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“La Navidad ayer y hoy”, mensaje de Mons. Antonio Bonifacio Reimann OFM

Prensa CEB 1.12.2023.- Cada inicio de mes, Mons.  Antonio Bonifacio Reimann OFM, Obispo del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, envía un mensaje a todo el Pueblo de Dios, está vez con el tema, “La Navidad ayer y hoy”.

A continuación in extenso el mensaje de Mons. Reimann:

“𝗔𝗱𝘃𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲, 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝘀𝗲𝗯𝗿𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗡𝗶ñ𝗼 𝗝𝗲𝘀ú𝘀, 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗾𝘂𝗶é𝗻 𝗲𝘀 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗦𝗲ñ𝗼𝗿; 𝘂𝗻 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗿 𝗱𝗲 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗲𝗺𝗮𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗲𝗷𝘂𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗗𝗶𝗼𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀” (Papa Francisco)

𝗟𝗮 𝗡𝗮𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗮𝘆𝗲𝗿 𝘆 𝗵𝗼𝘆

Desde los primeros días de diciembre, los mercados se llenan de regalos de todo género; el mundo del consumo y del negocio aprovecha esta oportunidad de las fiestas de navidad, ofreciendo a la venta sus productos.

Pero, por otro lado, se puede descubrir una mayoría grande de población que vive, día a día, batiéndose por sobrevivir; miles de familias afectadas y damnificadas por los incendios. La prensa en estos días recuerda que la violencia familiar es el delito más denunciado en Bolivia, y en nuestro departamento de Santa Cruz, se registran la mayor cantidad de casos en 2023 (La Razón, 27.XI,23). Los escándalos que azotan a la Comunidad Católica del País, niños trabajadores en la calle, jóvenes drogadictos, el hacinamiento en las cárceles, los hospitales estatales con los enfermos esperando en los corredores…

Debemos confesar que muchas veces sentimos tristeza, y nos parece estar perdidos en el desafío de tantos signos contradictorios. Al asomarnos a la realidad mundial vemos que no es tan diferente a la de nuestro país: la guerra entre Rusia y Ucrania; el conflicto armado entre Israel y Palestina. El repetido atropello a los derechos humanos: mujeres maltratadas, niños desaparecidos, injusta distribución de la riqueza, falta de oportunidades laborales, perseguidos políticos, daños ecológicos irreparables… la tentación es desentendernos, no dejar que la Historia forme parte de nuestra existencia personal y festejar sin medida al margen de tanto caos.

¿𝗖ó𝗺𝗼 𝗽𝗿𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝗲𝗹𝗲𝗯𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗡𝗮𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗰𝗶𝗿𝗰𝘂𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀?

Hace exactamente 800 años atrás en la Nochebuena del año 1223, San Francisco de Asís, recreó la escena del nacimiento de Cristo en un pequeño lugar Greccio, en la provincia de Rieti, que es frontera con Umbría. En una gruta colocó el pesebre, y junto al pesebre un buey vivo, y un burro, tal como se creía que había sucedido la primera noche de Navidad en Belén. Contemplando el pesebre en Greccio San Francisco decía:

“𝗘𝗹 𝗛𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝘀𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀, 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗼…𝗘𝘀𝘁𝗲 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗱í𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗶𝘇𝗼 𝗲𝗹 𝗦𝗲ñ𝗼𝗿, 𝗲𝘅𝘂𝗹𝘁𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘆 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿é𝗺𝗼𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗻 é𝗹. 𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗮𝗻𝘁í𝘀𝗶𝗺𝗼 𝗡𝗶ñ𝗼 𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗵𝗮 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝗱𝗮𝗱𝗼, 𝘆 𝗻𝗮𝗰𝗶ó 𝗽𝗼𝗿 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼, 𝘆 𝗳𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗽𝗲𝘀𝗲𝗯𝗿𝗲, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝗯í𝗮 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗼𝘀𝗮𝗱𝗮” (Oficio de la Pasión XV)

“𝗩𝗲𝗮𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗶𝗮𝗿𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗲 𝗵𝘂𝗺𝗶𝗹𝗹𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝘁𝗿𝗼𝗻𝗼 𝗿𝗲𝗮𝗹 𝘃𝗶𝗻𝗼 𝗮𝗹 ú𝘁𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗩𝗶𝗿𝗴𝗲𝗻; 𝗱𝗶𝗮𝗿𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗮 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 é𝗹 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗵𝘂𝗺𝗶𝗹𝗱𝗲; 𝗱𝗶𝗮𝗿𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗹 𝘀𝗲𝗻𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗣𝗮𝗱𝗿𝗲 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗮𝗹𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝘀𝗮𝗰𝗲𝗿𝗱𝗼𝘁𝗲” (Admoniciones 1,16). Cuatro mensajes del pesebre en Greccio para nosotros

𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲: La encarnación del Hijo de Dios nos impulsa a descubrir las semillas del Verbopresentes en toda cultura, en toda raza, lengua, pueblo y nación. Nuestra misión consiste en ayudar a crecer las semillas y hacerlas florecer a través de la escucha, del diálogo y de la ayuda mutua.

𝗦𝗲𝗴𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲: Dios sigue renovando y prolongando el misterio de la Encarnación en cada Santa Misa, por eso nos preguntarnos: ¿Doy la importancia adecuada al sacramento de la Eucaristía, preparando las celebraciones con los grupos litúrgicos (lectores, acólitos, cantores, etc.) para progresar en la vida de fe? ¿Nuestras celebraciones litúrgicas reflejan la sencillez, el decoro, la humildad que deseaba San Francisco, y también las enseñanzas de la Iglesia hoy? ¿Constituye la Eucaristía para nosotros una fuente de comunión con Dios y con los hermanos?

𝗧𝗲𝗿𝗰𝗲𝗿 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲: Francisco me invita a preguntar: ¿Qué importancia damos a la fe en Jesús, a su presencia en nuestras familias, comunidades religiosas, sacerdotales? ¿Tienen cabida aquellos con quienes Jesús quiso identificarse, los hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, privados de libertad…? (cfr. Mt 25, 40).

𝗖𝘂𝗮𝗿𝘁𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲: Francisco un día, durante su caminata por los pueblos, se sorprendió al descubrir en Greccio, un lugar tan parecido a Belén. Esta localidad se encuentra a una altura de 750 m. sobre el nivel del mar, en la falda del Monte Lacerone. Un lugar hermoso, rodeado de bosques llenos de helechos y robles.

La belleza de la naturaleza le hizo recordar la belleza de aquella región donde nació Jesús. Alaben a Dios por todas sus criaturas. Esta era la invitación que hacía san Francisco de Asís con su vida, con sus cánticos, con sus gestos (Laudate Deum 1). ¿Cómo podemos alabar a Dios en medio de los bosques quemados, en medio de la fauna y flora desaparecida, y en medio de centenares de familias damnificadas por los incendios?

La respuesta a estas preguntas la encontramos en el último número de la misma Exhortación Apostólica: “…Porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo” (73).

𝗤𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗛𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗮𝘀 𝘆 𝗛𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀

Entre las imágenes de los nacimientos navideños, siempre aparece María en actitud contemplación, de adoración, de rodillas, inclinada hacia el recién nacido, envuelto en pañales y recostado en unas pajas, que evocan al pesebre… algunos de estos datos los encontramos en el Evangelio de Lucas (Lc. 2,6-7), pero es la religiosidad popular la que nos regala la actitud de María como invitación a vivir como Ella, desde la interioridad. En la liturgia del adviento podemos encontrarla: Inmaculada, sin mancha de pecado (8 de diciembre); Madre del pueblo Latinoamericano (12 de diciembre), Señora de la Esperanza (18 de diciembre), en la gruta de Belén (25 de diciembre), en la Sagrada Familia junto al niño y a José (31 de diciembre), y como Madre de Dios (1 de enero).

Que de su mano lleguemos alegres a celebrar la Navidad y nuestra actitud de escucha, nos ayude a devolver a Dios el lugar que merece, nos conduzca a descubrir, de manera renovada, el gozo de la comunión con Dios y entre nosotros; la corresponsabilidad en la misión que tenemos por delante, y la alegría de anunciar el evangelio, fuente de vida que hace nuevas todas las cosas en la Creación de Dios y en la Historia de los pueblos.

Feliz Navidad 2023,

les desea agradecido por su ayuda espiritual y material a nuestra misión,

+𝗔𝗻𝘁𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗕𝗼𝗻𝗶𝗳𝗮𝗰𝗶𝗼 𝗥𝗲𝗶𝗺𝗮𝗻𝗻 𝗢𝗙𝗠

𝗩𝗶𝗰𝗮𝗿𝗶𝗮𝘁𝗼 𝗔𝗽𝗼𝘀𝘁ó𝗹𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲 Ñ𝘂𝗳𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗵á𝘃𝗲𝘇, 𝗕𝗼𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮

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