Obispo Coter invita a confiar en Dios, especialmente en momentos de esterilidad moral y conflictos
Prensa CEB 24.12.23.- Este domingo 24 de diciembre, el Obispo del Vicariato Apostólico de Pando, Mons. Eugenio Coter, reflexionó sobre el significado profundo del encuentro entre María y el Ángel Gabriel, según el relato del Evangelio de Lucas (1,26-38). El obispo invitó a vivir esta experiencia del Espíritu Santo para que nos inspire como sociedad a no perder de vista la importancia de confiar en Dios, especialmente en momentos de esterilidad moral y conflictos.
Al igual que María, el obispo pidió que seamos capaces de ponernos en manos de Dios y sentir las inspiraciones del Espíritu Santo que nacen por el bien verdadero: “Cuando nos fiamos de Dios, Él es capaz de hacer surgir humanidad nueva, hasta ahí, donde hemos sido estériles”, aseguró a tiempo de desear que en esta víspera de la Navidad superemos los signos de esterilidad, “entiendo la esterilidad moral, la esterilidad en relaciones que son más conflictos que camino solidario, esterilidad porque los frutos no se ven”.
En su homilía, la autoridad eclesial explicó que María, al recibir el anuncio del Ángel sobre el camino de su vida, no fue instada a abandonar sus sueños y planes, sino a vivirlos de una manera guiada por Dios. Además, explicó que este encuentro representa una experiencia que nace del Espíritu Santo, “es una experiencia profunda del corazón”. “Al igual que con María, Dios, cuando entra en nuestra historia y cuando lo dejamos actuar en nuestra historia, no nos pide necesariamente volcar la vida, pide que sigamos los sueños que podamos tener”, explicó, y aseguró que: “si te dejas llevar por Dios, Él te lleva a cumplir tus sueños, pero también a descubrir los sueños verdaderos y a realizarlos de una manera inesperada, de una manera que supera el límite que, sin darte cuenta, tú mismo le ponías”.
El obispo invitó a preguntarnos, al igual que María, “¿cómo haré eso?”, que se traduce en “¿cómo tenemos que vivir y cómo descubrir el valor la belleza de la vida puesta en las manos de Dios?”. El Mons. Coter respondió esta pregunta poniendo de ejemplo a los jóvenes, que en la adolescencia son capaces de soñar. Hizo un llamado a los adultos a no desalentar los sueños de los jóvenes, recordando que estos sueños, guiados por el Espíritu Santo, pueden llevar a una vida plena y significativa: “La comunidad adulta estamos llamados a reconocer esta experiencia en nuestra juventud y a no matarla, a dejar que la sigan”, dijo.
El Vicario de Pando concluyó su reflexión dominical pidiendo que el nacimiento de Jesús y el encuentro de María con el Ángel nos devuelva las alas, también para nuestra vida.