
Monseñor Huaygua: Hermanos Presbíteros, que Cristo resucitado esté en nosotros y siga haciendo arder nuestros corazones en su amor y lo anunciemos siempre con alegría
Prensa CEB 03.04.2024.- Monseñor Juan Carlos Huaygua, Obispo de la Diócesis de Coroico en la celebración eucarística de la clausura del Encuentro Metropolitano del Clero Diocesano “Presbítero en Camino Sinodal”, realizado en la comunidad de Yumani- Isla del Sol, de la localidad de Copacabana del departamento de La Paz, exhortó a los sacerdotes que Cristo resucitado siga haciendo arder en sus corazones su amor y lo anuncien con alegría.
“Cristo resucitado esté en nosotros, que esta Pascua sea una Pascua renovadora y que este encuentro de Hermanos nos alegre y fortalezca; que Cristo siga caminado con nosotros y siga haciendo arder nuestros corazones en su amor y que lo anunciemos siempre con alegría”, transmitió Monseñor.
“El evangelio de los dos discípulos que se dirigían a Emaús, es un pasaje bello para leerlo y meditarlo. Dos hombres en camino…no siempre es fácil, y más aún cuando uno está desanimado, desilusionado, sino tiene una meta clara, ese camino se hace pesado y duro; pero si se tiene una meta clara y uno sabe dónde quiere ir y qué quiere hacer, se llena de alegría y entusiasmo…”, dijo.
Señaló que había “desánimo” y “desilusión” en estos seguidores, pese a que ya habían escuchado las noticias de la resurrección de Cristo. “Sus corazones estaban cerrados, estaban tristes, y en este camino llama la atención que Jesús sale a su encuentro, pero no se da a conocer inmediatamente, sino pasa como un desconocido, un forastero y estos no lo reconocen. Jesús tiene que recordarles la escritura, pese a eso no lo reconocen…”.
“Es recién en la cena, en la eucaristía cuando lo reconocen a Jesús, y aquí vemos de la escucha de la palabra, que se la celebra en la eucaristía, la eucaristía es ese centro importante que nos lleva a reconocer a Jesús presente, no estaba más físicamente, pero si estaba presente en ellos. Entonces qué pasa en ese momento, les ha costado mucho llegar ahí, la desilusión, el cansancio…ese cansancio desparece, ese desánimo y se llenan de gozo y de alegría”, compartió.
“Que importante es el diálogo entre nosotros, porque a veces nuestro diálogo es el de quejarnos de todo y de todos, no ayuda, destruye, desanima, desmotiva,…por eso Jesús no pudo hacer nada hasta que lo reconocen, y ¿cómo es el camino de regreso?, deciden volver de noche felices y contentos, ya no se quejan de la distancia, ni de la realidad, …cuando hay alegría en los corazones, hay un lenguaje entusiasta, emocionante y alegre…quieren contarlo, y no pueden contenerse y por eso van corriendo a Jerusalén donde los discípulos a contarles su experiencia del encuentro con Jesús”, agregó.
“Que importante es la eucaristía para todos, sobre todo para nosotros, cada eucaristía que celebramos debe motivarnos, entusiasmarnos…sería triste sacerdotes sólo por el ejercicio de su función, porque lo han encomendado, pero no por algo que ha vivido. Este pasaje nos invita a vivir realmente la presencia de Cristo resucitado, que hace camino con nosotros, que muchas preocupaciones cotidianas, conflictos no nos hagan apartar de Él, está con nosotros de modo especial en la eucaristía…este Encuentro de Hermanos, son momentos para compartir y que nuestro lenguaje siempre sea positivo, es cierto que habrá cosas de que quejarnos porque nada es perfecto, hay limitaciones…pero busquemos lo positivo, seamos positivos, y esto nos va ayudar mucho”, concluyó.