nos de la sabiduría de entender, “cuando construimos en el egoísmo, no solo arruinamos nuestra vida, arruinamos la vida de los demás y es una responsabilidad que tenemos frente a nosotros frente a Dios y frente a los demás”.

La autoridad eclesial del Vicariato de Pando, pidió al Señor, que el Pueblo de Dios practique el plan de vida, de fiesta, “muchas veces, vemos solo nuestro alrededor, peleas por negocios, por campos, por poder y no nos damos cuenta que cuando nos encerramos en esto, sin un proyecto de verdad, de positividad y de fiesta, en vez de construir, destruimos, en vez de abrir, arrasamos en sufrimiento, en la muerte, en la vida nuestra y  de los demás”.

“Que el Señor de verdad nos ayude a hacer de nuestra fe, una fiesta en nuestro estilo de vivir la lógica consecuencia de esta alegría”.

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